jueves, septiembre 16, 2010
Ponerse flamenco
Ser flamenco es una actitud. Ponerse flamenco, una situación. Una salida de pata de banco, a veces; una afirmación de la personalidad, otras.
Ser flamenco es tener garra, es tener fondo, es llegar al alma, es hacer de la pasión quejío, es andar con la cabeza alta, es querer y quererse, y querer quererse, y sentir, y sentirse. Ponerse flamenco, decidirse a sentir un poco de todo esto -un poco del infinito-, aunque sólo sea por un momento.
miércoles, septiembre 15, 2010
Concierto en el sofá
Soy vaga hasta para salir. Me envuelve la dulzura de la manta, el tacto ya familiar del cojín acariciándome la mejilla y el soniquete de la tele al otro lado de mi duermevela... y no hay juergas que valgan. No es que la noche me confunda, es que me da pereza. Soy así de sosa.
Por eso me resultan tan interesantes iniciativas como la de Nicko Nogués, creador de 365diasdefestivales.org. ¿Su propuesta? Que acudas a un concierto sin moverte del sofá. Y lo mejor: sin que el artista se mueva de su sofá correspondiente.
Por eso me resultan tan interesantes iniciativas como la de Nicko Nogués, creador de 365diasdefestivales.org. ¿Su propuesta? Que acudas a un concierto sin moverte del sofá. Y lo mejor: sin que el artista se mueva de su sofá correspondiente.
martes, septiembre 14, 2010
Arte con "e"... de "emprendedor"
A los artistas les gusta lamentarse. Regodearse en su genialidad incomprendida. En el escaso paladar del vulgo para saber apreciar el sutil aroma de su obra.
Cuando los euros faltan y el cinturón aprieta –y no por los kilos de más, sino por los ingresos de menos–, no hay arte que valga. Salvo que entendamos por arte el difícil equilibrio de pagar la hipoteca, la letra del coche, la gasolina, el colegio de los niños, los libros nuevos, la TDT, la lavadora que se se ha roto y el IBI que ha subido... y que, después de tamaña odisea, los números rojos no sean lo único que llevarse a la boca cuando llega final de mes.
Cuando los euros faltan y el cinturón aprieta –y no por los kilos de más, sino por los ingresos de menos–, no hay arte que valga. Salvo que entendamos por arte el difícil equilibrio de pagar la hipoteca, la letra del coche, la gasolina, el colegio de los niños, los libros nuevos, la TDT, la lavadora que se se ha roto y el IBI que ha subido... y que, después de tamaña odisea, los números rojos no sean lo único que llevarse a la boca cuando llega final de mes.
sábado, septiembre 11, 2010
Mi 11-S
Cuando vi los aviones haciendo trizas las Torres Gemelas, pensé que deliraba. Llevaba no sé cuántos días con 39 de fiebre, peregrinando de hospital en hospital, cada vez más convencida -maldita hipocondria- de que el hecho de que me diagnosticasen hoy infección de orina, mañana anginas y pasado no sé qué de cervicales, no podía ser otra cosa más que un cáncer con metástasis.
Aquel 11-S llegué al hospital definitivo, más limpio y pulcro que los anteriores. Con tele en la sala de espera. Y fue entonces cuando vi a Ana Blanco contar lo de los aviones. Y a los aviones en sí estrellándose. Mientras, yo me estrellaba contra mí misma y creía que el sufrimiento del mundo no eran más que alucinaciones propias de una mente calenturienta como la mía.
Aquel 11-S llegué al hospital definitivo, más limpio y pulcro que los anteriores. Con tele en la sala de espera. Y fue entonces cuando vi a Ana Blanco contar lo de los aviones. Y a los aviones en sí estrellándose. Mientras, yo me estrellaba contra mí misma y creía que el sufrimiento del mundo no eran más que alucinaciones propias de una mente calenturienta como la mía.
viernes, septiembre 10, 2010
Ser profeta en la tierra
Foto: Toros con Retranca.
No quiero irme a dormir sin felicitar al Ayuntamiento de Galapagar por su última iniciativa. No, no es política –o quizá sí, pero prefiero pensar que no, que hoy me siento inocente–: han escogido para inaugurar sus fiestas al equipo médico que salvó la vida de José Tomás en la plaza mexicana de Aguascalientes.
El consistorio, agradecido por el "milagro" obrado con su mito viviente, ha distinguido con el Galápago de Oro –premio que habitualmente se otorga al triunfador de la feria de novilladas de la localidad– a Alfredo Ruiz Romero y Juan Carlos Ramírez Rubalcaba, facultativos mexicanos, a los que hay que añadir al director de la Fundación José Tomás, Rogelio Pérez Cano, médico personal del torero, que se encontraba allí y estuvo en todo momento al cuidado y atención del diestro galapagueño.
Una de morbo para tomar, por favor
Es habitual que a los periodistas se nos califique de buitres. De carroñeros. De malas bestias. Cuando vamos a informar sobre una tragedia, los insultos vuelan como puñales y van embadurnados con una buena dosis de hiel.
El asunto tiene su gracia: la misma gente que te acusa de fomentar el morbo le pregunta al de al lado de qué cadena eres y a qué hora se emite tu informativo, y, cuando llega el momento, se planta frente a la tele para ver qué cuentas.
