jueves, enero 25, 2007

Bardem, estrellado con los huevos

A estas alturas de la vida, a la Rigalt no le hace falta que nadie la defienda. Pero me jode no ya que se la tache de "falaz", sino que se la acuse de "alimentar esa crispación social que, en teoría, sólo en teoría, parece querer criticar".

Antes de que Javier Bardem se pusiera pegatinas de "No a la guerra", Carmen Rigalt ya estaba de vuelta de ejercer un periodismo crítico y comprometido, aquí, en Nicaragua y en Oriente Medio.

Pero claro, siempre vale más tener los "Huevos de Oro" que ser un "Testigo Impertinente".

Episodios como éste me hacen reafirmarme en mis idolatrías. Cuando, en la cosa periodística, a uno le llueven palos de derecha a izquierda, pasando por el centro, quiere decir que no lo hace del todo mal. Como diría la Faraona, que hablen de uno, aunque sea malamente.

La talla 32


Dicen que van a unificar las tallas. Las de la ropa. Si no por decreto, casi. Lo que no tengo muy claro es si van a irse por las ramas o por el subsuelo. Es decir, si a partir de la unificación famosa vestiré una 34 (los pantalones que llevo puestos hoy) o una 40 (los pantalones que me puse ayer). Parece ser que, para ajustarse todo lo posible a la realidad, van a instalar unas cabinas psicodélicas, con captura de imagen en 3D y no sé cuántos artilugios más, para ver si las españolas tenemos cuerpo de guitarra, de espárrago triguero o de foca monje.



No sé si con la unificación ganaremos algo, aparte del ahorro en aspirinas por el dolor de cabeza que supuestamente dejaremos de tener cuando de probarnos prendas se trate. Porque, mientras sigan vendiéndonos la idea de que, para seguir siendo superwomen, tenemos que meternos en la talla más pequeña, lo llevamos claro. Ejemplo: hasta la última vez que fui de compras -hace unos diez días-, podía comprarme unos pantalones de la talla 34 en Blanco. Era la más pequeña. Ayer descubrí que he bajado un escalón. La talla más pequeña es la 32. La cogí entre mis manos y me pregunté si aquellos pantaloncitos tan monos le servirían a mi Nancy. Creo que ni a ella.



Moraleja: la talla 32 debería estar prohibida. Más que la talla, la prenda que lleva cosida dicha etiqueta. Porque si la prenda en cuestión lleva colgada una etiquetita identificada con el número 38 (es un decir), estaremos en las mismas.

miércoles, enero 24, 2007

Triste celebración

Hoy es -casi "era", más que nada por las horas- San Francisco de Sales, patrón de la cosa de la pluma. Y parece que los genios tienen reservado hasta el día bueno para poner punto y final a su obra maestra, eso que damos en llamar "vida" pero que, seamos sinceros, tan sólo saben vivir esos genios y unos pocos más.

Ryszard Kapuscinski ha muerto. En realidad murió ayer, pero es precisamente hoy, el día grande de los periodistas, cuando la noticia vuela por las redacciones, se cuela en los boletines de radio y aparece hasta en los avances de los telediarios.

Como me suele ocurrir en estas ocasiones, es ahora cuando me doy cuenta de que apenas sé nada de él. Nada, salvo que fue un maestro. Y que siempre he dicho "tengo que leer a Kapuscinski", pero siempre he postpuesto la tarea.

Ahora me lo propongo en serio. Empezaré por Los cinco sentidos del periodista, a ver si me aplico el cuento. Como adelanto, me quedo con la descripción que del genio polaco ofrece Arcadi Espada -brillante entrada para una entrevista que hoy rescata en su blog-:

"Su sentido ético sobresalta: su periodismo es una misión de exigencia implacable cuyo objetivo es rescatar del olvido a los olvidados".

Como dice David Plaza, "era un gran narrador de historias". Y esto me sirve para rescatar una de las reflexiones que más me han llegado acerca del periodismo. Me la transmitió Carmen Rigalt en una de nuestras primeras conversaciones, concebida para ser una de las entrevistas de las que más orgullosa me siento: "a veces", dijo, "llego a la conclusión de que el periodismo ha muerto, porque el periodismo consiste en contar historias y ahora eso cada vez importa menos y cobra más importancia estar en la trinchera de los bandos mediáticos y marcar bien el paso del bando en el que escribes".

