jueves, marzo 31, 2011

Un suicidio por entregas



Ayer tuve una charla de esas que no acaban nunca, pero que tampoco deseas terminar en ningún momento. Charlas al lado de una puerta que no se abre, porque el adiós definitivo nunca llega. Son conversaciones preñadas de temas que surgen, uno tras otro, como eslabones de una memoria perdida, quizá algo nostálgica, que sólo cobra vida cuando alguien la nombra y convierte el recuerdo en una sucesión de frases con cierto aroma a naftalina.

Hablábamos de cómo eran las cosas antes y de cómo son ahora. Aunque yo, más que hablar, escuchaba, primero porque no tengo edad de vivir del pasado y segundo porque me gusta empaparme de esas sonrisas que, entre arrugas, desempolvan la historia de un tiempo que no fue mejor, pero ahora lo parece.

La maestra Nati y Raúl, su sastre, me contaban cómo se respetaba antes a los toreros. Y qué torería derrochaban. El señorío de entonces. Las palabras que valían mil veces más que las firmas. El ansia de triunfar. De ser figura. La capacidad de sacrificio. El marcharse a América con un par de vestidos prestados, pero con la idea clara de que, a la vuelta, traerían tanto dinero -y tanta fama- ahorrados como para hacerse siete trajes nuevos.

Ahora ya nada es así. Pocos toreros tienen torería -y no es un juego de palabras-. Muchos -toreros y no- no conocen el señorío si no es en una etiqueta de vino. La gente -dejémoslo en un plural mayestático- no tiene palabra ni aunque la firme ante notario. El ansia de triunfar no es más que antojo de ser rico -o de conseguir pagar las deudas a quien les puso dinero para el capricho-. La figura se hace de papel cebolla y el sacrificio se limita a la cruz que algunos se empeñan en colgarse al cuello aunque luego vayan de ateos, que siempre queda más moderno.

Y fuera del toreo aún truena con más fuerza. No se respetan los galones. No hay formas -y el fondo se ha extinguido-. La verdad se ha convertido en algo que no es del todo mentira y ya pocos son capaces de dar la vida por una idea porque su vida es poco menos que un suicidio por entregas, asistido por el efecto narcótico del que nada espera porque lo tiene todo. O eso cree.

martes, marzo 29, 2011

Fuentes de empoderamiento

Mona Hatoum, Por encima de mi cadáver, 1988-2002

La primera vez que oí la palabra "empoderamiento" creía que tenía un tapón de cera en la trompa de Eustaquio. Me parecía un extraño remake hecho del apoderamiento taurino y la empatía que tienen los seres humanos más volcados con otros seres de su misma especie. Y un apoderado empático es un ente de "tauroficción", como diría mi colega Enrique Mazas.

Pero hete aquí que eché mano del diccionario –y de algún que otro post escrito por féminas puestas en la materia– y me apunté la palabreja en mi moleskine. Porque resulta que el empoderamiento hace referencia a la fortaleza de cada cual para controlar su propia vida.

Y precisamente de empoderamiento es de lo que trata la exposición Heroínas, del Museo Thyssen y la Fundación Caja Madrid. De mujeres inspiradoras, creadoras, dominadoras, triunfantes. Protagonistas de su propia vida. Rebeldes, dirán algunos. Valientes, digo yo. Porque ser ahora una mujer inspiradora, creadora, quizá dominadora y de algún modo triunfante no es tan difícil. Pero conseguirlo en el siglo XV era casi un milagro. Y pese a ello, algunas lo consiguieron.

Por eso no pienso perderme esta exposición. Para ver si me inspiro. Si me rebelo –contra mí misma, sobre todo–. Si me da por crear. Si domino mi carácter –y mi ciclotimia irredenta–. Si, así, siendo más valiente, salgo triunfante de la lucha que mantengo con mi otro yo cada minuto.

Heroínas. En el Museo Thyssen y la Fundación Caja Madrid. Hasta el 5 de junio.



