viernes, septiembre 30, 2011

María Delgado, diseño que almidona el arte

Foto: Amelia Rey

Siempre sonríe. Siempre. Da igual que se esté asando de calor, que tenga las manos peladas de frío, que ande por La Intrusa colocando ropa o que esté rematando los últimos detalles para Cibeles. María sonríe, con la boca y con los ojos, te ofrece un café, te enseña sus creaciones y notas en sus manos un aire de dulzura especial, como si quisiera que sus pendientes, sus tocados... todo lo que sale de su mente anduviera entre algodones por el mundo.

Foto: Amelia Rey
Cuando aparecieron sus primeras peinetas coronando los diseños de Montesinos en esta última edición de Cibeles, Twitter ardió. "¡Qué peinetas! ¡Las quiero", "¡Ole por las peinetas de Montesinos!", "¡Geniales los complementos de Francis!"... y así un sinfín de tweets. Y al día siguiente, la prensa cibelina se vistió de primeros planos de modelos tocadas con el ganchillo almidonado de desietecorazones, la firma con la que María Delgado se está haciendo algo más que un hueco en el mundo de la moda.

"La colección 'Entre almidones' trata de recuperar el ganchillo de nuestras abuelas y conseguir complementos originales y diferentes, todo un reto teniendo en cuenta que este tema ya está muy explotado. El almidón ha sido clave para lograr ese punto diferente que buscábamos", nos cuenta María, que se ha puesto flamenca "para dar gusto a Francis. Coincidiendo con el 40º aniversario de su firma, Montesinos se planteaba algo muy español, así que a nuestra idea de colección añadimos las peinetas y maxipendientes, sin renunciar a nuestro estilo. Pero en la colección hay también muchos más accesorios con un toque más romántico".


miércoles, septiembre 28, 2011

No pienso defender los toros

José Tomás, Serafín Marín y Juan Mora. Foto: Javier Arroyo (Aplausos)

Me piden que defienda los toros. Que escriba a favor de la tauromaquia. Que ejerza de pro. Y yo, que últimamente ando muy sensible a todo lo que huela a cuerno, digo que sí sin pensarlo. Pero cuando lo pienso un poco me doy cuenta que después de los argumentos que ponen sobre la mesa gente tan solvente como Francis Wolff, Albert Boadella o Salvador Boix, pinto yo muy poco ejerciendo de sesuda analista taurómaca.

Juan Mora. Foto:  Javier Arroyo (Aplausos)


En el fondo, no he tratado de defenderla nunca. Se defiende a un acusado, a un asesino, una causa perdida, un pobre desvalido. La Fiesta no lo es. Aunque muchos se empeñen en adjudicarle los cuatro estados anteriores y otros muchos más, a cual peor.

José Tomás. Foto:  Javier Arroyo (Aplausos)
Nunca he tratado de convencer a un antitaurino de que le gusten los toros. De que el toreo es un arte. De que viendo un natural eterno se paran los relojes y la poesía se convierte en una escultura efímera que arranca un soplo de vida a la amenaza de la muerte. Si no lo ven, no seré yo quien les compre gafas.


Pero tampoco quiero que trate a mí de convencerme nadie. Y mucho menos de ponerme una cruz en la casilla "Asesina" porque llevo yendo a los toros desde los dos años. ¿Saben? Nunca le he tocado un pelo a nadie. Y los trastornos mentales que últimamente pueda mostrar provienen más de las maldades humanas que soporto a diario que de llevar treinta años viendo el presunto sufrimiento de un animal en el ruedo.

Es curioso lo de los antis. Se ponen la capa de la progresía y avanzan por el bosque en busca de un lobo que echarse a la cesta del victimismo. Y resulta que la Caperucita Verde de turno lleva escondida la peor de todas las armas: el afán prohibicionista. Porque todo lo que no se ajuste a sus parámetros de libertad no debe existir. Así es la nueva democracia.

José Tomás. Foto:  Javier Arroyo (Aplausos)

De los políticos mejor ni hablamos. Son capaces de cargarse de un plumazo seiscientos años de historia y el sustento económico de no sé cuántas familias solo porque hay algo que huele a España. Y a ellos España no les gusta. Aunque les dé de comer, no les gusta. Extraño caso de bulimia este: atracón de erario público y luego vómito de prohibición cosmética. Corridas no, correbous sí. Siempre ha habido clases. Hasta para sufrir.

