lunes, febrero 26, 2007

Gente

Covi, te propongo una banda sonora para tu última entrada...

El sitio que da el tiempo

Dicen que "el tiempo pone a cada uno en su sitio". Aunque yo siempre apostillo que "el que espera, desespera".

No sé si estaba desesperado, pero Martin Scorsese tiene desde hoy el sitio que merecía. O algo así, porque quizá lo que merecía en realidad era que se le reconociera antes. Pero, como "no hay dos sin tres" y hoy me siento refranera, me viene a la mente eso de que "más vale tarde que nunca".

Mi reloj biológico -que ya empieza a ser casi más efectivo que los tres despertadores que repiquetean mis tímpanos cada mañana- me ha permitido escuchar en directo cómo Martin Scorsese ganaba, después de constatar que las apuestas no iban desencaminadas a la hora de poner en el pedestal de reina del cine a Helen Mirren, para mueca disimulada de Penélope -precioso su bucólico vestido, pero hubiera estado de romper con un tono... no sé... ¿rojo? Una mujer contundente como ella no merece lucir cual pastel-.

Juan Rodríguez Millán no comparte mi reciente inclinación pro-Pe, pero hace un resumen extraordinario, como buen cinéfilo y mejor periodista.

domingo, febrero 25, 2007

Progres de pose

Los ecologistas van de progres en sus furibundos ataques antitaurinos. Y resulta que luego embisten, cual monstruo reaccionario, por la espalda y sin que suene el clarín, a un científico que no trata de defender la Fiesta, sino de estudiar científicamente una especie animal única en el mundo.

Especie que, de no ser por la Fiesta -esto no lo dice el bueno de Illera, que conste-, desaparecería sin remedio y vería cómo las dehesas que puebla se convierten en nuevos poblachos de ladrillo visto.

Israel Cuchillo me sirve en bandeja la documentación, mientras el diario francés Libération se hace eco del estudio. Otro gol de los franceses a sus vecinos catetos mentecatos.

Luis Fernández, de cerca

Apenas sabía nada de Luis Fernández, el primer presidente de la Corporación de Radiotelevisión Española nombrado por el Parlamento. Apenas nada hasta hoy, cuando leo una interesante entrevista de Juan Cruz en EPS.

La conversación no tiene desperdicio, pero entre sus seis páginas me quedo con:

"Para mí, ser periodista es, además de un lujo, una obligación y una responsabilidad con los ciudadanos, con la sociedad. Un día le dije a un jefe mío: 'Tengo pocos principios, pero los que tengo son muy sólidos'".

"El mejor periodismo es el que cuenta las cosas que pasan con el menor número posible de adjetivos, y con el mayor número de datos, para que la gente se haga su composición de lugar".

"Yo creo que lo maravilloso del periodismo es cuando está pegado a lo que quiere el ciudadano que le contemos. Y no pasa".

"Si un periodista no es curioso, no es nada, es una piedra".

"La televisión pública y las privadas no somos rivales, sino complementarias. Y esa dialéctica de elegir siempre entre papá y mamá, o de insultar a unos y defender a otros, me ha parecido una idiotez."

Mi capricho del fin de semana

Este fin de semana no me he comprado ropa. He caído con la música... y ha caído el estreno de Antonio Carmona en solitario... una delicia, sin duda.

La Escuela Taurina, en ABC

La sección de Madrid de ABC se moja con los toros. En el repaso habitual de las noticias locales, descubro hoy, no sin cierta sorpresa, un reportaje de la Escuela de Tauromaquia Marcial Lalanda de Madrid.

En lo único que no estoy de acuerdo es en el titular: torero se nace, pero no se aprende. Como mucho, te arropas con la técnica. Pero si no te parió tu madre torero, ¡ay amigo!, estás perdido.

Un Belmonte de Matrícula

De Matrícula de Honor. Así puede calificarse el Belmonte de Rubén Olmo.

No podía haber mejor manera de comenzar una noche de sábado. En un teatro lleno hasta la bandera -565 localidades, que ya es decir-, el bailarín y coreógrafo sevillano hizo un repaso por la interesante e intensa biografía de Juan Belmonte, perfectamente contextualizada en una época de gloria del toreo y del arte en general, en la que los toreros eran dioses que hacían gravitar a su alrededor a todo bicho viviente, en especial a las mujeres.

