viernes, agosto 27, 2010

Los que faltaban


 Foto: Olga Díez (Caliope) en Flickr.

Poco a poco, como gotas de arsénico -como el envenenamiento de la diva de culebrones mexicanos a manos de su mayor fan, que ya lo dijo no sé quién, que "hay amores que matan"-, se van incorporando a la vida laboral -o sea, a la vida, porque últimamente, con esto de la crisis, no hay tiempo para otra cosa que no sea el trabajo o, en su defecto, el paro- los que faltaban. Los que han estado de vacaciones y nos han alegrado el mes de agosto con su ausencia. Con las calles vacías, con las carreteras sin atascos, con el Metro sin empujones. Con la calma del saberse solo. Gilipollas por trabajar cuando todo el mundo descansa, pero solo.

Porque lo que más jode del fin del verano no es que llegue septiembre, que empiece el cole, que las carreteras vuelvan a llenarse, que haya que aprovechar el atasco para pintarse la raya del ojo -si te toca el de China, te da tiempo a depilarte y hasta a hacerte la lipo antes de retomar la marcha- o que no te entren los pantalones de pana que te compraste en las rebajas de invierno por la de helados que te has tomado en vacaciones. Qué va. Lo que más jode es volver a sumergirte en el "rencor social".



La expresión no es mía. La soltó no sé cuándo no sé quién, que quería decir algo así como que estaba encabronado con el mundo. Que se subía por las paredes, sin ningún motivo y con todos a la vez. Simplemente porque no encajaba.

Y así me hallo yo. Sin hallarme. Sin encajar en ningún sitio, porque, ahora que caigo, a mí siempre me han gustado los puzles de muchas piezas -aunque nunca los terminase- y lo que se lleva, en realidad, son los rompecabezas, en los que sólo hay que juntar un dado con otro, y con otro, y con otro más, todos con múltiples caras, eso sí, porque aquí no da la jeta ni el apuntador.

Pero no voy a amargarme. Nada de rencor. Eso, sólo en el cine y de la mano de Lolita. Porque la vida es un drama, aunque a veces se cuente en clave de comedia, pero hay que tomárselo con filosofía. O con ironía, que acaba igual pero tiene otro puntito.

Por eso este finde no me pierdo a Woody Allen. O Conocerás al hombre de tus sueños, que no es Antonio Banderas, aunque lo borde -que dicen que lo borda-. A mí me pone más Woody, aunque sea feo.



Tráiler de Conocerás al hombre de tus sueños.

Y hablando de Woody Allen, no os perdáis la entrevista que le hizo Cristina Casero para laSexta Noticias. Woody en estado puro.

2 comentarios:

  1. COINCIDO MUCHO. POR QUÉ SERÁ? JAJAJa. PERO CERTERA COMO SIEMRPE. Y HAY QUE PASAR DE LOS RENCOROSOS, QUE SE CUEZAN EN SU PU.... SALSA. Y POSITIVA QUE TÚ SÍ QUE VALES. ;)

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  2. Gracias. Desde luego que hay que pasar de los rencorosos. De los que no aportan nada, en todo caso.

    Tú también vales. Y mucho.

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