Serafín Marín. Foto:  Javier Arroyo (Aplausos)
Y si hasta el domingo aplaudía a los antitaurinos su capacidad de organizarse para conseguir por la vía democrática ("uséase", el parlamento) lo que llevaban tantos años pidiendo con sus grotescos desnudos chorreados de pintura y banderillas de velcro, hoy me llevo el aplauso a casa: provocar de la manera que lo hicieron el domingo en la Monumental de Barcelona, habiendo conseguido ya su objetivo, es síntoma, cuando menos, de poca inteligencia.

Han calculado mal: puede que ya no haya más toros en Cataluña (cosa que está por ver), pero desde hace días todas las televisiones, radios, revistas y periódicos de España y parte del extranjero hablan de toros. Y ayer, salvo raras excepciones, contaron la gloria del toreo: el sentimiento de comunión de 18.000 almas estremecidas al compás de una escultura etérea, cincelada sobre la muerte a golpe de valor.

Publicado en Madrid2noticias.com

Apostar por el talento


Es difícil encontrar alguien que apueste por el talento. O que apueste por algo que no sea solo el dinero, que, por otra parte, es apostar siempre a caballo ganador (salvo que compres deuda griega, claro).

La editorial Eutelequia lo hace. Y ayer volvió a demostrarlo en la entrega del Premio Eutelequia de Novela 2011, una apuesta en toda regla por nuevas voces, desconocidas pero que merecen una oportunidad en el mundo de la escritura.


Los apartados, de Fernando García Maroto, ha sido la novela galardonada. La obra cuenta la historia de un policía desterrado a un pequeño pueblo marítimo que "crece sobre una mentira". Haciendo un guiño a la literatura antiutópica que representan escritores como Huxley, Orwell o Bradbury, el autor describe la villa con estas palabras:

Aquí no existe un guardián, sino que todos lo somos; además de jueces, testigos y verdugos.



La falsedad que recorre la novela no solo fluye en las aguas que nutren el pueblo, sino también en la sangre de los protagonistas, que se engañan entre ellos y también a sí mismos. Ningún personaje se libra de la mirada crítica del autor, que refleja en cada uno de ellos un auténtico ejemplo de hipocresía. Los personajes quieren escapar no solo de una aldea donde no hay oportunidades, sino más bien de una personalidad sin ambiciones que, al reflejarse en el espejo, provoca auténtico asco a quien la ve. Por eso mismo, dándose cuenta de que "es siempre complicado luchar contra nuestro propio olvido", no hay esperanza posible.

sábado, septiembre 24, 2011

Adrian Goldsworthy: "Cleopatra usaba su sexualidad como arma, pero también su inteligencia"


Hay que ser valiente para desmontar los mitos. Y para explicar que das la vuelta a una leyenda adornando tus palabras con una sonrisa que se me antojaría traviesa de no ser porque un historiador no parece, en principio, el perfil más dado a las diabluras.

Pero Adrian Goldsworthy no gasta silueta de historiador al uso. Es más joven de lo que se le puede suponer a un buceador de siglos y su gesto desenfadado hace presumir que la historia es para él, más que un dogma, una especie de juego con el que descubrir por dónde han querido colárnoslas.

Y ahí va un intento: la historia de Marco Antonio y Cleopatra. Resulta que ni ella era como nos la cinceló en la mente el mito hollywoodiense, con los ojos llenos de khol y la melena negra y lisa, ni él un galán rendido a los efluvios del amor. Como cuenta en su nuevo libro, Antonio y Cleopatra (Ed. La Esfera de los Libros), "realmente Cleopatra es una mujer de ascendencia griega y macedonia y tanto su idioma materno como su educación y su manera de pensar o de vestir eran griegas. La propaganda romana proyectó su imagen como la de una mujer amenazante que quería arrebatarles el poder, pero nada más lejos de la verdad: ella nunca quiso luchar contra Roma porque no tenía el poder para hacerlo, y en realidad fue una fiel aliada".


miércoles, septiembre 21, 2011

Nobleza

Tenemos pensamientos antagónicos. Yo soy de José Tomás y él, de Ponce. Y los dos mostramos nuestra inclinación de manera clara. Casi visceral. No comparto muchas de sus críticas y seguro que él tampoco acepta ciertas alabanzas mías hacia el hombre que me hizo redescubrir el toreo.

