Desayuno. Café con leche –con crema, qué rico– y croissant a la plancha –tenía antojo desde hace una semana y al fin he logrado paladear ese sabor dulzón y esponjoso, uhmmmm...–. Y periódico. Y suplemento. El mayor placer del fin de semana. Desayuno con periódicos y sin prisa.
Abro Yo Dona, mi lectura sabatina obligada. Leo el horóscopo, primera parada –reconozco que es cuestión de vicio, y no de creencia–. Después, voy de atrás hacia delante y, justo en el principio, me quedo con las dos primeras líneas de la "Carta de la directora", Charo Izquierdo:
"Es posible que me hiciera periodista porque dese pequeña tuve facilidad para que me contaran cosas, para recibir confidencias que la gente deposita en mí, con la seguridad de que no les voy a traicionar. Escucho y me cuentan. Así ha sido y es".
Yo no tengo tan claro por qué soy periodista. Dice mi primo que porque quise imitar a Julia Roberts en Me gustan los líos. Digo yo que porque siempre me gustó escribir pero nunca tuve valentía suficiente como para intentar ser escritora. Por eso me quedé en plumilla.
Yo también leo el suplemento femenino de El Mundo. Siempre me voy a la última página, esa en la que una compatriota cuenta sus avatares por esos mundo de Dios. Me gusta el diseño de YoDona. Si yo no hubiese estudiado música, es probable que me hubiese decantado por el periodismo. últimamente ando muy interesado por la teología.
ResponderEliminarVivo en Collado Villalba, ya sabes, a 10 minutos del paraiso.
Saludos.
Puf, ser periodista es estar abocado al fracaso. O casi. Es mejor no estudiar nada y apuntarse a Gran Hermano.
ResponderEliminarLa teología es interesante, pero dura...
¿Villalba? Yo viví allí hasta hace cinco años...
Ah, ¿el periódico no se empieza siempre por la última página...?
ResponderEliminarYo no creo que ser periodista sea estar abocado al fracaso. Creo que ejercer de periodista es estar abocado al fracaso. Parece lo mismo, pero no lo es. O al menos yo no lo veo igual. Será que sigo siendo un iluso...
Juan: yo siempre empiezo el periódico por el final. Cosas mías... y supongo que de mucha gente. Es interesante tu reflexión: no creo que seas un iluso.
ResponderEliminarBesos.