Su rivalidad con Joselito es uno de los grandes argumentos del montaje. Rivalidad indiscutible en la plaza, que fuera de los ruedos se transformó en algo más que la amistad. Hasta tal punto, que, tal como recoge "Belmonte, la danza hecha toreo", la muerte de Gallito en Talavera conmociona a Belmonte de tal manera, que el trágico suceso puede señalarse como el inicio de la decadencia del Pasmo de Triana, que le llevaría de cabeza al suicidio, años después.

Hay que ser muy aficionado -y muy bueno- para poner en escena una obra de esta envergadura. Una obra en la que se respira toreo, en la que se dibujan muletazos con cada compás, en la que se siente el miedo del hombre, la gloria del héroe y el embrujo de su figura.

Y todo ello con una técnica inmejorable y un hábil manejo del flamenco, la copla y el clásico español. La combinación mágica de estos elementos -amén de un argumento que engancha desde el principio y que se hace perfectamente inteligible, aun para el espectador que jamás oyó hablar de toros- hace que las dos horas de espectáculo pasen en un suspiro.

No es de extrañar que la última reación de Rubén Olmo figure entre los candidatos al Premio Max de las Artes Escénicas en las categorías de Mejor Intérprete Masculino de Danza (Rubén Olmo, Adrián Mejías, David Coria, David Coronel, Jonatan Miro y Raúl Ortega) Mejor Espectáculo de Danza, Mejor Coreografía, Mejor Dirección de Escena (a cargo de Esteve Ferrer), Mejor Director Musical, Mejor Diseño de Iluminación (Juanjo Llorens), Mejor Intérprete Femenina de Danza (Ana Agraz, Eli Ayala, Sara Campos, Vanesa Vento, Vera León y Victoria Rodríguez), y Mejor Empresario o Productor Privado de Artes Escénicas (Compañía Rubén Olmo y Libélula Producciones S.L., de Oriol Subirana).

Ea. Y los taurinos sin enterarse. Como siempre.

La Penélope de Germán


Los halagos para Pe no cesan. El jueves, Eduardo Mendicutti elogiaba la inmensa capacidad para trabajar de una Penélope "siempre dispuesta a hacer la maleta". Hoy, Almodóvar, que quiere demostrar que es bien nacido siendo agradecido, le responde con un artículo en el que nos regala escenas nunca vistas de la vida cotidiana de una Pe que tiene mucho más que ofrecer al otro lado del escote.

A mí Penélope ni me iba ni me venía. Sólo me recordaba el nombre que nunca se atrevieron a ponerme -el diminutivo fálico les echó p'atrás- y el deseo de Germán. Pero he de reconocer que me está conquistando. Personal y profesionalmente.

No creo que esta noche se traiga el Oscar, pero ya puede considerarse triunfadora. Ha demostrado que es mucho más que una cara bonita. Sólo falta que, allende los mares, los directores tomen buena nota y dejen de ofrecerle papeles ¿infames?

viernes, febrero 23, 2007

La cita de mañana


Me lo perdí en el Albéniz... pero mañana no me quedo con las ganas: me voy a Pozuelo a ver "Belmonte, la danza hecha toreo" en el MIRA Teatro.

Dice la nota de prensa que "el montaje está basado en la presencia del torero en la plaza, en la que a través de la danza y la expresión corporal, se recrean en el escenario los vaivenes de Belmonte partiendo de los acontecimientos más significativos de la vida del matador".

Lo pone en escena la compañía de Rubén Olmo, que bailó en la Compañía de Danza Española y fue primer bailarín del Ballet Nacional de España, un joven artista que está considerado como uno de los bailarines más completos de los últimos tiempos.

Homenaje a "Paquito"

Con un pie en la cama y un dedo en la tecla, recibo una nota de prensa que merece publicación inmediata: el próximo domingo 25 de marzo, a las 17.30 horas, hay cita ineludible en Cercedilla. Se celebra un festival taurino en homenaje a Francisco Fernández Ochoa, "Paquito", que luchó como un jabato en las pistas y en la vida pero no pudo ganarle la batalla al cáncer.

