lunes, abril 30, 2012

Recetas para salir del infierno



Todos llevamos dentro un presidente del Gobierno. Si somos humildes, quizá un ministro. Y todos damos en petit comité nuestras recetas para salir de este infierno llamado crisis. Pero Fernando Jáuregui y Manuel Ángel Menéndez han ido más allá: han pedido a 130 "notables" que se retraten, que pongan negro sobre blanco sus ideas para sacar a España del atolladero de la inmovilidad y el pesimismo.

Y con tanto zumo de neuronas han cuajado La España que necesitamos (Ed. Almuzara), toda una declaración de intenciones que aúna la izquierda y la derecha, a los zejaprogres y a los culturetas más rancios, a lo conservador, a lo liberal y hasta a lo indefinido.

Juntar en las mismas páginas a Rajoy y a Zapatero, a Montoro y a Cayo Lara, a Fátima Báñez e Ignacio Fernández Toxo, puede antojarse una entelequia, pero se hace realidad en las 800 páginas de un volumen con amplitud de miras que pone el acento en los retos de un país que debe renovarse en todas y cada una de sus áreas, desde la Constitución que le sirve de base legal hasta el sector cultural, pasando por nuestras relaciones internacionales (y también, cómo no, con esa Europa que antes nos chutó hormona del crecimiento y ahora nos asfixia), la inmigración o la esperanza de una nueva generación que, según los editores, ha de pasar de la indignación a la ilusión.

Resulta curioso cómo por escrito todas las ideas parecen factibles. Todo razonable porque se razona. Todo coherente y aplicable. La cuestión consiste en saber cómo Rajoy pone en práctica ese "reformismo" que repite una y otra vez en su capítulo, más allá de los recortes y las subidas de impuestos; cómo se pasa de "más Europa" a "otra Europa", como propugna Fernández Toxo, o si es posible convertir en realidad ideas 'quinceemeras' como una ley electoral más proporcional, meter la tijera en los privilegios para los políticos o avanzar hacia una fiscalidad más justa, en la que no terminen pagando más los que pagan siempre y empiecen a pagar algo los que no pagaron nunca, como sugiere Pere Rusiñol.

El futuro se llama 2020 pero tiene que empezar a construirse ahora. Algunos han puesto por escrito cómo lograrlo. El siguiente paso será creerse sus propias recetas.

[Publicado en Diariocrítico].

domingo, abril 29, 2012

"Doy la lata" contra la violencia de género

Lata para plantar cara a la violencia de género.
Campaña de Paz y Desarrollo.

Quince mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año. Podrían ser dos más si se confirman dos nuevos casos este fin de semana. Y la cifra crecería espectacularmente si se tuvieran en cuenta las mujeres que se suicidan después de sufrir malos tratos.

A veces oímos que hay que combatir estas cifras. Pero no es una cuestión de números. En una vida no cabe la aritmética. Por eso hay que "Dar la lata" contra la violencia de género, sin esperar a que los informativos escupan una muerta más. Sin quedarnos callados hasta oír un nuevo grito. Sin aguardar ojos morados.

Porque la de la mujer es "la mayor historia de desamor jamás contada", como reza el lema de la campaña de Paz y Desarrollo para llamar la atención sobre el drama de que una de cada tres mujeres en el mundo están sufriendo algún tipo de maltrato.



Bajo el lema “Vamos a dar la lata”, decenas de voluntarios/as de Paz y Desarrollo han entregado 2.000 latas en el centro de Madrid a personas que acepten el reto de “conservar” un compromiso intacto contra la violencia de género. El acto de aceptar la ‘lata’ implica un compromiso individual de esa persona en la lucha contra la violencia de género.

La lata, además de un elemento simbólico, podrá usarse como portalápices o como recipiente, con el objetivo de que esté presente de forma visible en los lugares de trabajo o en los domicilios de las personas que han asumido ese reto.

Si sufres violencia de género o conoces a alguien que pueda estar sufriéndola, llama al 016, número gratuito del Gobierno que no queda reflejado en la factura telefónica.

viernes, abril 27, 2012

El "ínfasu" del lenguaje

Oído en el programa En días como hoy, de RNE (cuarta hora, minuto 43'40" aprox.): "La ONG emprende esta campaña para llamar la atención del ministro de Justicia brasileño y pedirle que envíe a la Policía Federal para expulsar a los madereros y ganaderos que están ocupando y desbastando ilegalmente su territorio".