Vídeo: AVNC

domingo, marzo 27, 2011

El dilema de informar

Lo cuento o no. Lo digo o no. Y si lo digo, cómo lo digo. Hasta dónde cuento. Qué me callo. Y por qué tendría que callármelo.

Me lo pregunto al calor del debate sobre el "efecto llamada" que generan las informaciones sobre violencia de género. Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la cuestión, nos contaba ayer en "El Sexto Grado" de laSexta Noticias que el 70 por ciento de los asesinatos por violencia machista suceden en los tres días siguientes a que se difunda uno previo. Y que suele reproducirse el modus operandi. Y se pregunta si ante esta situación no cabe pensar en que una reducción de las noticias sobre el particular no redundaría en una disminución de los asesinatos.

Yo no lo tengo claro. No soy experta en la materia -ni forense, ni psicóloga, ni ná de ná-, pero me he cruzado alguna que otra vez al pitón contrario de la violencia machista y, al menos en mi caso, la certeza de tantas mujeres muertas, arrojadas una tras otra como un amasijo de cifras, mas sentidas como una llaga purulenta en un alma a medio consumir, han supuesto un motivo para zarandear a quien vive bajo ese yugo y darle fuerzas para trepar por la pared de un callejón con una salida demasiado endemoniada.

Es verdad que transmitir el lado positivo de la historia -cuando lo hay- tiene más y mejor efecto. Contar en positivo es como contar dos veces. Pero contar, sin más, es una manera de denunciar, y una razón para que quienes sufren griten y busquen solución a su dolor.

[P.D.: Hay miles de maneras de ayudar a quienes sufren la violencia machista. La primera, animar a utilizar el 016, un teléfono de ayuda gratuito que no deja rastro en la factura telefónica. Otra, educar en valores. Enseñar a los pequeños la importancia de la igualdad y el respeto a la diferencia, para evitar que la sociedad siga engendrando nuevos maltratadores. Es lo que hace la Fundación José Tomás y por eso voy a donar a ese proyecto los derechos de autor de Tinta y oro].

viernes, marzo 25, 2011

Jimina Sabadú, talento multidisciplinar

Leer Celacanto (Ed. Lengua de Trapo) es volver a la infancia. Es regresar a los miedos infantiles. A los chulitos de barrio que le hacen la vida imposible a los más sensibles del grupo. A la aversión por los monstruos de agua que pueden esconderse debajo de la cama. Es sumergirse en un mundo de fantasía bajo el que late la crítica hacia una sociedad que rechaza al débil.

Y leer Celacanto es también aproximarse a un tipo de experiencia nueva, que mezcla lo literario con lo cinematográfico, porque la narración es tan visual que parece una imagen en sí misma.

Quizá sea porque su autora, Jimina Sabadú, ha estudiado cine y a la crítica del ídem se dedica en su videoblog Otaku y Carcamal, de la revista Fotogramas. Y escribe guiones desde hace años, largometraje (La máquina de bailar) incluido.


miércoles, marzo 23, 2011

Adiós a los ojos violeta


Los ojos violeta. "Los", porque sólo hay unos. Y lo curioso es que con ellos, más que mirar, atraía pupilas ajenas. Todas.

Melancólicos. Seductores. Misteriosos. Profundos. Serenos. Sensuales. Magnéticos.

Ella estuvo a la altura de su iris. Visceral. Hoy gata que araña, mañana Mujercita que embelesa. Nadie logró responder a la pregunta de ¿Quién teme a Virginia Woolf?, pero a ella la temieron igual que la adoraron. Porque temer, en el fondo, es una forma de adorar. Y no hay adoración sin cierto temor.

Elizabeth Taylor ha cerrado los ojos violeta.

Papá, ¿por qué me gustan los toros?