Pero, aun así, José Antonio del Moral tuvo la nobleza de acompañarme en mi presentación de Tinta y oro en Salamanca y de basar su crónica de esa tarde en dos de los cuadros que yo refiero en el libro. Y con ello me dio una lección de saber estar. De que las filias o las fobias que sentimos ante terceras personas nunca deben condicionar nuestra relación con el de enfrente.


A todo esto, conviene recordar que Del Moral, le pese a quien le pese, es quizá el autor taurino más vendido. Su obra Cómo ver una corrida de toros ha sido traducida a un buen número de idiomas, cuenta con no sé cuántas ediciones y es un básico para cualquiera que desee iniciarse en este mundo cainita de lo taurino.


martes, septiembre 13, 2011

Salamanca, tierra de emociones



Hay días en la vida en los que sientes que merece la pena haberse levantado. Haber soportado las cornadas, haberse hecho un torniquete y haber vuelto a ponerse de la cara del toro de la rutina, empeñado en no entregarse en la muleta, en embestir con la cara alta, buscando los muslos en cada embroque y pegando un tornillazo al final de cada pase.



Hoy ha sido uno de esos días. He presentado Tinta y oro en Salamanca, tierra taurina, torera y cultural. En un Museo Taurino que me ha sorprendido por su ingente colección. Bajo la piedra histórica de una Plaza Mayor que quita el sueño.


Todo ha sido gracias a Aurora Lozano. La conocí en laSexta. Allí descubrí su inmensa capacidad de trabajo y, sobre todo, su compañerismo sin cuento, una cualidad que en este mundo hostil y perro del periodismo brilla muy a menudo por su ausencia. Y allí empezamos a ser amigas. Qué lujo es estar al lado de una mujer tan auténtica.


Aurora organizó la presentación de hoy. Ha cuidado de mí cada minuto. Ha sido una anfitriona excepcional. Pero sobre todo me ha regalado unas líneas que me han estrujado el corazón. Y por eso quiero compartirlas.


domingo, septiembre 11, 2011

11S, más allá del rencor


Patrick ha construido la imagen de su padre a golpe de fotos y vídeos. Por las fotos del álbum familiar y los vídeos que le ha ido enseñando su madre sabe que era bombero y que murió intentando salvar a miles de personas en las Torres Gemelas de Nueva York. No llegó a conocerle: él nació veintiséis días después de que dos aviones cambiasen la historia del mundo y enterrasen el futuro de un padre que murió sin serlo.


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Ben y Molly tampoco tienen recuerdos de su padre: murió en uno de los aviones secuestrados cuando ellos tenían cuatro y dos años. Por toda despedida dejó unas notas en la cocina. Más tarde, a punto de embarcar, llamó a Susan, su esposa. "Me dijo: 'Tengo que ir a embarcar. Te quiero'. Eso fue lo último que escuché de él", recuerda.




Viuda, con dos hijos y embarazada del tercero, Susan salió adelante gracias al apoyo de los demás. Y quiso devolver ese apoyo multiplicado: junto a otra viuda del 11S creó una ONG para hacer que las viudas afganas salieran adelante. Beyond the 11th ha creado 400 empleos en ocho años y ha sido galardonada con la Medalla Ciudadana. Gracias a esta institución, las mujeres afganas hacen pulseras, alfombras, balones... y con ello tejen una historia que pone la humanidad por encima del rencor.

Ver el reportaje sobre los supervivientes del 11S en laSexta Noticias.

martes, septiembre 06, 2011

Arte contemporáneo "Campo adentro"

Una de las imágenes del proyecto "Resistencia", de Lucía Loren y Juanma Valentín.