La frase probablemente habría pasado inadvertida para mí si no hubiera estado tan reciente el correo que a diario recibo de la Fundeu, en este caso con la recomendación de uso de los verbos "devastar" y "desvastar":

Devastar es el verbo adecuado para referirse a ‘destruir’ o ‘arrasar’, no desvastar.
Esta forma impropia, desvastar, aparece con frecuencia en algunos medios: «El candidato afirma que el Gobierno desvastó el país», «Amos constató que Homs está "totalmente desvastada"», «Centroamérica, desvastada por la pobreza, el crimen y el narcotráfico con complicidad policial».
En ocasiones, cuando existen dos palabras de sonido parecido, se utiliza inadecuadamente una tercera, híbrido de las anteriores, como ocurre con inflingir, que parece una mezcla de infligir e infringir, o preveer, de prever y proveer.
Este puede ser también el caso de desvastar, ya que en español, además de devastar, existe el verbo desbastar, que significa, entre otras acepciones, ‘quitar las partes más bastas a algo que se haya de labrar’.
Parece que en el ejemplo con el que comenzábamos el post no queremos decir que los madereros y ganaderos están "quitando las partes más bastas" de la tierra, sino más bien que la están devastando, es decir, destruyendo.

Esto me recuerda a dos palabras muy divertidas nacidas de esa centrifugadora creativa que es la mente de un niño: ínfasu (o sea, una mezcla de énfasis e ímpetu) y difácil (un híbrido de difícil y fácil... una entelequia, en todo caso).

Practiquemos: pongámosle ínfasu al lenguaje y todo resultará más difácil. Pero con el diccionario de la RAE al lado.

Moda flamenca: Cristo Báñez

Fotos: Chema Soler.

Llamarse Cristo y predicar sensualidad es posible. Y probablemente no sea pecado. Aunque solo si te llamas Cristo Báñez.

Es de Almonte, aún no ha cumplido los treinta y ya lleva casi quince años diseñando moda flamenca. En su DNI figuran la sofisticación, la originalidad y la voluptuosidad. Sus diseños son tendencia y adaptan el traje de gitana al look imperante en las pasarelas internacionales.


Así, en Despertares, su colección 2012, Cristo Báñez apuesta por el vintage, las mangas vaporosas en seda, los hombros descubiertos y los detalles chic, como lazos en los hombros o cinturones para ceñir el talle y resaltar la figura.


Raso de algodón, percal, satén, organza y linos son la base de creaciones con tres líneas cromáticas: colores tierra (chocolate, beige...), colores vivos (añil, morado, amarillo, naranja...) y una gama más suntuosa, en la que caben el color calabaza, el dorado o el fucsia.


Los complementos de Bambla y el calzado de Sandra Martín completan el look de una flamenca chic, con aire cosmopolita.

[Publicado en Todo sobre mis trapos].

jueves, abril 26, 2012

"Tinta y oro" cumple un año


Hace un año andaba soñando despierta. Pensando cómo tenía la suerte de haber escrito mi primer libro y haber contado con el apoyo y el cariño de tantos amigos en mi presentación.


Tinta y oro ha sido un gran sueño hecho realidad gracias al empeño de Clea Moreno, editora de Eutelequia, y al aliento incansable de Germán San Nicasio (suyas son las magníficas ilustraciones del libro), al respaldo incondicional de Carmen Rigalt (autora del prólogo), a la ayuda firme de Juan Miguel Sánchez Vigil (que me regaló el epílogo), al cariño de mis amigos y compañeros... al aguante de mi madre y de mi hermano... y al abrazo continuo de Javier Arroyo.


Habéis sido muchos los que durante todo este tiempo me habéis arropado en las presentaciones, habéis acudido a las firmas de libros, me habéis prestado vuestra voz y vuestra presencia para hacer de madrinas y padrinos de mi niño... Nunca podré agradecéroslo bastante.


Porque sin vosotros Tinta y oro no sería el libro más vendido de Eutelequia y sin vuestra ayuda yo no podría poner ese granito de arena en la lucha contra la violencia de género a través de la donación de mis derechos de autor a la Fundación José Tomás.


Pero esto no acaba aquí. Tinta y oro es el comienzo de una ilusión que espero continúe en nuevas ediciones, para seguir transmitiendo esos valores tan personales de los toreros que trascienden su heroicidad y los convierten en hombres de carne y hueso. De alma y corazón.



