Sin embargo, con los años que se van, la cosa cambia. Salvo en contadas ocasiones, adoro decir adiós al "Año Viejo" y estreno con ansias desmedidas los 365 días que tengo por delante –ilusa de mí, por cierto, como si sólo se pudiera estrenar el 1 de enero, cuando, en realidad, uno quita lazos y desenvuelve momentos infinitos cada vez que despierta–.
Mañana es uno de esos días. Mañana brindaré con las personas que más quiero para dar gracias por los días que se van y para pedir, a Dios rogando y con el mazo dando, que los días que llegan sean, al menos, tan buenos como estos últimos. Y si no, que nos pillen confesaos. Digo.
Lo cierto es que, antes de hacer propósitos –que no cumpliré, vive Dios, de ahí mi alma devezencuandaria y ciclotímica–, quiero echar la vista atrás y repasar lo que me dejó este final de década.
ENERO
Un presentimiento.
Una llamada.
Un cambio.
El cambio.
FEBRERO
Una ilusión.
Un proyecto.
Una sorpresa.
La creatividad.
MARZO
Una vuelta a la raíz.
Un vaivén sin sentido.
Una meta cumplida.
La primavera.
ABRIL
Una mirada.
El verde.
Un concierto.
El principio.
MAYO
Una tormenta.
Una feria.
Una intuición.
El cariño.
JUNIO
Una década.
Una certeza.
Una apuesta.
El futuro.
JULIO
El sol.
Los viajes.
Las horas juntos.
Los dos.
AGOSTO
Una caída.
Un mal sueño.
Una determinación.
La determinación.
SEPTIEMBRE
Un castillo.
Una montaña.
Un bautizo.
La certeza.
OCTUBRE
Tu sonrisa en Notre Dame.
La lluvia en Saint Étienne.
El sol frente al Louvre.
Siempre nos quedará París.
NOVIEMBRE
Una cena de chino en viernes.
Un finde cultureta.
Unas gominolas para compensar los malos tragos.
El desayuno de cada sábado.
DICIEMBRE
Un árbol de juguete.
Tus regalos por sorpresa.
Mi regreso.
Nuestras primeras Navidades.
... y ser del Atleti, aunque todavía no sepa por qué.
FELIZ 2010
Un presentimiento.
Una llamada.
Un cambio.
El cambio.
FEBRERO
Una ilusión.
Un proyecto.
Una sorpresa.
La creatividad.
MARZO
Una vuelta a la raíz.
Un vaivén sin sentido.
Una meta cumplida.
La primavera.
ABRIL
Una mirada.
El verde.
Un concierto.
El principio.
MAYO
Una tormenta.
Una feria.
Una intuición.
El cariño.
JUNIO
Una década.
Una certeza.
Una apuesta.
El futuro.
JULIO
El sol.
Los viajes.
Las horas juntos.
Los dos.
AGOSTO
Una caída.
Un mal sueño.
Una determinación.
La determinación.
SEPTIEMBRE
Un castillo.
Una montaña.
Un bautizo.
La certeza.
OCTUBRE
Tu sonrisa en Notre Dame.
La lluvia en Saint Étienne.
El sol frente al Louvre.
Siempre nos quedará París.
NOVIEMBRE
Una cena de chino en viernes.
Un finde cultureta.
Unas gominolas para compensar los malos tragos.
El desayuno de cada sábado.
DICIEMBRE
Un árbol de juguete.
Tus regalos por sorpresa.
Mi regreso.
Nuestras primeras Navidades.
... y ser del Atleti, aunque todavía no sepa por qué.
FELIZ 2010
Noelia, menudo reportajon!
ResponderEliminar"como si sólo se pudiera estrenar el 1 de enero, cuando, en realidad, uno quita lazos y desenvuelve momentos infinitos cada vez que despierta"–. <---(esto me ha encantado)
Estás lo más de "Flamenca-Rouge".
Y con ese momento "Roberts" en la foto del vestido-lunar.
Que disfrutes lo que queda de tus primeras fiestas en compañía.
Y buen 2010!
Besos!.
¡Feliz año, Noelia! :)
ResponderEliminarWilliam... ¡¡me vas a sacar los colores!! Gracias por tus piropos. Yo también te deseo lo mejor, para estas fiestas, para el próximo año y para los miles de días que quedan por estrenar.
ResponderEliminarPetrarca, ¡Feliz Año para ti también!
Hola, blogueando que está uno y he dado por acabar en el tuyo.
ResponderEliminarMe gustan las fotos que has sacado de Sevilla.
Te felicito por tu blog.
Feliz año
Gracias, Bate. Yo tendré que leer los tres blogs que profesas con algo más de detenimiento, pero prometo hacerlo. Sevilla lo merece.
ResponderEliminarFeliz Año para ti también y gracias por tu visita.