El asunto tiene su gracia: la misma gente que te acusa de fomentar el morbo le pregunta al de al lado de qué cadena eres y a qué hora se emite tu informativo, y, cuando llega el momento, se planta frente a la tele para ver qué cuentas.
jueves, septiembre 09, 2010
Los niños que querían demasiado
Una bici con asiento almohadillado. Una muñeca que cante, que recite en verso y que te haga los trabajos del colegio. Un ordenador que escriba solo y estudie por ti. Un menú compuesto única y exclusivamente por chocolate. Que no les regañes. Que no les castigues. Que no les obligues a estudiar. Que les dejes jugar siempre. Y, sobre todo, contigo. Pero no contigo como compi de correrías, sino como pelele desmadejado.
Ésas son algunas de las cosas –sólo algunas– que quieren los niños de ahora. En realidad, podría resumirlo en tres palabras: LO-QUIEREN-TODO. Hasta lo que no es posible. Material o inmaterial. Y hay padres que, con tal de no verles sufrir –o llorar lágrimas de cocodrilo–, son capaces de todo. Hasta de volverse quienes no son.
martes, septiembre 07, 2010
La plaga de la memoria
Si el Alzheimer hubiera existido cuando se escribieron las Sagradas Escrituras, entre las grandes plagas que sufrió el pueblo egipcio habría destacado ésta por encima de las langostas, la sangre, las ranas, los mosquitos, las úlceras, el granizo de fuego y hielo –que ya tiene que ser jodido, ya, quemar y helar a la vez– o incluso la oscuridad.
Porque sí, el Alzheimer es, en cierto modo, una forma de oscuridad, una tiniebla perenne, unas nubes espesas y extremadamente grises, pero, siendo lo tenebroso algo estremecedor, que suele desagradar a no ser que presumas de gótico, se me antoja aún peor que todo eso.
lunes, septiembre 06, 2010
Cuando la vida te apisona
Foto: Generacción.
La vida mata. Es así. Según vives, te vas muriendo. Cada segundo es un segundo más y, a la vez, un segundo menos.
En la mayoría de las ocasiones, la vida mata en silencio. Mano de hierro en guante de seda. Arañando poco a poco, suave, hasta que te desangras por las heridas. Discreta, pero rotunda. Sin embargo, hay veces que la vida te pasa por encima como una apisonadora, y ya no hay guante, ni seda, ni uñas, y todas las heridas son una sola, y es tan grande, y tan "incompatible con la vida" misma, que no tienes más remedio que morirte.
domingo, septiembre 05, 2010
Treguas de blanco satén
Todas las cosas importantes pasan en fin de semana -menos yo, que nací un martes, y como no tengo abuela, me tengo que animar diciéndome estas cosas-. Ya sabía servidora que, si había tregua de ETA -bueno, yo pensaba más en un atentado, que se les da mejor-, me tocaría comérmelo -a mí y al resto de mis compañeros- en sábado o en domingo. Igual que pasó con la muerte del Papa -en fin de semana-, con la muerte de Pinochet -en fin de semana- y con la operación del Rey -en mi primer fin de semana en laSexta-.
Lo que sucede es que la tregua de ahora ya no se la cree nadie. Sobre todo por el tonito de su comunicado, que sigue hablando de "ofensiva fascista" por parte del Estado español y de que "Sin confrontación no se puede superar la negación y la cerrazón", aunque "En ese esfuerzo ha estado y está la mano de ETA tendida, siempre". Con dos cojones. Digo con dos pistolas.
Lo que sucede es que la tregua de ahora ya no se la cree nadie. Sobre todo por el tonito de su comunicado, que sigue hablando de "ofensiva fascista" por parte del Estado español y de que "Sin confrontación no se puede superar la negación y la cerrazón", aunque "En ese esfuerzo ha estado y está la mano de ETA tendida, siempre". Con dos cojones. Digo con dos pistolas.
jueves, septiembre 02, 2010
Ambrossi, el alter ego de Joe Orton
Foto cedida por Javier Ambrossi.
Tiene los ojos tan grandes que no puede evitar hablar a borbotones por ellos. Y reír a borbotones. Y sangrar a borbotones. Aunque los papeles dramáticos no son, por el momento, los que abundan en su repertorio.
Quizá sea porque a Javier Ambrossi lo que le pone a es ir por la vida con la felicidad a flor de labios y, en la medida de lo posible, chutar con esa alegría a los demás. Siempre hay alguien que viene y lo jode, claro, pero Ambrossi lo intenta. Y lo suele conseguir. Que los demás se rían, digo.
miércoles, septiembre 01, 2010
Una "Sonrisa", por favor
La sonrisa está sobrevalorada. Enseñar dientes, a ser posible muy blancos y bien alineados, cotiza al alza, y no sé bien si porque sube la autoestima o porque jode a los enemigos.
Sin embargo, la sonrisa sincera escasea. La sonrisa de corazón, la que te abre el alma del que estira los labios, la que contagia el brillo de los ojos... la de aquel que se siente feliz y lo transmite. Es lo que sucede con Ana Torroja, que irradia más felicidad que nunca y por eso ha titulado su último disco con esa palabra mágica, "Sonrisa".
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