[Si queréis adquirir Tinta y oro podéis escribir a office@eutelequia.com y lo recibiréis sin gastos de envío].




Baile de mayúsculas

Un simple vistazo a la primera página de El Mundo nos deja hoy un vaivén de mayúsculas / minúsculas que resulta difícil de comprender. ¿Por qué en el título se usa minúscula tras dos puntos para una cita textual y en el subtítulo se usa mayúscula para un caso idéntico?


El Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (1ª edición) aclara cómo proceder en la reproducción de citas tras dos puntos:

1.3. Preceden a la reproducción de citas o palabras textuales, que deben escribirse entre comillas e iniciarse con mayúscula (→ mayúsculas, 3.3c): Ya lo dijo Ortega y Gasset: «La claridad es la cortesía del filósofo».

P.D.: Si necesitas corregir tu libro, tu tesis doctoral, una web, un trabajo de fin de máster o cualquier documento escrito en castellano, pregunta a Prime Time Comunicación por sus servicios de corrección y edición profesional.

Moda flamenca: Aurora Gaviño

Fotos: Chema Soler

A veces hippie, otras vintage. Entre el remedo de Estrellita Castro y el aire étnico. Así es la colección Despertando los sentidos de Aurora Gaviño.

La Gaviño no es ningún descubrimiento en esto de la moda flamenca. Lleva años conquistando al personal con mezclas atrevidas de tejidos, con diseños personales y distintos, que logran imprimir su firma en cada volante, en cada talle. Y eso es lo que propone para pasear por el Real en este abril que se resiste a dejarse amilanar por la crisis cuando puede rebozarse en color y juerga.

Faldas con mucho volumen, gasas, bordados, guipur y todos los colores imaginables, salpicados con bordados, con aplicaciones de pasamanería y en algún caso con una versión tuneada del clásico fleco, son la base de una colección en la que la flamenca es a ratos gitana, a ratos zíngara y siempre icono de elegancia.

En las creaciones de Aurora Gaviño los accesorios dejan de ser personajes secundarios para convertirse en una parte esencial del modelo: elaborados a mano y sin caer en el reduccionismo cromático, serpentean el cabello o el escote con originales creaciones hechas con cordón de seda, bisutería metálica y piedras.

Para los mitómanos, ahí va un punto a favor de esta diseñadora sevillana: Rocío Jurado fue una de sus clientas preferentes e inspiró un tipo de volante que Gaviño bautizó como "volante Rocío Jurado" y que consiste en lograr que, al levantar el brazo, tanto el envés como el dorso del volante en cuestión luzcan exactamente igual. Porque son los pequeños detalles, quizá una nimia puntada, los que hacen que una prenda trascienda la moda para convertirse en escultura.

[Publicado en Todo sobre mis trapos]

miércoles, abril 25, 2012

Moda flamenca: Ángeles Verano



Cuerpos de sirena, serpenteados con volantes que realzan las formas de una silueta femenina concebida para convertirse en la metáfora de una guitarra. No hay traje regional más seductor que el de flamenca, que hasta el domingo se hace dueño de Sevilla y del Real de su feria.



Abril llega en febrero, cuando SIMOF (o sea, el Salón Internacional de la Moda Flamenca) pone sobre la pasarela las tendencias del sector y demuestra que el de flamenca es el único traje regional que se adapta a las tendencias de la moda.


Ángeles Verano lo mostró claramente con su colección Alfileres de colores: flamencas modernas, con blusas vaporosas e incluso pantalón para el día y, para la noche, vestidos que tanto se pueden lucir en la feria como en una fiesta de alto copete —siempre y cuando tenga aire del sur, claro está—.



Los tejidos naturales son la base de la colección: seda, algodón, tul o lino, que dan a la prenda prestancia y aire exclusivo. En cuanto a los colores, se imponen los vivos tonos cítricos y los clásicos y elegantes blanco, negro y rojo.



El look, sobrio pero con empaque, se completa con zapatos de Nuria Cobo, complementos de Maleni Zambrano y mantones pintados de Rocío Casado. Y, para las más atrevidas y raciales, un sombrero de ala ancha para cobijarse del sol cayendo a plomo sobre las calles del Real.

[Fotos: Chema Soler]

[Publicado en Todo sobre mis trapos]

Rosa sobre blanco


Carla Royo-Villanova (dcha.) junto a Mariluz, una de las componentes de su equipo.