Han pasado siete días desde que llegué de Valencia y aún no he tenido valor para relatar mis vivencias mediterráneas. Justo es decir que siempre me pierdo las mejores tardes -o sea, Manzanares, Capea y Fuente Ymbro- y que por tanto mi visión puede resultar catastrofista en exceso.

En cualquier caso, me pregunto si tres tardes salvan una feria. Y a la espera de la respuesta, allá que voy, rascando sobre las pieles muertas de una memoria psoriásica, para rememorar -no sin cierto escalofrío- poses ortopédicas de algún que otro aspirante, toros ratoniles necesitados de un chute de ginseng, brindis al público que se me antojan brindis al sol o toreros que se cargan a los toros antes incluso de entrar a matar.

Pero no todo ha sido negativo: en Valencia me han tratado fenomenal -Nacho Lloret es un as de las relaciones públicas; que aprendan muchos otros pseudoempresarios y jefes de incomunicación- y además he aprendido algunos conceptos taurinos.


lunes, marzo 21, 2011

Tu sino es vivirte

Hoy es primavera. No lo dice El Corte Inglés. Lo cantan los meteorólogos y lo refrenda un sol que no calienta y un airecillo que huele distinto pero engaña y regala resfriados.

Y como es primavera, también es el Día de la Poesía. Y yo son estos pelos. Y sin un verso que echarme a los ojos.

Intento remediarlo deprisa y corriendo. Buscando entre mi biblioteca –qué bien suena, aunque tenga cuatro libros mal contados– encuentro un poema de Pedro Salinas que quiero tatuarme en el alma.

Tu tarea
es llevar la vida en alto,
jugar con ella, lanzarla
como una voz a las nubes,
a que recoja las luces
que se nos marcharon ya.
Ese es tu sino: vivirte.
No hagas nada.
Tu obra eres tú, nada más.

"Despierta. El día te llama", Pedro Salinas

sábado, marzo 19, 2011

Mi padre es mi madre

Hace años que no celebro el Día del Padre. En realidad pienso que celebrar, celebrar, lo que se dice celebrar, nunca lo he celebrado. A mi padre esto del consumismo le gustaba lo justo y los regalitos no es que le dieran igual, es que hasta le repateaban. Cosas de la posguerra, supongo. O de la austeridad castellana, quizá.

Desde que mi padre no está, mi madre recibe regalos míos y de mi hermano algún que otro 19 de marzo. Ella es nuestra madre y nuestro padre. Y no es que lo sea ahora: lo fue siempre.

Ella nos dio cariño y valor. Ella nos dio principios. Ella trabajó dentro y fuera de casa para que no nos faltase de nada -ni siquiera un capricho. O tres o cuatro-. Ella se quedó con nosotros hasta no sé qué hora de la noche para preguntarnos la lección cuando teníamos un examen. Ella nos acompañó al médico. Ella nos arregló los juguetes rotos. Ella nos colgó las estanterías de la habitación. Ella se echó la familia a la espalda para que no terminásemos hechos trizas.

Por eso hoy le escribo estas líneas. Porque ella siempre ha sido, también, mi padre.

viernes, marzo 18, 2011

José Tomás, comprometido contra la violencia de género


Serio, pero con el rostro henchido de satisfacción. Con los ojos brillantes. Satisfecho por saber que su toreo tiene sentido más allá del ruedo. Que sirve, por ejemplo, para animar a chavales a leer y a escribir sobre un problema social de grandes dimensiones: la violencia de género.

José Tomás ha hecho el paseíllo hoy en Galapagar para entregar los premios del concurso de redacción que organiza su fundación. Su discurso, breve pero certero, pone el acento en la necesidad de aceptar, reconocer y valorar las diferencias entre sexos –porque es lo que nos enriquece–, pero también en la obligación moral y social de condenar las desigualdades.

Os dejo su intervención completa, en vídeo y en texto. No tiene desperdicio.