P.D.: Anoto también la reflexión de Espada acerca de otro de los "vicios" del periodismo de hoy: "cuando despierta, el periodismo se echa las manos a la cabeza, dios mío, sin pararse a pensar lo sospechoso que resulta descubrir un hecho debajo de un acontecimiento". Vaya, que pasan las cosas delante de nuestras narices pero no nos enteramos porque estamos demasiado ocupados mirándonos el ombligo.

martes, enero 23, 2007

El "pásalo" llega al toreo

"Pi pi... pi pi... pi pi". Once y cuatro minutos de la noche. Reniego de mi condición de vaga mientras cumplo condena por tantas tardes sin planchar y veo un bodrio sobre una niña que quiere jugar al fútbol pero no la dejan y entonces se hace pasar por su hermano pero la caga porque se enamora de su compañero de habitación y termina enseñando las tetas en medio de un campo de fútbol lleno de gente hasta la bandera.


Voy corriendo al móvil. Quizá sea alguien interesante proponiéndome una noche de lujuria. Y yo con estos pelos. Con el pijama de Snoopy y la bata de Hello Kitty (perros y gatos... si es que así no se puede ir por la vida).


La pantalla pone "1 mensaje recibido". Le doy a la tecla, corriendo, y me encuentro un remitente desconocido pero interesante: "OLETORERO". Vale. De noche de lujuria nada. ¿Es una nueva sala de fiestas que fusiona el extinto "Ole con Ole" y el rutinario "Burladero" y me invita a una rutilante inauguración? Joder, no tengo nada que ponerme...


Le doy a la tecla y bajo.


"CUTIÑO Y OLIVENZA,... QUE PASA CON PERERA??? PASALO"

Jejeje... desde el 13M, el móvil es un arma de convocatoria masiva que ríete tú de los mejores gabinetes de prensa.




Prensa... me acuerdo de Jesús Ortiz. En el supuesto de que siga llevando el tema de prensa de José Cutiño en Olivenza al mismo tiempo que la comunicación de Miguel Ángel Perera -no tengo noticia de lo contrario-, ¿cómo conciliará el affaire?


No quisiera estar en su piel...


Respiro hondo. Qué alivio da alejarse del periodismo de fuente.


(Foto: Fidel Arroyo para Burladero.es, en www.miguelangelperera.es)

* * *

Actualización (25/01/07, 20:48horas). SMS de José Miguel Arruego. Me aclara que el nuevo jefe de prensa de Perera es Maurice Berho. Que sea enhorabuena. De aquí en adelante, por fotos no será, no.

lunes, enero 22, 2007

Cuestión de manzanas

Hacía mucho que no leía esto... un regalo de Pilar que me ha salvado el ánimo en numerosas ocasiones y que me alegro de releer ahora:

"Las mujeres somos como manzanas en los árboles... Las mejores están en la copa del árbol.
Los hombres no quieren alcanzar las mejores, porque tienen miedo de caer y herirse.
En cambio, toman las manzanas podridas que han caído a tierra y que aunque no son tan buenas, son fáciles de alcanzar.
Así que las manzanas que están en la copa del árbol, piensan para sí que algo esta mal con ellas, cuando en realidad, "ellas son grandiosas".
Simplemente tienen que ser pacientes y esperar a que el hombre correcto llegue, aquel que sea lo suficientemente valiente para trepar hasta la cima del árbol por ella.
No nos caigamos para ser alcanzadas, quien nos necesite y quiera hará TODO para alcanzarnos...
La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida, y al lado del corazón para ser amada...
".


De regalo, una "Payasita" de Germán San Nicasio.


El día más deprimente del año

Al poco tiempo de llegar al trabajo, Isabel me ha dicho que me notaba de bajón. Que si era sólo porque la agenda marca "Lunes".

Yo le he respondido que no. He estado a punto de ponerle sobre aviso de mis vaivenes ciclotímicos, pero la advertencia me ha parecido droga dura cuando apenas llevo un mes con el nuevo equipo.