Hay gente que debería ser recetada cuando uno entra en barrena depresiva. Gente que sonríe y transmite buen rollo con solo mirarte. Y claro, con tanta energía positiva como llevan dentro, esas personas se convierten en una especie de enchufe donde se enciende la luz de todo lo que les rodea. Vamos, que son de esos que tienen un sueño y en lugar de roncarlo lo cumplen.


Carla Royo-Villanova es una de esas personas. Y no es de extrañar que su sueño, su firma de cosmética Carla Bulgaria Roses Beauty, haya dejado de ser un proyecto para convertirse en una realidad de presente y con futuro.



CBRB ha cumplido cuatro años y Carla ha querido celebrarlo con periodistas, blogueras, amigas, compañeras. No sé muy bien por qué ha contado conmigo, si soy la antítesis de la periodista de moda y belleza (tengo michelines, no sé hacerme rizos con la plancha, me da pereza darme cremas por la noche y no sé colocar las palabras "ideal" y "monada" en una misma frase), pero me ha parecido todo un gesto de generosidad por su parte.


Hoy Carla ha puesto rosa sobre blanco lo que significa creer en algo y llevarlo a cabo: exige tantas dosis de ilusión como sacrificio, trabajo y resistencia al cansancio. Y si a eso le añades una cucharada de sencillez, la receta sabe mucho mejor. Es la diferencia entre ser princesa e ir de reinona.


P.D.: Para celebrar su cuarto cumpleaños, Carla Bulgaria Roses Beauty ha lanzado una edición limitada de velas de aceite Roses for Two (a la venta exclusivamente en By Carla), todo un objeto de deseo para hacer de un fin de día cualquiera una noche única: las enciendes y, cuando se han derretido, utilizas el aceite para dar un masaje relajante. Sensualidad garantizada.

martes, abril 24, 2012

Fernando Delgado: "No creo en el hombre o en la mujer de una pieza"


La radio y la noche ponen la escena. Las vivencias, vividas o imaginadas, el argumento de También la verdad se inventa, la nueva novela de Fernando Delgado (Ed. Planeta), que, a través de las historias que suceden en torno a un programa radiofónico de “confesiones”, reivindica el derecho de cada cual a hacer de su vida (real o fingida) lo que le salga de la peineta.

Con este autor nunca se sabe. Lo mismo marca tus años de instituto ejerciendo como presentador de TVE que gana el Premio Planeta (La mirada del otro, 1995), pone la vida en verso (Proceso de adivinaciones, Autobiografía del hijo, Presencias de ceniza) o se marca, rumboso, una conferencia sobre comunicación y literatura.

No es de extrañar, por tanto, que la literatura vaya unida a la comunicación en esta novela, que “pretende responder a preguntas que la gente se plantea respecto de la diferencia”, explica el autor. Porque los “diferentes”, sobre todo en el ámbito sexual, son el ‘leitmotiv’ de una obra destinada a llamarse Dice ser Alma, pero en cuyo camino apareció don Antonio Machado: “Cuando estaba corrigiendo el texto comencé un trabajo sobre Machado que me llevó a releer sus obras, de modo que redescubrí el magnífico verso ‘También la verdad se inventa’, que defiende el poder de la imaginación y el derecho a vivir nuestro propio imaginario, más allá de la vida real. Por eso decidí tomárselo prestado para dar título a mi novela”, explica Fernando Delgado.

domingo, abril 22, 2012

Eugenia Rico: "A nuestro lado la sociedad es una ficción y en la ficción está la verdadera realidad"

Eugenia Rico. Foto: Valentina Figini 


Ya no es "la Virginia Woolf de la era Facebook". Ha descubierto que las fajas aprietan y, lo que es peor, estrujan e impiden ver la voluptuosidad de una manera de escribir que no está hecha para contenciones. A Eugenia Rico la faja promocional (con reproducción de una crítica que nunca existió) de El fin de la raza blanca (Ed. Páginas de Espuma) le ha costado una buena ristra de bofetadas. Nueva escenificación de la consigna eterna: leña del árbol caído. Más madera. Respuesta de Eugenia Rico: "Soy muy ingenua y siempre creo que todo el mundo es bueno". Y quizá por ingenuidad se creyó lo que escribía (y sobre todo lo que dejaba de escribir) Michiko Kakutani en The New York Times.