El arte contemporáneo resulta muy chic. Muy cosmopolita. Te invitan a una exposición de este tipo de corriente y enseguida piensas que darás con tus huesos en el Reina Sofía o en alguna sala alternativa en la que verás pinturas con formas que examinarás boca arriba y boca abajo para ver si te inspiran algo -y seguramente lo único que te inspirarán será el mareo de dar tantas vueltas a la cabeza-.

Por eso me llamó tanto la atención el proyecto "Campo adentro". Porque saca el arte contemporáneo del contexto urbano para que pongamos el ojo sobre la realidad rural.



domingo, septiembre 04, 2011

Dos "hasta luego"

Se supone que uno aprende de la gente mayor. No necesariamente de los viejales. De los que tienen algún año más. De los que han vivido mucho.

Pero suponer no siempre es garantía de acertar. Lo pienso ahora que digo "hasta luego" a dos compis de las que he aprendido mucho, a pesar de ser asquerosamente jóvenes.

Clara se va a México. Los tiene muy bien puestos. Con la que está cayendo allí, se pone los tabloides por montera y se cruza el charco solita en busca de una experiencia de vida. No es ninguna suicida: es valiente. Aprende de todo y, aprendiendo, enseña. Es tenaz. Es madura. Serena. Y el nombre lo lleva cosido a su ADN: de tan clara como es, resulta cristalina.

Alicia se va a Antena 3. A triunfar. Tiene argumentos para ello: es trabajadora, inteligente, sensible, vivaz. Desprende alegría. La vida le sonríe y ella le regala la más dulce de sus caricias, porque sabe que, si no le das bola, la muy cabrona te la juega y te deja derrengada en una cuneta cualquiera.


sábado, septiembre 03, 2011

Los alumnos aventajados del nuevo curso

Jonathan Franzen

Estrenar curso tiene su toque melancólico. Ese recuerdo de cuadernos con hojas en blanco y tapas inmaculadas; los lapiceros con la mina intacta; las ceras con punta; los libros con las páginas por garabatear.

Aprovechar ese mono de olor a hojas nuevas es el reto de las editoriales cuando arrecia el otoño. Unos y otros engrasan las máquinas para afrontar el final del año con sus mejores apuestas: los autores consagrados, las sagas de éxito, las sorpresas con promesa de futuro inmediato.

viernes, septiembre 02, 2011

Lápiz y tinta



"¿Qué tal el verano?". Es la frase típica de cada mail que escribimos el 1 de septiembre. Somos animales de costumbre hasta para deslizar las yemas de los dedos sobre el teclado.

Acaba el verano. El otoño acecha bajo las hojas arrugadas de una agenda con rumor de arena pasada.

Antes lo celebraba forrando libros. Aguardando el momento de desvirgar los cuadernos en blanco. Afilando las puntas de los lápices.

Ahora compro agendas nuevas. O estreno moleskines. Y espero el momento de oler otra vez las páginas calientes de un libro nuevo.

Lápiz y tinta. Y papel. Y recuerdos. Y momentos por llegar. Y más páginas por escribir. Y algunas ya escritas que van cobrando forma para que, quizá, alguien las lea.



"Lápiz y tinta"
, El último de la fila (recomendación de mi compi José Carlos Fraile).

jueves, septiembre 01, 2011

"Tinta y oro", en Salamanca y Murcia



Tinta y oro sigue de tour. Y yo con él, claro. En unos días estaremos en Salamanca y Murcia. Y me hace especial ilusión, porque en ambas presentaciones y firmas estaré con amigos que me han ayudado a llevar mi libro a su ciudad y a los que me unen lazos especiales.


La presentación de Salamanca se la debo a Aurora Lozano. Es mi compi en laSexta Noticias. Una crack de la información. Curranta como ella sola. Y, sobre todo, buena gente. En Salamanca, una auténtica autoridad. En El Adelanto la echan de menos: dejó su huella, su forma incansable de trabajar, su gusto por las cosas bien hechas. Y en especial su devoción por darlo todo por sus amigos. Y hasta por algún conocido. O conocida, pues yo no era más que eso cuando surgió esta aventura manchada de tinta y vestida de oro, en la que ella se ha volcado desde el primer día.


"Una mirada femenina del toreo", en Arganda del Rey

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