Aunque no me había parado a pensarlo, he buscado unas cuantas razones para sonreír menos de lo debido:

a) ha muerto el padre de Chema y es fácil identificarse con el dolor de una persona tan cercana... tan buena gente;
b) las noticias no paran de salpicarme con la sangre de la mujer asesinada a cuchilladas por su ex marido, que, para celebrar su osadía, se ahorcó en un árbol a las afueras del pueblo. La familiaridad del caso me asquea y tanta soga en tan poco tiempo me está empezando a asfixiar el alma;
c) mi mejor amiga no termina de creer que detrás de esta niebla hay un rayo de sol y no soy capaz de darle ánimos porque, aunque no tengo motivos para quejarme, yo tampoco termino de creer en otra cosa que no sea el aquí y el ahora... aunque este presente sea hoy una auténtica boca de lobo;
d) la cuesta de enero es una pendiente insufrible -no quiero pensar el día en el que llegue mi primera hostia con la Visa, que no sé para qué la he sacado- y aún me quedan en el monedero varios puertos de primera categoría de aquí a marzo;
e) con todo, lo que más sube es la báscula, y mi madre no para de hacer ricos pasteles y flanes que me anestesian el ánimo tanto como alimentan mi sentimiento de culpa por no ser capaz de decir "no" a la gula.

Y ahora, cuando pensaba regodearme en la desazón que me provoca saber que los vómitos emocionales de los talk-shows hacen a uno más rico que las arriesgadas operaciones bursátiles, me encuentro con que hay una explicación casi estadística a este bajón generalizado que reina a mi alrededor:

"Hoy es el día más deprimente del año", según demuestra un estudio de la Universidad de Cardiff.

Ánimo: apenas quedan dos horas.

domingo, enero 21, 2007

Hoy duermo acompañada

Sí... sí... he empezado a rescatar mis pertenencias (poquito a poco, que las prisas sólo son para los ladrones y los malos toreros) y ya tengo junto a mi cama mis dos "sannicasios".

Vale, ya sé que la pared está muy vacía, pero no se puede hacer todo a la vez...

Cayetano, el embajador


Desfiló para Armani y se armó el revuelo. Su carácter tímido le hizo parecer como amuermado... como si le faltara un verano, pero lo cierto es que, gracias a sus pasos vacilantes, destilando aroma a Giorgio por la pasarela de Milán, desde Japón a Manhattan pasando por Tombuctú todo el mundo sabe que en España hay un torero cuyo mito ni empezó ni termina en el ruedo.

Semanas antes, Marie Claire seguía la estela de Vogue -creo que también de Elle- y publicaba un reportaje en el que Cayetano no descubre la pólvora, pero seguro que sí ha encendido alguna que otra llama entre las féminas "mariclarisas".

Las fotos de Bryan Adams -sí, el cantante canadiense al que la guitarra de Paco de Lucía envolvió para dar vida a aquello de "Have you ever really love a woman"- son de arte. El peinado de Cayetano, para matar al del peine y enterrarlo ahogado en fijador. Las reflexiones del torero, acertadas, con vocación divulgativa.

El final, una clara declaración de intenciones acerca de sus viajes mediáticos: "La imagen ha de cambiar, pero no el toreo. Creo que se puede innovar con naturalidad, sin romper el clasicismo".

La canción de este domingo

Melancólica, pero realmente conmovedora. Banda sonora ideal para una tarde de domingo, arropada en el sofá, leyendo un buen libro o, simplemente, cerrando los ojos e imaginando cómo rompen las olas en un acantilado del Atlántico.

Es la Cançao do Mar, una canción de Amalia Rodrigues versionada por Dulce Pontes.


Recordando a Rilke

El año pasado por estas fechas, por motivos que no vienen al caso, me di a la búsqueda y captura de las palabras de Rilke. Encontré una bella frase que, tan desastre como soy, no apunté en ninguna parte y ahora no logro reencontrar.

Lo intento porque Rosa me provoca.

Y como "a falta de pan, buenas son tortas", me quedo con estas otras citas, que me vienen como anillo al dedo:

"Ama tu soledad y soporta el sufrimiento que te cause".

"En la vida no hay clases para principiantes; en seguida exigen de uno lo más difícil".

"Las críticas son cartas al público que ningún autor tiene que abrir ni leer".