Más premiada y reconocida por sus novelas (Premio Azorín 2002 por La muerte blanca y Premio Ateneo de Sevilla 2006 por El otoño alemán), la Rico ha querido ahora volver al cuento: "Yo nunca he dejado de escribir cuentos. La escritura de relatos me ha acompañado toda mi vida, incluso puedo decir que los cuentos están más cerca de mí porque no los he escrito para publicarlos sino para buscar la verdad —explica la escritora asturiana—. Los cuentos mienten para decir la verdad. A nuestro lado la sociedad es una ficción y en la ficción está la verdadera realidad. Mis cuentos iluminan mis novelas. Son parte de un proyecto de obra literaria que tiene pasadizos entre sí y a veces túneles al final de los cuales espero que el lector encuentre luz y un mundo propio en el que pueda decidir sus propias reglas".

sábado, abril 21, 2012

Ser de Manzanares

Manzanares hijo saca a su padre por la Puerta del Príncipe en su despedida.
Foto: Javier Arroyo.

Mi primer torero fue Manzanares. Lo decía a voz en grito cuando me preguntaban los clientes en el bareto de mi padre:

-Noelia, ¿quién es tu torero?
-¡Manzanares!

Y luego dicen que decía que era un golfo, pero que me gustaba (masoca que es una). Y supongo que lo de "golfo" se lo oiría decir a mi padre, que le endosaba el apelativo a todo aquel que tiene condiciones y las explota cuando le sale de los mismísimos. A los artistas, vamos.


De Manzanares padre era mi padre y yo lo fui un poco por eso. De Manzanares hijo podría ser casi cualquiera que tuviera un mínimo de buen gusto. Torea bonito, destila elegancia, le sobra empaque, nada en glamour. Hace levitar hasta a las piedras encaladas. Y encima no bufa cuando se le echan encima los admiradores. Cuánto bueno en uno solo.


Algún defecto tiene que tener. Aunque solo sea uno. Lucas Pérez insiste en que no. Que ha escudriñado cada arista de Manzana hijo para su libro Manzanares, heredero de leyenda (Ed. La Esfera de los Libros) y que el tío anda más cerca de la utopía que de la mortal imperfección. Y yo, que creo a Lucas (por algo lleva nombre de evangelista, el más culto y "periodístico", por cierto, de los cuatro, que dicen construyó su relato después de una intensa investigación), corro a sumergirme entre sus páginas procurando no caer rendida a los pies del ídolo, que Dios solo hay uno.


Lucas no ha podido publicar este libro en mejor momento: Josemarimanzanareshijo está en ese estado de gracia en que todo lo ve y todos le ven. O mejor, le miran. Y él, que se crece en la mirada ajena, aprovecha la ocasión para dar un golpe sobre la mesa en cada feria en que se anuncia. Con mano férrea y muleta de seda. Como ayer en Sevilla.

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero lo de Manzanares II, más que una secuela, es la evolución del concepto original. Y hasta con sonrisa.

[Escucha la entrevista a Lucas Pérez en Onda Cero Sierra sobre Manzanares, heredero de leyenda].

domingo, abril 08, 2012

Belmonte

Hoy se cumplen 50 años del adiós de un genio. De Belmonte no hay mucho que decir que no dijese él en el ruedo y que no contase después Chaves Nogales en una de sus obras más conocidas: Juan Belmonte, matador de toros.


La puerta de la gloria se ha quedado para siempre en sus entrañas.

Estatua homenaje a Belmonte en el Altozano.
Foto: Javier Arroyo.


Que no se entierre la dignidad

Homenajes a Dimitri Christoulas junto al árbol donde se suicidó.
Foto: Reuters.

Ovación cerrada y gritos de "No es un suicidio, es un asesinato" para despedir a Dimitri Christoulas, el jubilado que se quitaba la vida esta semana frente al parlamento griego.

Más de mil personas asisten a su despedida, que tiene que celebrarse en la calle porque la iglesia griega no permite funerales religiosos para los suicidas.

Gritan "Pan, educación, libertad". Gritan "No les votéis, la única salida es una nueva revolución". Porque esta ceremonia ha traspasado las barreras del luto para convertirse, como el propio Dimitri, en un símbolo de la lucha contra la dictadura económica.

Su hija Emi deja claro que el tiro de su padre no fue producto de  un arrebato: "Encontraste inaceptable la bestialidad del capitalismo, que se infiltró en nuestras vidas sin que nadie lo frenase. Entonces tomaste tu decisión: convertirte en el temor, la muerte, la memoria, el dolor de nuestras vidas arruinadas".

