jueves, julio 20, 2006

Con vacas, pero sin vacaciones

Decía un ¿novio? que yo tuve que él estaba todo el día de vacaciones, porque tenía "vacas" y "acciones". Lo que en realidad tenía era una tontuna que no le cabía en el pedazo de cuerpo -por grande, no por escultural- que tenía, pero bueno...

Al grano. Que alguna cosa en común teníamos, porque, este verano, yo también tengo vacas. Más que vacas, toros. No son míos, pero yo los tengo casi todas las tardes. Hasta en la sopa. En el trabajo y fuera, porque claro, es lo que tiene ser periodista, que llegas al bar del Boni -el que está debajo de mi casa- y te pregunta que qué tal los toros, que si te has ido a Pamplona, que si vas a Bilbao, que si retransmites, que si te gusta Enrique Ponce y que hay que ver los victorinos que ha comprado Josemari para Moralzarzal.

Toros y vacas. Es lo único que me ocupa este verano. Porque acciones no tengo -ni quiero tener, que seguro que compro Repsol y deja de subir el petróleo- y vacaciones, menos.

Eso sí, yo disfruto las de los demás. Mientras la redacción se va quedando desierta y en la cafetería hasta te atienden antes porque cada vez estamos más cerca de ser cuatro gatos, me imagino Japón en los ojos de Raquel, cuento con Mar los días -horas casi- que le quedan para empaparse del olor de las biznagas malagueñas y hasta me inquieto con Nuria cuando piensa que el último tsunami no le pilla muy lejos de su descanso en Bali.

A todos, compañeros, felices vacaciones. Os voy a echar de menos. Eso sí: como luego no me contéis todo lujo de detalles, pienso forrar las paredes con fotos de José Tomás. Y ni una de Cayetano, que luego Ruth se deleita la vista.

... y se llama María

Leer a Umbral es siempre un placer. Independientemente del día de la lectura. Y del día que tenga don Francisco, incluso.

Hoy nos desayunamos con un perfil delicioso de María San Gil. Para los susceptibles: delicioso en lo literario, que me ahorro de comentar lo político porque hoy no me interesa.

Y además Umbral da una clave para enamorar a los hombres -supongo que a los hombres, hombres, de verdad, de los que quedan pocos, o sea que la clave ni es clave ni es nada, más bien es un jeroglífico-: "La verdad es que los españoles, dejando a un lado las bellezas psicológicas y complicadas del cine, dejando a otro lado el desnudo como recurso pobre, de quien nos enamoramos, finalmente, es de mujeres como María San Gil o Ana Duato, mujeres que responden a la lámina ingenua y audaz de la española de clase media".

Independientemente de su ingenuidad -dudo que María San Gil sea ingenua- y de su audacia, a mí lo que me espolea de María San Gil es su fuerza. Su convicción. Su seguridad.

Por cierto, lo mismo que me gusta de Rosa Díez.

Apúntenlas a mi lista de mujeres a imitar.

Manolete y Ninette

Manolete no era un señor de Murcia -líbrele Dios, con todos mis respetos para los murcianos, pero tiene mucho más glamour ser un califa de Córdoba-, pero ahora, por obra y gracia de la magia del celuloide, anda lidiando con Ninette.

Me explico. ¡Hola!, la biblia del orbe cardíaco -experta en destapar los ya de por sí destapados y, más que calurosos, tórridos amores de verano- nos sirve en bandeja la comidilla estival: Adrien Brody (para mí, en adelante, será siempre Manolete) anda camelándose a Elsa Pataky (que empezó siendo la mala malísima de "Al salir de clase" y terminó convirtiéndose en Ninette, para satisfacción de su parroquia y de su cuenta corriente).

Unas fotos, al parecer exclusivas, son la prueba indiscutible de este amor tapado... y tan tapado, que no sé muy bien dónde ronean, pero llevan ropa hasta la saciedad. A Brody-Manolete se le han pegado las costumbres de los genios del toreo y ya luce gorra de camuflaje, al más puro estilo José Tomás. Le queda la barba. Pero nunca le quedará tan bien como al de Galapagar, qué quieren que les diga. Y no sé si se arrima tanto como él... habrá que preguntárselo a la Pataky, que no creo que ande sobrada de calor, pues, lejos de lucir palmito, se tapa las curvas con un quitamiedos-espantalibidos a medio camino entre el caftán y el forro polar.