"El bolígrafo de gel verde": entrevista y sorteo

Eloy Moreno es uno de los escritores revelación del momento. Compró un libro de un autor de referencia, un premio de ésos de relumbrón. Lo leyó y no le dijo nada. Y entonces se preguntó por qué no escribir lo que llevaba dentro. Por qué no darle forma a una historia que sí enganchara. A la historia de un hombre atrapado por la rutina al que una sucesión de hechos aparentemente sencillos e inconexos le llevan a que su vida dé un vuelco radical.

¿Y qué si él no era conocido? ¿Y qué si ninguna editorial le publicaba su sueño con forma de novela? Él mismo se encargaría de editarla. Y de recorrer las librerías para conseguir que lo vendieran. Y de promocionarla.

Y así fue como consiguió que su libro, El bolígrafo de gel verde, se convirtiera en un fenómeno de ventas. Y que la siguieran más de 2.000 personas en Facebook. Y que sus comentarios sobre la novela en la Red llegasen a oídos de las editoras de Espasa, que se pusieron en contacto con Eloy Moreno para hacer una edición de la novela.

Una que ya se han convertido en seis en poco más de un mes. El propio autor lo explica con cierta incredulidad: «Hemos conseguido lo que parecía impensable: que una novela de un autor desconocido llegue a ocupar las estanterías de las grandes librerías».


jueves, marzo 17, 2011

Gambarimasu

Foto tomada del blog Temblores, Terremotos y Sismos


Gambarimasu. Gambarimasu. Gambarimasu. Voy a teclearlo unas cuantas veces, mientras recito la letanía de cinco sílabas en voz alta.

Cinco sílabas nada más que llevan con ellas toda una cultura de perseverancia, de entrega, del convencimiento de que sólo dando lo mejor de uno mismo se es capaz de sobrevivir al más trágico de los designios.

Gambarimasu es una palabra -o quizá un concepto- que permite comprender por qué los japoneses evitan los numeritos ante las cámaras. Por qué no convierten su dolor en una tragedia griega. Por qué entre sus calles no se adivina el eco de las plañideras.

Los japoneses no lloran. Al menos no mientras les ven. No está bien visto importunar al prójimo con tus desgracias. Pero, sobre todo, no está bien visto perder el tiempo en lamentos cuando la única solución para reconstruir tu vida es entregarte, luchar, dejarte el alma en dar lo mejor de ti mismo para recuperar lo que un día tuviste. O al menos para intentarlo.

Repitan conmigo: gambarimasu. Gambarimasu, gambarimasu. Gambarimasu.

martes, marzo 15, 2011

Competencia desleal

No está bien visto pedir lo que es tuyo. Ni siquiera cuando te lo has ganado en el ruedo. Es mejor ir de corderito degollado, dejarte mangonear para aparecer en cualquier cartel de cualquier feria y aguantar el vaivén de la marea, intentando no ahogarte en la corriente rastrera de un negocio cainita.

Vengo pensándolo desde hace días y lo escribo tras leer la entrevista de Marco A. Hierro a Juan Mora. El de Plasencia ejemplifica la competencia desleal en el toreo. Lleva años en su casa porque no acepta jugarse la vida por cuatro perras. Porque le sobra torería y prefiere pegarle muletazos al aire que sufrir cornadas en el alma.

Menuda lección. De saber estar. De elegancia. De firmeza. De hombría. Y no sólo para los toreros, sino también para los adláteres que van a rebufo dequien se deja. Para los que son capaces de quitarle el pan al de enfrente sólo por acaparar una firma más. Por cortar todo el bacalao.

Valencia se autojalea a la sombra de unas nubes que presagian taquillas mojadas. Y una vez más en el callejón aparecerán muchos profesionales, sí, pero también más de un gualtrapa que, a falta de talento, sólo tiene amigos que llevarse a la boca.

Ay, amigos. Qué necesarios son para torear. Y para que no te toreen. Y para cortar el bacalao. Pero ojo, que algunos peces tienen demasiadas espinas. Y más de uno podría terminar atragantándose por querer comerlo todo.