La llama está prendida. Arde en las palabras de Leonidas Papadopoulos, portavoz del movimiento No voy a pagar: "Amigo Dimitri: hemos recibido tu mensaje. ¡Todo el mundo a las calles, a luchar contra los tiranos!".

Porque nadie quiere que con Dimitri se entierre la dignidad de un pueblo.

[Ver el vídeo en laSexta Noticias].

miércoles, abril 04, 2012

Intocable

"La silla de ruedas se lleva en el culo, no en la cabeza". Me lo dijo hace un par de años Antxon Arza y hoy me lo ha confirmado Intocable, una joyita del cine francés que, lejos del estereotipo intelectualoide que se achaca a este binomio, se revela como una historia profundamente humana, conmovedora e inspiradora a partes iguales.

Intocable rezuma ganas de vivir. Pasión por exprimir cada minuto. Orgullo de uno mismo. Capacidad de superación. Amistad y nobleza. Aceptación, que no resignación.

La cinta de Eric Toledano y Olivier Nakache combina varios ingredientes que sueltos no dejan de ser tópicos pero mezclados, y quizá agitados, se convierten en un removedor de corazones (y puede que de alguna que otra conciencia): el tetraplégico que no soporta ser objeto de lástima, el negro delincuente salido de los suburbios, la familia desestructurada, el dinero que no puede comprar la felicidad, el amor platónico, el amor adolescente, el respeto por el otro, la integración, la cultura compartida, el currículo perfecto que no implica capacitación humana, el conformismo, la amistad entre (des)iguales, el negro y pobre, en fin, que inyecta ganas de vivir al blanco y rico.

Intocable nace de un libro que, a su vez, surge de la historia real de Philippe Pozzo di Borgo, que plasmó su relación de diez años con Abdel Sellou en Le second souffle (Ed. Bayard). El libro supera ya los doscientos mil ejemplares vendidos. La película es la segunda más vista en Francia en los últimos sesenta años, con más de veinte millones de entradas despachadas, a las que hay que sumar otros seis millones de espectadores en Alemania.

¿Moralina? No. Simplemente la vida. Y la confianza en el hombre. Porque a veces somos algo más que lobos.



P.D.: Intocable, de Philippe Pozzo di Borgo, está editado en español por Anagrama.

martes, abril 03, 2012

De sombras y oro

Joselito, por Javier Arroyo
Como si sacase unos ajos con los que espantar a los vampiros que trataron de chuparle la sangre en un pasado no muy lejano. Así ha escrito José Miguel Arroyo sus memorias, que publica Espasa bajo el título Joselito el verdadero. Porque los vampiros muchas veces se llevan dentro y en ocasiones son los propios pensamientos, los recuerdos que duelen, los dolores que no se fueron, la rabia, la impotencia, la amargura. Y la mejor medicina es escupir la hiel para empezar a saborear los postres de una vida cuyos primeros platos José se comió a bocados.

Trescientas tres páginas de Joselito en estado puro. De José "el Moreno", macarra y cheli. De Lentejita, chuleta y mangui. De Joselito, en fin, figura y señor. Verdad y grandeza. Eso es lo que aguarda en este libro, que más que leer se bebe porque tras cada letra suena la voz del hombre que se salvó por hacerse torero. Es Joselito quien habla, quien cuenta que "se puede salir de las situaciones más desesperadas si se encuentran la ilusión o la ambición suficientes para no dejarse llevar, para rebelarse contra el destino y luchar, aunque se sea apenas un niño, por tirar para adelante" (p. 11).

Ese destino es, en el caso de Joselito, el de una familia de las que hoy llaman desestructurada, con una madre que lo abandonó cuando él solo tenía tres años y un padre que traficaba con hachís y al que alguna vez tuvo que ir a ver a la cárcel. Un destino que escocía expuesto al aire canalla de un barrio, el de La Guindalera, donde la droga era cosa común y los camellos, los reyes del mambo, ídolos de los chavales.

