Tenemos pensamientos antagónicos. Yo soy de José Tomás y él, de Ponce. Y los dos mostramos nuestra inclinación de manera clara. Casi visceral. No comparto muchas de sus críticas y seguro que él tampoco acepta ciertas alabanzas mías hacia el hombre que me hizo redescubrir el toreo.
Pero, aun así, José Antonio del Moral tuvo la nobleza de acompañarme en mi presentación de Tinta y oro en Salamanca y de basar su crónica de esa tarde en dos de los cuadros que yo refiero en el libro. Y con ello me dio una lección de saber estar. De que las filias o las fobias que sentimos ante terceras personas nunca deben condicionar nuestra relación con el de enfrente.
A todo esto, conviene recordar que Del Moral, le pese a quien le pese, es quizá el autor taurino más vendido. Su obra Cómo ver una corrida de toros ha sido traducida a un buen número de idiomas, cuenta con no sé cuántas ediciones y es un básico para cualquiera que desee iniciarse en este mundo cainita de lo taurino.
Un día muy bonito!!!...te lo mereces..eres grande!!!..
ResponderEliminarNo más grande que tú, desde luego.
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