Torean Ortega Cano, Enrique Ponce, Pepín Liria, "El Fandi", "El Capea" y el novillero Ismael López, con novillos donados por Martelilla, Román Sorando, Mari Carmen Camacho, Carriquiri, Carmen Lorenzo y Montalvo. Los beneficios se destinarán a la ampliación del Centro de Mayores de Cercedilla, para el que "Paquito" organizó durante quince años consecutivos un festival taurino.

Como el evento tiene relevancia y promete una jugosa cuota de pantalla, se apuntan a la presentación (viernes 2, en el Centro Comercial y de Ocio Príncipe Pío) nombres de postín: Fernando Fernández Román y Cristina Sánchez.

Todo sea por "Paquito".

¿Boicot?

En plena batalla contra la censura, por obra y gracia de la incontinencia verbal de José María García -nada nuevo bajo el sol, por otra parte-, vivo mi primer ¿boicot? periodístico.

Quería grabar un reportaje en la Librería de Mujeres con motivo del ya cercano Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La respuesta ha sido un amable pero rotundo "No". No están de acuerdo con la política de Telemadrid.

Pues muy bien. Qué ingenua. Yo pensaba que la difusión de la cultura hecha por mujeres sería prioritaria para un emblema del feminismo en España.

Moraleja: los comportamientos radicales no generan más que respuestas radicales... No creo que pise la Librería de Mujeres en una buena temporada.

El ejemplo de Pe


Tras cambiar de antivirus, de navegador, de dieta, de contorno de ojos y de novio no porque no tengo ni quiero, por fin puedo volver a publicar en este blog que es más "devezencuandario" que nunca.

Que conste que tengo el comentario pensado, buscado y subrayado desde el domingo. Me inspiró la página 49 de El País, en el broche final de una entrevista a una Penélope Cruz espléndida, que me animó el final del fin de semana y el principio de la vuelta a la rutina depresiva:

"P. Volver ha devuelto a la Penélope más sensual, a esa imagen de las actrices italianas de los cuarenta y cincuenta. ¿Le gusta esa estética? R. El personaje de Raimunda necesitaba eso, ésar era la estética del personaje. Incluso me preocupé de no perder peso, porque en los rodajes suelo adelgazar. [...] P. Pero este modelo sensual está algo alejado de la estética que impera en Hollywood, con actrices tan delgadas. R. Sí, pero por eso mismo les encanta la estética de Raimunda. Hay mucha gente también en Los Ángeles cansada de esa obsesión por la extrema delgadez. Cogí unos cuantos kilos para la película y no me los pienso quitar porque me siento mucho mejor así. He tenido tendencia a estar demasiado delgada y ahora me siento mejor. En Los Ángeles me miran como una marciana cuando digo eso, aunque en España no sorprende a nadie".

A mí, la verdad, sí. Me sorprende y me alegra a un tiempo. Debería cundir el ejemplo. Es verdad que Pe está más lozana de un tiempo a esta parte... y a mí no me vendría nada mal que se pusiera de moda su ejemplo.

De todos modos, me aplico el cuento de otra frase que leo más abajo, que Pe-Raimunda toma prestada de uno de los personajes de Todo sobre mi madre: "uno es más feliz cuando se parece a la imagen que ha soñado de uno mismo".

Tengo que empezar a recordar cómo me soñaba. Y no despertarme.

lunes, febrero 19, 2007

Me lo dije

Me jode decir "te lo dije". Sobre todo si me lo digo a mí misma. O sea, si el "te lo dije" es, en realidad, "me lo dije".

Esta vez me puse la venda antes de que me hicieran la herida y eso, quieras que no, amortigua el golpe del hostión post-subidón.

Así pues, habida cuenta del éxito obtenido... a otra cosa, mariposa. Al menos me apunto dos tantos. O más bien cuatro tantos en dos días.