Y, sobre todo, me quedo con esta otra, para ver si me animo a darle a la tecla -aunque sea pretencioso por mi parte-:

"Las obras de arte nacen siempre de quien ha afrontado el peligro, de quien ha ido hasta el extremo de la experiencia, hasta el punto que ningún humano puede rebasar. Cuanto más se ve, más propia, más personal, más única se hace una vida".

sábado, enero 20, 2007

Beti cumple seis meses

Me desperezo de la abulia bloggera -de la abulia en general, que he ido al gimnasio y todo- y me encuentro con la agradable noticia de que el blog de Betialai cumple seis meses.

Él, que es buena gente, da las gracias a sus lectores habituales y hasta se ha ingeniado una especie de mosaico con nuestras fotos.

Yo, que no sé ni lo que soy, le agradezco a él que me ayude a aclararme tantas veces y le pido encarecidamente que siga seis meses más, y otros seis, y otros seis... y así siempre.

Como regalo, ahí va una de las creaciones de otro amigo... del incombustible Germán.


Qué suerte rodearse de tan buena gente.

La elegancia, sin más (ni menos)

Es la elegancia, la esencia del flamenco, el empaque, el embrujo... y se llama Antonio El Pipa.



No lo he podido evitar: tengo nuevo ídolo.

viernes, enero 19, 2007

Los cuasitreintañeros

Recibo este correo de Pablo San Nicasio, un figura de la guitarra española y un futuro -o quizá más cerca del presente de lo que él mismo piensa- figura del periodismo, y no puedo evitar sentirme identificada. Apuesto a que muchos de vosotros también sentís algo parecido:

SÍNDROME DE LOS VEINTITANTOS

"Le llaman la crisis del cuarto de vida. Te empiezas a sentir inseguro y te preguntas dónde estarás en un año o dos, pero luego te asustas al darte cuenta que apenas sabes donde estás ahora. Te empiezas a dar cuenta de que hay un montón de cosas sobre ti mismo de las que no sabías y que quizás no te gusten. Te empiezas a dar cuenta de que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás. Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudio, pareja, etc... Y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para charlar un rato.

Las multitudes ya no son "tan divertidas"...hasta a veces te incomodan. Y extrañas la comodidad de la escuela, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante. Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos eran verdaderos amigos, otros no eran tan especiales después de todo. Te empiezas a dar cuenta de que algunas personas son egoístas y que, a lo mejor, esos amigos que creías cercanos no son exactamente las mejores personas que has conocido y que la gente con las que has perdido contacto resultan ser amigos de los más importantes para ti.

Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor. Te rompen el corazón y te preguntas cómo esa persona que amaste tanto te pudo hacer tanto mal. O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a alguien lo suficientemente interesante como para querer conocerlo mejor. Pareciera como si todos los que conoces ya llevan años de novios y algunos empiezan a casarse. Quizás tú también amas realmente a alguien, pero simplemente no estás seguro si te sientes preparado para comprometerte por el resto de tu vida. Atraviesas por las mismas emociones y preguntas una y otra vez, y hablas con tus amigos sobre los mismos temas porque no terminas de tomar una decisión. Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos, y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estúpido. Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeño sueldo.

Miras tu trabajo y quizás no estés ni un poco cerca de lo que pensabas que estarías haciendo. O quizás estés buscando algún trabajo y piensas que tienes que comenzar desde abajo y te da un poco de miedo. Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven más fuertes. Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es. A veces te sientes genial e invencible, y otras... solo, con miedo y confundido.

De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando. Te preocupas por el futuro, préstamos, dinero... y por hacer una vida para ti. Y mientras ganar la carrera sería grandioso, ahora tan sólo quisieras estar compitiendo en ella. Lo que puede que no te des cuenta es que todos los que estamos leyendo esto nos identificamos con ello. Todos nosotros tenemos "veintitantos" y nos gustaría volver a los quince o dieciséis algunas veces. Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza... Pero TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos... Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro.

Parece que fue ayer que teníamos dieciséis... ¿¡Entonces mañana tendremos 30!? ¿¿¿¡¡¡Así de rápido!!!??? HAGAMOS VALER NUESTRO TIEMPO... QUE NO SE NOS PASE!

La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento..."

domingo, enero 14, 2007

De vuelta, un meme

Vuelvo a la vida. A la vida bloggera, se entiende, que, de tanto vivir la otra -la del curro, más curro, más curro, algún cuidado personal y la nocturna, claro está- la tenía bastante olvidada.