Me encanta, la verdad. El amor veraniego -ni tiene edad ni pasa de moda cuando cambia la estación-, la gorra de Brody, el camisón -por el tamaño- de la Pataky y, sobre todo, la remota posibilidad de que Manolete y Ninette -perdón, Adrien y Elsa- vayan juntitos este verano, con gorra o sin ella, con o sin caftán, a ver a Cayetano. Así habrá más toros en la tele. Más toros o más tendidos. Y a lo mejor alguno se equivoca y compra una entrada por ver si ve a la Pataky más de cerca.

Vale, vale, de ilusión también se Brody... digo se vive.

lunes, julio 17, 2006

Carmen, con retraso

Acaban de sonar los pitos. Ya no es 16 de julio. Es 17. Y, como me suele ocurrir últimamente, se me ha pasado el día sin que haya cumplido con una tarea que llevo semanas recordándome que no debo olvidar: felicitar a Carmen. A dos, fundamentalmente.

Primero, a la que conozco y admiro desde antes. Admirarla, desde que mi padre intentaba conseguir que yo leyera los periódicos todos los días y muy especialmente los martes y los domingos, porque resulta que escribía ella -decía- y escribía de p.m. y seguro que aprendería mucho. Y que encima me gustaría. Conocerla, desde que nos presentó Carril una tarde de San Isidro. Desde entonces hasta ahora, Carmen me ha demostrado que, detrás de la pluma, late una mujer excepcional, a la que, con su permiso -y siguiendo la recomendación de Germán, que hace las veces de voz de mi conciencia- exprimiré todo lo posible. [Inciso: pronto escribiré de Carril. Llevo tiempo dándole vueltas, pero no quiero parir nada parecido a un panegírico ni a letrillas de lágrima fácil. Él merece lo mejor. Le echo muchísimo de menos.]

A Carmen Esteban la conozco desde hace un par de años. Nuestro primer encuentro -telefónico- no fue de lo más afortunado. Pero no hay nada mejor que ser como uno es para que, al final, el tiempo te ponga en tu sitio. A ti y a lo que te rodea. En el caso de Carmen Esteban, el tiempo me ha puesto por delante el regalo sincero de su amistad -es mutua, Carmen- y otro ejemplo a seguir, en el plano personal y, sobre todo, en el aspecto profesional.

A las dos, muchas felicidades. Aunque ya sea 17. Y a las dos, muchas gracias por estar. Por ser, también. Pero, sobre todo, por estar.

P.D.: Para Carmen I: no olvides que tenemos que vernos antes de que hagas la maleta...
P.P.D.: Para Carmen II: ánimo, que eres una valiente... No sabes las ganas que tengo de ver a tu criatura...

sábado, julio 15, 2006

Rectifico, luego existo

Dicen que de sabios es rectificar. No sé si de sabios, de arrepentidos, o de deslenguados veloces que hablan a destiempo, pero el caso es que rectificar es una práctica más que saludable.

Así que no hay mejor manera de comenzar un sábado que tomarse un café e ir rectificando. Por si las moscas.

Hace un par de semanas comenté que no sabía desde cuándo a Ruth Porta, portavoz adjunta del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, le gustaban los toros. Que me parecía que sólo los utilizaba como arma arrojadiza en la batalla política por Madrid.

Y resulta que a Porta le gustan los toros. Desde hace tiempo. Y que fue periodista taurina antes que yo. Y mejor que yo, también.

Así que, doña Ruth, como sin casta no sólo no hay España, sino que no hay ser humano, con toda mi casta le pido disculpas por dudar de su afición. Tenía que haberle consultado antes a Rosa. Me hubiera puesto en situación rápidamente.

Ahora bien, no me desdigo de mis palabras sobre el arma arrojadiza. Los toros le vienen bien a más de uno para cornear al oponente. Ojalá se preocupasen de verdad por la salud del arte de Cúchares. Sería un buen pronóstico.

jueves, julio 13, 2006

Diccionario analfabeto

Acabo de descubrir un blog con el que partirse de risa al mismo tiempo que uno se ilustra la mente calenturienta -por el calor, ojo, no por cierto tipo de pensamientos, que todo lo tengo que explicar-. Apunten: DICCIONARIO ANALFABETO.

Para que veáis que no sólo pienso en los cuernos.

De sus entradas sacaré la frase de este verano: "Me salen enanos por todas partes" (aunque la edad media de mis pretendientes -que no pretendidos- supere la cuarentena).

Enhorabuena, Julio. Te seguiré.

domingo, julio 09, 2006

Estilismo torero

Esto sí que tiene arte. Ahora nos copiarán las "leslies" y las "nancies" de Almonte... pero el que da primero, da dos veces. Jejejejeje...