Para tomármelo con un pelín de humor, cojo por banda a mi Rigalt (Todas somos princesas y otras crónicas de la vida cotidiana, La Esfera de los Libros, Madrid, 2004):

"... el amor llega cuando menos lo esperas. Otra cosa es que se quede. [...] Digamos que cierta gama de intensos mentales no se me resisten. Voy tras ellos como hipnotizada. Digo intensos, y no enfermos, porque no acepto los criterios convencionales. [...] Ignoro qué clase de hormonas despedirán los hombres apacibles, sensatos, racionales (un ingeniero de caminos, por ejemplo), pero sea cual sea, siempre pasa de largo por mis narices" ("Hormonas no identificadas").

Me llamará... dice... "cuando los sapos bailen flamenco"... pienso.

domingo, febrero 18, 2007

Sigo buscando

No sólo es una de mis canciones favoritas: es el título de una entrada que se ajusta muy bien a lo que siento muchas mañanas -cigarros aparte- y el tema con el que arranca una película que, aunque no sea el colmo del séptimo arte, me encanta.

Ale Covi, guapa, p'a ti.

Lo que se le exige a un político

No tengo colores, ni luzco siglas, ni prefiero uno u otro lado del cuerpo -salvo en el toreo, claro, que donde esté un natural que se quite todo lo demás-, pero la reflexión de Leguina sobre la solvencia intelectual es toda una lección magistral de cómo debe comportarse un político.

Ignoro si él se aplicó el cuento.

Como vea uno así en la redacción...

... no respondo de mis actos. Me da igual cómo cante. De hecho, me da igual si canta, baila, corre o hace encaje de bolillos. Tiene una cara que es para comérsela. Y aunque no sea Séneca, se baja el volumen y se acabó...

Pedazo de invitados que tenemos en Buenos Días Madrid...

miércoles, febrero 14, 2007

Enhorabuena, Carmen


A ver quién tiene cojones para evitar enamorarse cuando se entregue a tu libro. Y a ver quién puede evitar entregarse.


No he podido estar contigo hoy. No en Chicote. Sí en algún otro sitio astral o vaya usted a saber cómo... de pensamiento, que diría mi abuela. Siento de veras habérmelo perdido.


Pero ya habrá momentos para darte un achuchón. No necesito que nadie me vea haciéndolo. Tú sabes que estoy igual que yo sé que estás. Como estuviste cuando más necesitaba el empujón. Aunque no fuera el mejor de los momentos para ti.


Ahora sí es tu momento. Y yo me alegro. Y mucho. Porque eres una tía auténtica y porque creo que en este mundo los que verdaderamente se merecen todo son aquellos que no renuncian a ser quienes son.


Hoy, que por motivos que no vienen al caso estoy en plan romántico y sentimental, te regalo el olvido que recordamos cuando amamos demasiado. Como se amaron Lupe y Manolete. Es lo menos.


Por todo lo bueno que me has hecho recordar.

(Foto: Petezin, que hace un auténtico despliegue, digno de toda una dama como Carmen).


Hoy toca enamorar

San Valentín es el día menos romántico del año. El día en el que el amor se cambia por dinero. Como el sexo perseguido, sólo que con las bendiciones de los pontífices del consumo, que, a fin de cuentas, viene a ser el más idolatrado de los dioses que pululan en nuestros días.

Yo, como la Rigalt, reniego de las cursiladas y me estoy labrando, no sin sudor, una fama de tipa seria y dura, más bien tirando a borde, pero "quien me rasca, me encuentra. En el fondo soy una mujer que ha nacido para recibir anillos de pedida y dejar frases de Pedro Salinas sobre la almohada, para pasear con su pareja por Venecia mientras un gondolero vestido de coros y danzas canta por Rita Pavone". Sólo que, tal como está el mercado, ponerse un pedrusco de pedida en el dedo anular es un acto rayano en el suicidio, sería complicado encontrar un colega de turno que supiera quién es Pedro Salinas y quizá lo más lejos donde terminaría yendo con el susodicho sería a Villatempujo de Arriba.

En cualquier caso, el calendario impone para hoy el ritual del enamoramiento. ¿Y quién dijo que el amor significa pareja? Hoy toca enamorarse, y quizá pueda hacerlo, mismamente, de una canción. Al fin y al cabo, en los últimos días me he enamorado del amor, así que...

lunes, febrero 12, 2007

Regalo de Joserra


Foto de sábado por obra y gracia de José Ramón Lozano (cuya web descubro, no sin admiración por su trabajo y cierto rubor por mi desconocimiento del mismo). Fue el preludio de una noche memorable.