Publicado en Burladero.com.

domingo, marzo 13, 2011

Por qué recelo del G10

Foto: Uly Martín para El País.

Hace unos días mantuve una interesante discusión/conversación en Twitter acerca del G10 (torero, se entiende). Algunos amigos taurotwitteros me achacaron "estar de uñas" contra ellos. Yo intenté explicarme, pero, como 140 caracteres no son suficientes para darme a entender, hoy he dedicado mi firma invitada en el programa "Los Toros" de Radio Jerez a dar mis motivos para recelar de la avanzadilla de figuras en favor de la culturización política de la tauromaquia.

Aquí os la dejo.


sábado, marzo 12, 2011

Infierno de agua



Cuando el mar se come la tierra y arrasa 8 kilómetros de ciudad en apenas unos segundos, el infierno deja de ser una metáfora. Japón se quema entre llamas y se ahoga en las aguas de un océano que ha convertido las calles en un averno de escombros.

Los puentes, destrozados, son el camino hacia ninguna parte. Igual que las vías del tren, ahora hilos rotos sobre la tierra abierta. Los vagones, tirados entre los restos de las casas. Los coches, naufragando entre un caudal fiero que arrasa los edificios y deja los barcos anclados a un infierno de lodo.

Los japoneses con más suerte se asoman a la tragedia desde las azoteas. Sólo allí están seguros y, sin otra vía de comunicación posible, los tejados son su único medio para pedir socorro.

Huir es para muchos la única esperanza. Pero los aeropuertos que han quedado en pie, como el de Haneda, en Tokio, están colapsados. 23.000 pasajeros han quedado atrapados en los dos aeropuertos de la capital nipona. Con carreteras y vías férreas destrozadas, el aire es la única opción para escapar del caos.




Pincha aquí para ver el vídeo relacionado en laSexta Noticias.

La top tras el objetivo

Helena Christensen, con María Valverde


Helena Christensen nunca ha sido una top al uso. No lo fue subida al andamio de la pasarela y sigue sin serlo después de apagarse los focos.

Lo acaba de demostrar con su nueva exposición fotográfica, “Rampurwa, Nepal”. Se trata de una serie de fotografías que ilustran su compromiso social, en este caso con el leitmotiv del cambio climático.

Una de las fotografías realizadas por Helena Christensen

Ojos que preguntan desde unas pupilas profundas. Rostros curtidos más por la pobreza que por el sol. Manos encalladas y, sin embargo, prestas a la caricia. Helena Christensen ha conseguido que su objetivo capte “cómo las personas en Nepal están cambiando sus vidas para hacer frente al clima, que se vuelve cada vez más impredecible y extremo, que destruye sus casas y cosechas. Son las mujeres quienes están al frente de esta batalla –explica la top-, un hecho que es especialmente doloroso esta semana en que se celebra el centenario del Día Internacional de la Mujer. En Nepal y en cualquier otro lugar la desigualdad es aún una injusticia grave”.

La exposición puede verse en el espacio contiguo a la nueva tienda Hoss Intropia de Valencia (la más grande de la marca en todo el mundo; c/ Sorní 12), de 10 a 14 y de 16 a 20 horas.

Publicado en Todo sobre mis trapos.

viernes, marzo 11, 2011

Walter Riso: "El desamor es un problema de salud pública"

Foto: Web oficial de Walter Riso.

Pocas veces un libro de autoayuda me sugiere una entrevista literaria. Demasiadas prescripciones predecibles. Pocas frases para recordar.

Pero nadie quiere morir de amor. Y que levante la mano quien no ha muerto y ha tenido que resucitar, como buenamente ha podido. Por eso el nuevo libro de Walter Riso, Manual para no morir de amor (Ed. Zenith), me ha picado la curiosidad.

