Foto: AP
Hay muchas razones para indignarse. Cada día, cada página de periódico nos echa a la cara tres o cuatro. O cinco o seis. Pero estamos alelados, sin inmutarnos, como si la cosa no fuera con nosotros. Como si todo se tratase de un mal sueño del que alguien nos va a despertar con una caricia. Y en lugar de caricias, sólo hay bofetadas, que no sólo no nos despiertan de nada, sino que nos dejan claro que la pesadilla no es más que la cruda realidad.
Frente a esta apatía general en la que andamos sumidos, un señor nonagenario ha decidido actuar con las letras en la mano. Con Indignez vous!, un libro de poco más de treinta páginas, Stéphane Hessel ha herido las conciencias de más de un millón de franceses y se ha convertido en uno de los fenómenos editoriales más impactantes que se recuerdan.
Este manifiesto era hasta ahora una joya virgen en el idioma galo. Sin embargo, la editorial Destino publicará ¡Indignaos! en español el próximo 22 de marzo. Para los que renieguen de las traducciones, un dato que les hará interesarse por esta edición: José Luis Sampedro imprimirá su firma en el prólogo y así unirá sus reflexiones a las del francés que ha movido corazones enarbolando la bandera de la "insurrección pacífica".
Hessel no ejerce de mesías. Escribe de lo que sabe y sus lecciones las ha aprendido a golpes de bruta realidad. El francés sobrevivió a la tortura y la deportación en el campo de concentración de Buchenwald y en 1948 formó parte del equipo internacional que redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Por eso el testimonio de este veterano de la Resistencia francesa es tan aclamado: porque sabe lo que dice y dice todo lo que sabe. Así, de su pluma suenan mejor frases que en otros parecerían huecas, como que "ya es hora de que la preocupación por la ética, por la justicia, por el equilibrio duradero prevalezcan".
(Publicado en Diariocrítico).
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