Gracias, Joserra.

Mi blog no vale nada...

... pero me divierto con él cuando me da la gana...




Hostiazo a la autoestima vía LHD.

Cuchillo cambia de hogar

La cabecera del nuevo blog, genial. Sus entradas, imagino, tan buenas o más que siempre. Sólo que ahora en Wordpress.

Que Dios reparta suerte en tu nuevo hogar, Cuchillo. Nos vemos allí.

domingo, febrero 11, 2007

Sigo en mis cabales

Creí que la catarsis colectiva que se me echaba encima en los tendidos de Valdemorillo era el signo más evidente de mi desapego con la realidad. De que cada vez entiendo menos de todo. Y de toros, también. O tampoco.

La plaza pedía el indulto para un toro que no era de vacas -o sí, porque aquí cada vez los machos lo son menos, así que vaya usted a saber-, López Chaves mareaba la perdiz, al presidente le hacía aguas la poca voluntad que le quedaba en el pañuelo y al final, el toro al corral por la vía del indulto. Con un par. Y sin pañuelo. Que total, en plaza de tercera, para qué hace falta la tela naranja si el indulto no está contemplado en el Reglamento.

Y como a mí la catarsis me salpicaba, pero no terminaba de empaparme, he llegado a creer por momentos que estoy en el mundo porque tiene que haber de todo. Y he llamado a Arruego para ver qué opinaba, y me ha adelantado lo que luego ha escrito en Mundotoro:

"El Presidente se ha erigido en protagonista del festejo que cerraba la Feria de Valdemorillo tras indultar al cuarto toro del espectáculo, un animal que fue encastado, con virtudes y que vendió caras sus embestidas, pero que de ningún modo se hizo acreedor del perdón de su vida."

Media vuelta... y Sixto, en Burladero, me daba otro subidón de autoestima:

"El salmantino López Chaves ha visto como el presidente de Valdemorillo ordenaba el indulto del cuarto toro de la tarde, un ejemplar de nombre 'Nigrote', encastado, pero no merecedor de tal premio. Lo paradójico es que el indulto lo pidió sólo un reducido número de espectadores y cuando el toro volvía a los corrales, la mayoría de la plaza protestaba y pitaba tal decisión."

Me alegro por Pablo Mayoral, por López Chaves, por Roberto Espinosa y hasta por Miguel Partida -a la sazón, concejal de Festejos del ilustre ayuntamiento valdemorillense-, que parece haber nacido con una flor en cierta noble parte. Pero lo siento, y mucho, por la Fiesta. Y también por el presidente. Lamento que mi querido Raimundo haya hecho alarde de tamaña falta de personalidad.

Será que me estoy empapando del espíritu manoletista por obra y gracia de Carmen Esteban y ahora lo que más valoro en este mundo es la virtud de que cada cual se mantenga firme en su criterio. Claro que, para eso, hay que tenerlo. Criterio, digo.

Por tus pendientes te reconocerán


Sabía que iban a traer cola... los pendientes de Paloma fueron ayer de lo más comentado en Valdemorillo. Qué arte, señores, tiene esta mujer...


(Foto: CONSTANTE)

El quid del tomate

Todo en la vida tiene un porqué. Y si no lo tuviera, nos lo inventamos. No pasa nada. Las palabras se las lleva el viento y lo que se escribe, se rompe o se pudre. Y aquí paz y después gloria.

No voy a entrar en la muerte de Érika Ortiz. No entré en su momento y no voy a hacerlo ahora. Cada uno muere cuando le toca y, en su caso, lo único que me produce es recuerdos de un sentimiento de desazón y de abandono y de culpa y de hastío y de rabia y de... y de dolor. Y de pena por lo que pasará su hija.