Se lee rápido y con facilidad. Todo se basa en «Diez principios de supervivencia afectiva» que, asegura el psicólogo italo-argentino —residente en Barcelona—, bien aplicados, nos permiten conjurar el peligro de sufrir mal de amores. Y una no puede evitar preguntarse si este doctor ha tomado de su propia medicina: «He sufrido poco por amor. En mi adolescencia, quizá una vez o dos, pero he tratado de aplicar lo que yo mismo recomiendo en mi libro y no me ha ido mal. Nunca se puede cantar victoria, pero no creo que, estando cerca de los sesenta años y con una esposa formidable, vaya a sufrir por amor ahora».

miércoles, marzo 09, 2011

Los ojos de Carmen



Carmen padece glaucoma. Lo cuenta hoy en El Mundo. Valiente como siempre, honda y torera, la Rigalt aprovecha su "rinconcito" para hacerse eco de una enfermedad que a menudo se diagnostica demasiado tarde.

Fue lo que le sucedió a ella, que meses después de "tropezar con todo" y lucir "las piernas llenas de moratones" se enteró de que se estaba quedando ciega. Así, sin eufemismos. Sin esa corrección política para la que Carmen no está hecha.

Con coraje, echando la pata p'alante como el más bravo de los toreros, la Rigalt ha logrado frenar el deterioro de sus ojos. Dice que un colirio es "el hilo de visión" que le queda. Y que a través de él espera "disfrutar de las últimas páginas bellas de la vida".

Creo que a Carmen le quedan muchas páginas bellas por leer. Y, sobre todo, muchas páginas bellas por escribir. Por regalarnos. A mí acaba de obsequiarme con quince de las más maravillosas que he leído nunca. Hoy he leído el prólogo que coronará Tinta y oro y me he estremecido. Y he recordado aquella primera tarde con Carril, la dedicatoria de Mi corazón que baila con espigas, la tarde de su entrevista, las comidas de régimen, las charlas de amores, los correos con consejos.

Y, aunque ella dice que "la mirada de la gente que no ve es inquietante, a veces sombría", yo me asomo a los ojos de Carmen y sólo veo la luz de una mujer auténtica.

P.D.: No os perdáis la entrevista que hoy le ha hecho Carlos Herrera en Onda Cero. Aquí os dejo el link.
P.P.D.: Si queréis más información sobre el glaucoma, acudid a vuestro oftalmólogo. Si domináis el inglés, en la web de la Asociación Mundial del Glaucoma encontraréis recursos interesantes. Y recordad el lema de esta Semana del Glaucoma: "Gana tiempo, no pierdas visión".

martes, marzo 08, 2011

Cuotas no, gracias


8 de marzo. Día Internacional de la Mujer. O de la Mujer Trabajadora. Ya le han dado tantas vueltas que no sé ni lo que toca.

Sinceramente, no me siento demasiado identificada con la fecha. Quiero que mi día, como mujer, como trabajadora y como persona, sea todos los días. Igual que el de todos los hombres. Quiero tener los mismos derechos, aun sabiendo que no somos iguales y que precisamente en nuestras diferencias estriba la riqueza que podemos aportarnos.

Y me espantan noticias como la que leo hoy en la portada de elmundo.es:


Me viene a la cabeza la conversación que mantuve con Cristina Sánchez para Tinta y oro. Ella, a la que muchas feministas han enarbolado como heroína, se desmarca del concepto paternalista y protector que muchas mujeres tienen a la hora de defender sus derechos.

lunes, marzo 07, 2011

"La única persona que se interpone en tu camino eres tú misma"



Una historia de perfección. Una obsesión. Un querer y no poder. O un poder sin querer. O quizá un no querer del todo. Querer ser perfecta, aun sabiendo que la perfección no existe. Y que si existe impide que continúe la vida. Acaba con todo lo demás. No te deja seguir viviendo. Porque si ya has logrado el todo, ¿de qué sirve seguir respirando?


domingo, marzo 06, 2011

Paco de Lucía o el ansia de ser el mejor


No soy de las que van diciendo que sólo ven La 2. Tampoco me lo pregunta nadie. Y, si lo hicieran, no tengo por qué mentir: veo informativos por obligación y cotilleo por necesidad de narcotización. Pero a veces el zapping te descubre joyas ocultas en la parrilla que valen por toda una TDT de basura infame.

