La lucha en rosa

Hay días en que toca hablar de lo que toca. Y no porque alguien lo mande, sino porque a una le sale de la peineta. Porque tiene corazón y porque, aunque suene egoísta –y aunque lo sea–, mañana te puede tocar a ti. Y a mí.

Por eso hoy toca hablar del cáncer de mama, el tumor más frecuente en las mujeres occidentales. Sólo en España se diagnostican cada año 15.000 nuevos casos y actualmente ya se manejan cifras que indican que una de cada 16-18 españolas tendrá un cáncer de mama.


Las cifras son rotundas, pero detrás de ellas hay historias reales. Casos de mujeres cuya vida ha pegado un vuelco de la noche a la mañana y que han visto cómo el problema de llegar a fin de mes era una nimiedad comparado con el reto de seguir viva.

Me lo contaba Carmen Milans del Bosch, una auténtica gladiadora contra el cáncer de mama que se ha convertido en el rostro de esta lucha gracias a "El reto de Carmen", una iniciativa que pretende recaudar 50.000 euros para ayuda psicológica a enfermas y familias.

"Tienes que hacer como si no fuera contigo", me decía. "Pensar que le está ocurriendo a otra persona. Que no eres tú quien se la está jugando. Y seguir, seguir hacia delante, disfrutando del momento y planteándote metas a muy corto plazo, para hoy, para mañana, como mucho para dentro de una semana o quizá para quince días más allá. Cuando una tiene cáncer, el largo plazo no existe".

Lo dice una mujer que ha superado un cáncer de mama en cada pecho y le ha ganado la batalla a un oncogen que la hace especialmente vulnerable no sólo a este tipo de tumor, sino también al cáncer de ovarios.

Y está tan pancha. Tan feliz. Siempre con una sonrisa en la boca. Guapa. Vital. Como un torbellino. Sin parar. Con la agenda llena. Desayunos, colegio, gimnasio, entrenamientos, negocio, casa, compras, deberes, cenas, marido, perros... unas horitas de sueño y desayunos, colegio, gimnasio... y así un día detrás de otro, pero siempre a corto plazo.

Carmen ya no hace planes. Su plan es seguir luchando. Y seguir sin rendirse. Y transmitir ese espíritu a quien la quiera escuchar. Tenga o no cáncer. Porque no es necesario llevar un tumor a cuestas para echarle valor a la vida.



Actualización. Colaborar en la lucha contra el cáncer no siempre implica llevar una horrible pegatina en la solapa. Ahora es mucho más cool: El Jardín de Lulaila pone en nuestras chaquetas a Tolentina, un broche muy mono y, además, solidario. Y este mes está de rebajas. ¿Te quedan excusas para no colaborar?