Antes de hacer un propósito de enmienda que quizá no cumpla nunca, me desperezo con un meme que, he de confesarlo, me ha costado trabajito hacer porque tengo el inglés muy pero que muy oxidado.

Y el resultado es...

You are Green Lantern



Green Lantern (75%)
Wonder Woman (62%)
Superman (60%)
Hulk (55%)
The Flash (55%)
Robin (54%)
Spider-Man (50%)
Supergirl (47%)
Batman (40%)
Catwoman (5%)
Iron Man (5%)

Qué cachondo. Dice que tengo impulso (¿?) y mucha imaginación.

Me quedo, si me lo permiten, con la segunda opción: Wonder Woman es mucho más sugerente. De momento, del sintagma, sólo tengo lo del Wonder... seguido del Bra.



Habrá que ir más al gimnasio.

lunes, enero 08, 2007

El cisne que llevo dentro

Vuelo. Agito mis alas, leve, leve, muy levemente, y noto cómo, casi sin querer, dejo bajo mi vientre el terso cristal del lago, que me despide con un bamboleante reflejo blanco, a modo de improvisado pañuelo.

Creo que Sigfrido va a librarme de mi condena, y vuelo, y sigo volando, y le digo a las mías que no teman, que el príncipe va a rescatarnos, como en los cuentos, sólo que esta vez de verdad.

Pero, ingenua de mí, olvido que entre sueño y sueño siempre acecha, agazapado, el mago Rothbart de turno, al que esta vez no se le ha ocurrido una idea mejor que tratar de engañar a Sigfrido con una burda copia de mí misma, de su cisne, un sucedáneo de Odette que dice llamarse Odile.

"No", pienso, "no le engañará. ¿Cómo un hombre enamorado podría confundir la cara de su princesa? ¿Cómo dejar de notar la radical diferencia entre un cisne como yo, dulce y elegante, y un pavo real, despiadadamente presumido y déspota?".

Pero, ¡ay!, una de dos: o Rothbart es más listo de lo que parece o Sigfrido es mucho más tonto de lo que yo pensaba. O quizá no me quería. O no lo suficiente. Porque ni cisne, ni pavo, ni pato, ni alga, ni nada. Odile me ha suplantado y Sigfrido no se ha enterado.

Y ahora... ¿ahora qué? ¿Cómo decirle a las chicas que tenemos que seguir esperando? ¿Que habrá que nadar, nadar y seguir nadando, porque de nuevo un hombre nos ha fallado? Chicas, cisnes, que da igual que los hombres sean príncipes y vayan vestidos de azul. Siempre habrá una Odile que les pervierta. Y si de su amor sincero depende que dejemos de ser cisnes para convertirnos en mujeres... si de eso depende... veréis, prefiero seguir nadando. Total, la ropa la guardé hace tiempo.

***

Reconozco, no sin cierto rubor, mi escaso conocimiento del ballet clásico. Pero, aunque no sepa pronunciar el nombre de Tchaikovsky, ayer me emocionó -y mucho- El Lago de los Cisnes que representa el Ballet Clásico de Moscú. Lo mejor, sin duda, la actuación de una magistral Ekaterina Maksimova, esbelta y frágil si es Odette; pérfida, fría y dura en la piel de Odile.

Un lujo para los sentidos.

A tiempo están: el telón se baja el domingo.

sábado, enero 06, 2007

Felices Reyes

Los Reyes Magos han pasado por mi casa y han dejado algo para mis lectores más taurinos. No es ninguna maravilla... más bien se trata de unas pobres líneas de refrito, un experimento de microrrelato. Pese a la baja calidad del resultado, no descarto que haya alguien a quien pueda gustar la criatura.

“Nunca quise tocarme la coleta para no cortarme un pelo”. Se revoluciona el corazón, y el capote se escurre. La vida se escapa por los poros, inmunes al calor. Quiere marcharse, pero los agujeros de la pared le traicionan. La condena tiene que cumplirse.

viernes, enero 05, 2007

Me voy a pie

Hoy tengo la memoria vestida de notas musicales. Rosa me provoca... y este es el resultado.



Y no podía olvidarme de la canción favorita de mi padre -demasiado presente (y ya sé que lo de "demasiado" suena políticamente incorrecto) por obra y gracia de tanta soga en los informativos-.



Papá, dile a los Reyes, tú que los tienes más cerca, que nos traigan lo que hemos pedido.