P.D.: Antonio, un millón de gracias. Eres la bomba. A ver si terminas de estallar, jodío.

Encuentros en Las Navas

Hacía mucho que no iba a los toros con Paloma. Un huevo y medio. Nos hacía falta volver. Juntas, digo. Nos reímos mucho más y nos aburrimos mucho menos. Aunque la corrida en cuestión sea un peñazo.

Hoy, por ejemplo, nos hemos reído con el tiro de mulillas de Las Navas del Marqués. Oye, tú, iban enjaezadas de lujo. ¡¡Ya quisieran muchas plazas de segunda!! Y no veas cómo estaban amaestradas... ¡¡¡iban solas tirando del torito, sin que nadie las guiara!!! Pero claro, cogían carrerilla y el toro se iba bamboleando, de un lado a otro, y la plaza se quedaba en vilo pensando que el pobre toro iba a rematar, muerto y todo, contra la barrera, de la fuerza que llevaba el tiro, mientras las mulas recorrían el camino aprendido. Pero tranquilos, que no. Que los dos primeros toros se llevaron sus golpecillos, mas al final todo salió como debía. Bien. Y con arte.


Me ha parecido que hasta Luis González se llevaba las manos a la cabeza por momentos, rezando -no creo que venga de Valencia, pero seguro que sabe rezar aunque no conozca al Papa- para que el toro no se llevase el último golpe al más allá, sin pena ni gloria, por obra y gracia de las mulas automáticas.

El de Cebreros estaba como en su casa, el tío. Si hasta le saludaban en los tendidos y había unas niñas -me consta que siguen a varios toreros de cuyos nombres no quiero acordarme- que reclamaban su presencia nada más concluir el festejo. No sé qué tendrá un torero, que aunque no toree, se las lleva de calle. A quien Dios se la dé...

Y luego estaba lo de los zapatos de la alguacililla. Eran de su hermano mayor, por lo menos. Pero uniformada iba la chavala, ¿eh? Se los ajustaba con una especie de cuerdas... me ha recordado a Pulgarcito y la manía de algunas madres de aprovechar la ropa de los hijos mayores para los pequeños, aunque les quede como un auténtico sayo.

En fin, que Encabo ha cortado tres orejas, Liria se ha clavado una banderilla en una mano y ahora luce vendaje a modo y López Chaves se ha ido con una oreja, directo a Pamplona, que allí le espera la de Cebada Gago... Como dijo aquél, "vivo en la carretera..."

jueves, julio 06, 2006

Negociaciones

Otegi y Patxi López se han reunido. Eso ya no es noticia. Se veía venir. Reconozco que hace tiempo que me despegué de la actualidad, por obra y gracia de los cuernos -entono el mea culpa y prometo enmendarme- y no soy la voz más autorizada para hablar del tema. Pero pago impuestos -y muchos-, así que tengo derecho a opinar.
No voy a entrar en la moralidad de la reunión. Entraré en el titular que ha dado López, que no entiendo, lo coja por donde lo coja. Dice el líder del PSE que Batasuna tendrá que ser legal para sentarse a negociar. Que tiene que estar dentro del espacio democrático.
Y digo yo: si a día de hoy, Batasuna no es legal, ¿por qué se han reunido? Y mientras siga vigente la Ley de Partidos, Batasuna seguirá sin ser legal, ¿no? Entonces, ¿qué significa esta reunión?
Y otra cosa: yo no digo que los batasunos sean asesinos por definición, pero sí lo son los miembros de ETA, que ven su voz representada en las gargantas de los batasunos y miran a través de los ojos de esos mismos batasunos. Y entonces, ¿cómo puede un asesino estar dentro del espacio democrático? ¿No sería mejor que estuviera dentro de la cárcel?
Por favor, que alguien me lo explique.

Siete millones y medio de infieles

Siete millones y medio de españoles han sido infieles alguna vez. La cifra es susceptible de aumentarse, porque la he encontrado en un reportaje de La Revista de El Mundo, bastante antiguo.
El resultado... no voy a contar yo mis experiencias -aunque supongo que daría igual, porque quienes yo sé no van a leer esto-, así que dejo que las cuente Ramón de Campoamor:

"A la infiel más fiel de las hermosas
un hombre la quería y yo la amaba,
y ella a un tiempo a los dos nos encantaba
con la miel de sus frases engañosas.

Mientras él, con sus flores venenosas,
queriéndola, su aliento empozoñaba,
yo de ella ante los pies, que idolatraba,
acabadas de abrir echaba rosas.