Pero resulta que un día a Joselito se le cruzó el toreo en el camino y le cambió la vida. Él, que durante tanto tiempo se había pasado las tardes jugando a las chapas en los tendidos de Las Ventas, se quedó prendado del arrojo de un Juan Mora que, aún de novillero, se repuso de una voltereta con la raza y el arte que solo tienen los que tienen torería de verdad. Y solo entonces empezó a coger los trapos de cocina para torear en casa. Y también entonces se empeñó en apuntarse en la Escuela Taurina de Madrid, donde el Yiyo, su ídolo, le puso el apodo de "Lentejita" y donde aprendió que "para ser torero, para competir, no te puedes despistar ni un minuto. Y que no hay amigos que valgan. Cada uno a lo suyo y poniendo el alma para conseguirlo" (p. 85).

Joselito antes de hacer el paseíllo en el festival homenaje a Rafael de Paula en Las Ventas.
Foto: Javier Arroyo

A partir de aquí, la vida de Joselito es historia del toreo. Entre otras cosas, por su concepto de la profesión: "Ser torero es algo mucho más serio de lo que la gente se imagina. No es solo pegar pases y cortar orejas, sino una forma de comportarse y de actuar en la plaza y en la vida, como un sacerdocio que encierra mucha hombría, y no en el sentido machista de la palabra. Hay que tener toneladas de entereza, gallardía y capacidad de sacrificio y superación. El torero ha de compaginar la sensibilidad de un artista para expresarse y el valor de un guerrero para superar el dolor y el miedo. Hay que poder conjugar ambas caras del toreo, que no es algo de gatas sino de tigres" (p. 147).

Y de tigres es, de algún modo, sobreponerse al destino, coger las sombras por los cuernos y hacer de la ilusión los trastos con los que firmar la faena más difícil: la de ser quien se es.

[Publicado en Diariocrítico.com]

lunes, abril 02, 2012

Diez leyendas españolas a bordo del barco que desafió a los hados

Cuando la realidad supera a la ficción, los sucesos se convierten en leyenda. Es el caso del Titanic, el barco que de insumergible solo tuvo el halo de misterio que le ha rodeado desde que comenzó a gestarse. Eso y la cantidad de dinero que se ha hecho a su costa (o por su causa): entre libros, películas, exposiciones y demás herramientas de entretenimiento no hay año en estos últimos cien que no se haya hablado del que en su día fue el mayor objeto móvil del mundo.

Ahora un nuevo libro se suma a la leyenda: Los diez del Titanic (LID Editorial), escrito por los periodistas Javier Reyero, Cristina Mosquera y Nacho Montero. Y el enfoque que plantea es especialmente original, pues a la historia general del barco en sí, ampliamente documentada, suma las historias particulares de las diez personas españolas que iban a bordo de ese "buque de los sueños".

Nunca hasta ahora hemos sabido que los españoles, pese a ser de los menos representados en el Titanic, doblamos la estadística de supervivientes respecto al conjunto de los pasajeros y tripulantes: de los diez españoles solo murieron tres, frente al 67% de mortalidad que registró el barco completo.


El primero, Víctor Peñasco, protagonista de una historia de película que por ser tan real merece una novela aparte. De viaje de novios con su reciente y flamante esposa, María Josefa Pérez de Soto, pasean palmito (y dinero) por toda Europa durante más de un año. En París, ya en la última etapa de su luna de miel, ven los folletos que anunciaban el viaje titánico hacia Nueva York y, a pesar de que la madre del novio les había rogado que bajo ningún concepto cogieran un barco, deciden culminar su viaje nupcial a bordo del buque. Quién iba a decirles que ese presagio materno iba a convertirse en la sentencia de muerte de su historia de amor.

Junto a ellos viajaba Fermina Oliva, su doncella, que se salvó junto a Josefa, igual que Asunción y Florentina Durán y Encarnación Reynaldo, las otras tres españolas que se registraron entre el pasaje. De los hombres, solo tuvieron la misma suerte Juan Padrós y Emilio Pallás, cuyo particular idilio con los hados merece la pena descubrir en las páginas de Los diez del Titanic.

Nunca apareció el cadáver de Víctor, como tampoco dieron con los cuerpos de Juan Monrós (el único tripulante español del Titanic) y Servando Oviés, un hombre de negocios asturiano. Sin embargo, hubo que conseguir sus certificados de defunción a toda costa, porque sin ellos era imposible atestiguar una viudedad o cobrar seguros.

Estos y otros muchos detalles se desvelan en Los diez del Titanic, una obra que combina el intenso trabajo de documentación e investigación periodística con la narración amena y ágil de diez historias tan desconocidas como cautivadoras.

[Publicado en Diariocrítico.com]


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