viernes, febrero 25, 2011

Todo sobre mis trapos | Así las lía Juanito

La que has liado, Juanito. La que has liado. Porque a ti te conocerán como John y te venerarán como Galliano, pero no dejarás nunca de ser Juanito (o Juan Carlos, que tal fue tu nombre de pila). La que has liado en París es de chiste. Pero de los malos. Y en los chistes siempre viste más un “Juanito” que un “John”, por muy british que sea.

Te salió la vena racial mediterránea. El deje gibraltareño. Un cafelito en un sitio bien de París –porque supongo que tú no frecuentas tugurios-. O más bien un carajillo demasiado cargado –que la prueba de alcoholemia revela que ibas demasiado contento-. A la primera de cambio, ¡zas!, coges y pones a caer de un burro a una parejita que degustaba su tarde acaramelada –o no, no sé, pero queda bien para el relato-. No han trascendido las palabras gruesas: el teletipo se limita a referir “insultos antisemitas y racistas”. Como si tú fueras de raza aria, hay que ver.

Que tú naciste en Gibraltar, te criaste en los suburbios londinenses y, por mucho talento que tengas, si no llega a ser por Anna Wintour (todopoderosa editora de Vogue USA) y Bernard Arnault (jefe supremo del imperio LVMH), quizá estuvieras buscándote la vida por las calles de París. Que allí fue donde te lanzaste, porque en Londres no terminaba de encajar tu personalidad extravagante.

Dior no te ha perdonado el numerito. El emblema de la elegancia –con permiso de Yves Saint Laurent- te ha puesto de patitas en la calle. Les ha dado igual que fueses su imagen desde hace diez años. Que llevases las riendas de la firma desde su 50º aniversario, en 1996. Que hubieras llevado sus colecciones a cotas inalcanzables de genialidad. Dicen que lo suyo es “tolerancia cero ante cualquier palabra antisemita o racista”. Y ante eso no hay disfraz que valga. Aunque lleve la marca Galliano.

Publicado en Todo sobre mis trapos.

5 comentarios:

  1. Juanito,Juanito....ya te dije que no salieras que estabas un poco cansado!!!!.
    Por cierto buena foto de Peter .

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  2. En fin, sin palabras.

    Gracias por leer y comentar.

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  3. Si es que no se le puede dejar solo.

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  4. Dentro de nada estarán ofreciéndole el oro y el moro para que vuelva, eso sí, recuperado. C´est la vie.

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  5. Pues quizá sí. La vida es así (yo es que hoy estoy muy cañí, amiga).

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