De su favor ya en vano el aire arrecia;
mintió a los dos y sufrirá el castigo
que uno la da por vil, y otro por necia.
No hallará paz con él, ni bien conmigo;
él, que sólo la quiso, la desprecia;
yo, que tanto la amaba, la maldigo."

Yo no le maldeciré... ni él me ha engañado... pero, ¿por qué me siento tan vacía?

Más cerca de Bécquer

Tengo la sensación de que llevo demasiado tiempo viviendo donde no me corresponde. O que esta casa en la que vivo ahora -esta casa, este pueblo... esta vida, en general- me estaba esperando desde hacía mucho tiempo.
El otro día venía de comprar -en Alpedrete vas a la compra andando y no hay riesgo de que te atropellen, y hasta los vecinos te abren la puerta si te ven llegar cargada- y en la plaza del Ayuntamiento encontré una placa de granito en la que hay grabado un poema de Bécquer -sí, ya sé que es muy tópico que te guste Bécquer, pero es que yo soy así, qué le voy a hacer-.
Total, que ahí estaban las oscuras golondrinas... las que volverán y las que están condenadas a no volver.
Y entonces caí en la cuenta de que quizá no sea conveniente que la emprenda con el nido de golondrinas que tengo en mi balcón. Es verdad que todas las mañanas me dejan "regalitos", pero a lo mejor ser becqueriana tiene este precio, ¿no?
Joder, que para una vez que las golondrinas cuelgan sus nidos en mi balcón...

En el Asador, como en casa

Lo descubrí gracias a las tertulias de Onda Madrid -gracias a MAM, fundamentalmente- y enseguida sentí que era como si hubiera comido allí toda mi vida. Como si los conociera a todos desde siempre.
Durante el mes que duró San Isidro, el rato de la comida era como ir a casa. Más a casa que cuando salía de la tele por las noches y me iba corriendo a dormir. Quizá porque en el Asador todos te reciben con una sonrisa, con un abrazo que te dan con los ojos, y en mi casa no es que no me quieran... es que estaban dormidos cuando yo llegaba.
Pues eso, que anoche estuve en el Asador Donostiarra. Con Paloma -ya os hablaré de ella... de momento os digo que es mi mejor amiga... casi como mi hermana-. Y de nuevo sentí que era parte de todos ellos. O que ellos eran parte mía.
No es que se coma excelentemente bien -que también-, sino que te tratan de manera extraordinaria.
Pedro Ábrego es un fenómeno. No sé qué hacer para demostrárselo.

martes, julio 04, 2006

Incombustible Germán

Germán -San Nicasio- ha prometido leerme. No tiene paciencia ni nada, el pobre. Con la de cuadros que tiene que pintar, y dice que mañana va a perder su tiempo expresamente para leerme -bueno, en realidad lo de perder el tiempo lo digo yo, que tengo un ínfimo concepto de mí misma... él ha dicho que va a ir a un ciber expresamente para conectarse a internet y leer las cosas que le envío-.
He de reconocer que me tiene anonadada. Si no fuera porque nunca me toma en serio, le pediría en matrimonio. Todo lo hace bien. Escribir -será capullo... me va a terminar quitando el curro-, pintar... seguro que hasta torear torea bien, ahora que quiere intentarlo.
Y encima es mi amigo. No sé qué más puedo pedirle.
Y hasta me "obliga" a escribir y se mosquea cuando me pongo vaga -es decir, casi todo el tiempo- y no le doy a la tecla ná de ná.
Germán, cuando leas esto, pon un comentario, anda. Ponlo con seudónimo, aunque sea. Que me siento solitaria en este océano de la red y aunque nado de pm -está mal decirlo, pero lo que es, es-, me voy a terminar ahogando.

No tiene alma

No sé por qué, pero me ha dado por escuchar a Alejandro Sanz. Ayer me compré un disco recopilatorio con sus grandes éxitos -estaba barato y no me cabe la ropa en el armario, así que he decidido cambiar el registro de mis rebajas, qué pasa- y lo escuché nada más salir del trabajo... me puse sentimental y le endosé el "Repeat" a esta canción: "Tú no tienes alma".
Es para los que no tienen alma. O para los que tienen demasiada y se la guardan, que es lo mismo que no tenerla. Que el alma está para compartirla. Para regalarla, aunque sea al aire.
Yo, como Alejandro, no tengo valor para ver cómo se marcha. Cómo se va yendo, sin querer irse, cada día un milímetro más, mientras intenta convencerse de que no lo noto aunque sabe que, en realidad, no soy tan tonta como parezco.