Dónde irá lo que no se da

Por ejemplo, los besos...

miércoles, enero 03, 2007

[...] y [0]

Cómo ser uno mismo cuando tu cabeza se resiste a seguir siendo el motor de una vida que no te llenó nunca. Y cómo asumir tu necedad si lo tienes todo. Y precisamente porque lo tienes todo, sólo aspiras a fogonazos de felicidad, algo así como cohetes de compromiso en la inmensa orgía de fuegos artificiales que se supone tienen que iluminar la vida de uno para que considere que ha alcanzado su objetivo en la vida.

Cómo buscar un objetivo vital cuando encontrar una sola pista de uno mismo en la madeja embarullada de los días que se repiten, uno tras otro, y otro, y otro más, sin solución de continuidad, con un principio que no acaba y un fin que no termina de llegar, es el reto que nunca llegas a cumplir.

Cómo tirar, ir tirando, como aquel que dice, cuando ni siquiera el año nuevo -el momento por excelencia para replantearse la vida de uno, aunque sólo sea porque la ves reflejada en el espejo de la risa del de al lado- es ya una excusa para marcarte metas que cumplir.

Porque, en el fondo, sabes que nunca las cumplirás. Sabes que seguirás ahí, por inercia, porque no hay soga que te haga levantar los pies del suelo ni sueño que sea capaz de atarte al cielo que siempre perseguiste y ya te estás cansando de esperar. Que no baja y sólo tienes constancia de él en la medida de que siempre se te termina cayendo encima.

Cómo hacer propósitos cuando no eres capaz de oír, siquiera de lejos, un solo acorde del Concierto de Año Nuevo y hasta los saltos de esquí que marcaron cada volver a empezar de la nueva vida que se supone que estrenas cada nuevo año han pasado a mejor muerte. O simplemente a mejor espera.

Que la espera es la peor de las agonías.

Para qué esperar, si el suspense [...] termina siempre en suspenso [0].

El alma de un florero

He superado la primera prueba del año. Creo. La de proponerme cosas que he cumplido, al fin. Cosas que parecen pequeñas, pero que para mí suponen cimientos necesarios para construir aspectos más grandes -cuanto menos, más grandilocuentes-.

Me he levantado a tiempo, he llegado a punto al primer día de mi nuevo trabajo, he leído todos los periódicos, he propuesto temas que han interesado y me han aceptado, he colaborado con éxito en otro programa, he sido efectiva y rápida en el segundo de mis compromisos profesionales del día, he lavado y planchado hasta casi quitarme el ingente montón de ropa arrugada que se multiplica en mi armario nada más llegar a casa, he respetado el primer régimen del año -casi en la totalidad del espartano plan autoimpuesto- y hasta escribo este post que, sin ser divertido, interesante, actual ni mucho menos trascendente, es todo un logro cuando el reloj pasa de las 00 horas del miércoles y llevo en pie desde las 05.30 horas del martes.

Qué quieren que les diga. Me siento satisfecha.

Mañana me propondré escribir algo legible. Ahora sólo me quedan fuerzas para ser algo parecido al alma de un florero.

lunes, enero 01, 2007

... y arrancó 2007

... y se repitió aquello de los dos besos y el "Feliz Año" de rigor. Aun con quienes no nos caen del todo bien y nos miran de reojo, como con mala leche, vaya usted a saber por qué motivos. Pero era Nochevieja, el asfalto de Madrid se convertía en el reino de la brillantina y las lentejuelas, el raso y el satén campaban a sus anchas por locales salpicados de trajes poco puestos y corbatas de nudos imposibles por infrecuentes.

Arrancó 2007 y a servidora le pilló con un kilo de más -pese a bailar toda la noche como una poseída- y varios propósitos de menos. Y hoy, sin sacudirme la resaca sobria -he de confesarlo, aun en Nochevieja sólo bebo agua mineral- perenne en la primera página de la agenda, el sofá ha sido mi más dulce aliado -más dulce aún que el turrón que queda en una bandeja sin fondo, que parece rellenarse sola cada media hora-, mi narcótico más efectivo para -ya sin excusas- darlo todo mañana.

Lo quiera o no, mis años empiezan el 2 de enero. El 1 no existe más allá del sofá.

Así que... a por el Año Nuevo.

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