Así me sucedió el viernes con el documental sobre Paco de Lucía que emitió el canal más visto en las encuestas y más ignorado en el mando a distancia. Dice RTVE en su web que es "la primera biografía autorizada del guitarrista".

Pero no lo venden bien. Es una hora y media de arte concentrado, de fogonazos de genio, de confesiones a media voz, de rasgueos magistrales, de caricias sinfónicas ayunas -qué falta les hace- de solfeo.


sábado, marzo 05, 2011

Cuestión de decisión

Mi cabeza me ha traicionado. Lo hace a menudo, impulsándome a pensar cosas sin sentido, a buscarle al gato todos los pies que no tiene y a exprimir los asuntos hasta encontrarles explicaciones del todo incongruentes. Y siempre dolorosas.

Pero esta vez, además, me ha traicionado con una jaqueca que me ha tenido fuera de juego desde el miércoles. Quiero consolarme pensando que me habéis echado de menos. Pelín creída que es una. Supongo que me equivoco. Pero, por si acaso, pido disculpas por la ausencia y trato de redimirme con una fábula que encontré el otro día en el blog de Marc Vidal –un gurú del 2.0 al que conviene seguir si a uno le interesa el mundillo– y que me ha animado a tomar alguna decisión importante. O a pensármelo. A echarle valor, en todo caso.


viernes, marzo 04, 2011

Ángela Vallvey: "Corremos el riesgo de convertirnos en marionetas de un tirano que nos paga poco"

Foto: Rai Robledo.

Unos gatos desaparecidos. Una viuda ociosa. Un juez con demasiados casos sobre la mesa. Una niña que quiere salir de la pobreza y termina por ahogarse en la tormenta negra de la explotación sexual. Y, sobre todo ello, los tentáculos de las mafias rusas. La crueldad. La sordidez.

Ángela Vallvey ha removido tan a fondo el turbio asunto de las mafias de Europa del Este en su nuevo libro (El hombre del corazón negro, Ed. Destino), que ahora hasta evita pasar por la calle Montera para no ver tanto rostro desolado. Los ojos implorando libertad. Las bocas tapadas por una mano invisible pero implacable, dura y asesina. Los cuerpos al aire de unas mujeres que saben que han perdido todo poder sobre esa piel y que, en cierto modo, tampoco tienen ya el control de su alma.

«Es una obra de ficción, con componentes del periodismo de investigación», explica la autora, que, ante la cifra de las 70.000 mujeres que cada año son engañadas y sometidas a esclavitud sexual en Europa, ha decidido no volver la cara y empuñar su pluma para dar voz a quien la ha perdido.

martes, marzo 01, 2011

¿Tu casa habla?

Hay casas que hablan. La mía no. Y mejor que no lo haga, porque tiene tantas pelusas últimamente que se atragantaría, la pobre. Alergia, será.

Pero sí, sí, hay casas que hablan. Que se convierten en arte en función de cómo coloquemos los objetos. Y, sobre todo, que dicen mucho de quienes en ella habitan.

Lo cuenta Judit Uzcátegui en El imaginario de la casa en cinco artistas contemporáneas: Remedios Varo, Louise Bourgeois, Marjetica Potrč, Doris Salcedo y Sydia Reyes, la nueva publicación de Eutelequia que se presenta el jueves 3, a las 19 horas, en la librería La Central (Ronda de Atocha, 2. Madrid).

Os dejo la invitación por si os animáis. Si no fuera porque tengo que trabajar para seguir manteniendo mis cuatro paredes –pelusas incluidas–, yo también iría.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...