Pero si ahora recupero el tema es porque, al hilo del porqué de las cosas, encuentro hoy una razón más que contundente del porqué de la cosa tomatera. De la prensa de las vísceras -supongo que el corazón no deja de ser una de ellas, aunque se le eleve a los altares y se sacralice sin remedio-. Dice Carmen Rigalt:

"La mañana que estalló la noticia, viví en primera persona una situación muy elocuente. Mi teléfono no paraba de sonar. Eran llamadas de gente ajena al periodismo, personas que deseaban conocer detalles de la muerte de Erika Ortiz. Consciente del delicado momento informativo que se nos venía encima, no disimulé mi incomodidad. Una de las personas que llamaban tuvo un rapto de sinceridad y dijo: «Quiero saber, pero en cuanto lo sepa todo criticaré a los periodistas por contar detalles». Aquella frase sonó como una bofetada. Dijéramos lo que dijéramos, a los periodistas de las vísceras se nos iba a criticar igual."

Pues eso: ni contigo ni sin ti tienen mis penas remedio. Necesito que me cuentes, pero morirás por contarlo. Matar al mensajero. He ahí la cuestión.

sábado, febrero 10, 2007

La quiebra del negocio

Lo tengo. Lo tengo entre mis manos. Lo compré el jueves, pero hasta ayer viernes no pude echarle mano. Y menos mal, porque si lo hubiera cogido el jueves, a buen seguro que el viernes no llego a currar ni de coña. Que me hubiera quedado la noche en vela leyendo, vamos.

El libro de Carmen Esteban es ya una realidad. Está en las tiendas. Está en las mesillas de noche. Está en las listas de novedades. Está entre mis ilusiones y promete ser un fiel compañero de fatigas. También de alegrías.

Es uno de los mejores descubrimientos de los últimos tiempos. Y lo dice una patética lectora, que, llegada la página diez o doce, si no encuentra intríngulis o punto de enganche en la cuestión, pasa página, cierra las tapas y si te he visto no me acuerdo.

De entre las muchas frases -párrafos, páginas- que he remarcado ya, me quedo, de momento, con una de las citas con las que Carmen ilustra su libro -para el que se lleva documentando toda la vida, como si fuera una tarea pendiente consigo misma y con su manera de entender el toreo, que no es otra cosa que la manera de entender la misma vida-. Es una cita fundamental para acercarse al manoletismo -con perdón-: cuenta Carmen que a Manolete le dijo un chaval que jugaba al toro, como único consejo para darle rienda suelta a la muleta: "Tú te estás quieto y mueves sólo la tela. ¿Comprendes?". Y años después, Manolete le confiesa al crítico taurino K-Hito que en ese momento pensó: "¿Y por qué el toro ha de embestir a la capa y no a mí? ¿Embiste acaso a lo que se mueve? Y tuve aquella tarde una concepción simplista del toreo. Movimiento de un lado, quietud absoluta de otro. Pero -pensé- ¿y si al venir el morlaco me muevo yo? Era, a mi entender, la quiebra del negocio".

¿Cuántos negocios se quebrarán esta tarde en Valdemorillo?

lunes, febrero 05, 2007

Regreso, montera en mano

Diez días de ausencia de la blogosfera bien valen una crisis vital intensa si uno regresa a la tecla de la mano de Carmen Esteban.

El gran día es mañana, pero hoy Rosa me da el pistoletazo de salida para hablar de uno de los acontecimientos -¿literarios?, ¿taurinos?, ¿sentimentales?... no encuentro el calificativo adecuado- que con más ansias espero de todo el año.


Mañana suena el clarín y el hijo predilecto de Carmen, Lupe, el Sino de Manolete, enfila el camino que le lleva hasta la puerta de chiqueros del mercado editorial para plantarle cara, a portagayola, al toro de una de las historias de amor más conmovedoras de todos los tiempos.


Más de un taurino se rasgará las vestiduras. Me encantaría. A ver si, con un poco de suerte, se quedan con el culo al aire.


Carmen, disfruta de esta fiesta. La mereces.


Yo corro mañana a comprar el libro. Me gustaría esperar a la presentación, pero intuyo que mi horario me va a impedir acudir a acompañar a este pedazo de mujer -y me impedirá también ver a mi ídolo, joder, joder, joder-. Además, en estos momentos me acuerdo de Carril, cuando decía que los libros de los amigos hay que comprarlos. Y qué cojones, aunque Carmen no fuera amiga mía, no se me ocurre mejor compra para sacarme de mi abulia.

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