lunes, julio 03, 2006

Día negro en Valencia

Ha sido un accidente. Y parece que cuando no se le puede echar la culpa a nadie, uno se siente peor. Como si no pudiera vomitar su frustración. Como si dieran igual los lamentos, porque nadie va a pagar por los 34 muertos -de momento- que no han llegado a su destino en el metro de Valencia.
Pero los accidentes ocurren. Que no los tengamos asumidos es otro cantar.
Dice Mar que estamos tan acostumbrados a coger el metro, que está tan a la orden del día -o tan a la puerta de casa-, que nunca pensamos en lo que puede pasarnos cuando subimos al vagón. Como tampoco nos planteamos que nos vamos a caer por las escaleras de casa. Ni que nos va a arañar en un ojo nuestro gato de angora.
Pensamos que lo que nos es familiar no va a fallarnos nunca.
Craso error.

domingo, julio 02, 2006

La madre que parió a Talavante

Además de torear como torea -mejor verlo que explicarlo-, dice verdades como puños. Aunque quiere parecerse tanto a José Tomás, que pronto deja de hablar. Sería una pena. Pero mientras toree como torea...
Dos perlas:
* "Por eso me entrego cada tarde, porque mi mayor miedo es no ser feliz, no estar a gusto conmigo mismo."
* "Un torero debe ser como un samurái: superar su dolor y tener un alto concepto de sí mismo. Debe saber que para ser importante no le puede hacer mella ni lo físico ni lo mental."

P.D.: ¿De dónde ha sacado lo del samurái?

A Porta le gustan los toros

No sé desde cuándo, pero a Ruth Porta -portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid- le gustan los toros. Le gustan casi de la misma manera que a todos los que hacen oposición -excepción hecha de José Luis García Sánchez y similares, que están a las duras y a las maduras, en las movidas políticas, en las barreras de sombra y en las gradas de sol-: cuando se trata de coger el descabello para dar el pasaporte al oponente. ¿Por qué no deja que sigan hablando los que de verdad saben distinguir un capote de una muleta? Que les dedique la montera, como diría alguno...

Recomendación dominguera

Ahora que Rosa Jiménez Cano me ha citado en su blog -esta tía es la hostia, nunca deja de sorprenderme-, he de cuidarlo un poco más. Así que recomiendo, como cada domingo, la última de El Mundo.
Además de querer parecerme a Audrey, también quiero ser la Rigalt. Lo mío es un transtorno de personalidad en toda regla.

sábado, julio 01, 2006

Somos más de lo que pensaba

A todos los que me sufrís: soy más normal de lo que parece. Además, muchos de los grandes genios son o han sido ciclotímicos. Eso no quiere decir que yo vaya a ser un genio, pero igual me tranquilizo pensando que tengo más posibilidades de hacer algo con mi vida.

Locos por la moda


"La autoridad de la moda es tal, que nos obliga a ser ridículos para no parecerlo". Sanial Dubay
Pues nada... me pongo el traje de flamenca y dejo de estar a la moda en un pispas. Parecería ridícula, pero no lo sería... ¿no? Va a ser que aún no me he despertado...

Perder a los puntos

Hoy entra en vigor el carnet de conducir por puntos. Manda huevos. Ya hay puntos para todo. Para estrenar teléfono, para conseguir una batería de cocina en el súper, para hacer transferencias bancarias online... hasta para conducir tranquilo o al borde de un ataque de nervios porque sólo te queda un punto y si pierdes los nervios delante de un semáforo en ámbar porque llegas tarde a una entrevista y se va el entrevistado y pierdes la exclusiva de tu vida, entonces igual los pierdes todos -los puntos- y tienes que volver a la autoescuela, con lo mal que te caía la secretaria que todos los viernes te hacía gastarte el dinerillo que ganabas dando clases particulares a mendas que no sólo no querían estudiar, sino que en realidad querían ser vagabundos.
Esto me recuerda que hoy tengo que ir a recoger una multa a correos. Creo que es por pasarme unos minutos en la ORA. O por aparcar en doble fila en la puerta de un garito que tiene aparcacoches. ¿Cuántos puntos me quitarían a partir de hoy?
Se siente, amigas... desde esta noche nos toca paseo antes del bailoteo. Que me veo en una autoescuela llena de niñatos con pantalones cagaos y greñas sin lavar en tres semanas, aguantando el rollo de turno sobre la prudencia... y no.

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