Quiero regalarte algo y no sé muy bien qué. El masaje no es suficiente. Te gustará, lo sé –entre otras cosas, porque siempre te ha gustado todo lo que ha venido de la mano de mi hermano y de la mía–, pero quiero algo más.
Estoy pensando en algo que sea equiparable a lo que tú me has regalado a lo largo de estos treinta años. Algo equiparable a la vida, a las caricias, a las sonrisas, a los días de fiesta, a las noches en vela, a las horas eternas para ayudarme con los deberes, al hombro cálido para llorar sobre él, a la mano firme para llevarme por donde debía andar, al corazón inmenso para enseñarme cómo se quiere. Al ejemplo de una mujer inimitable.
Pero no encuentro nada que se le parezca, mamá. Así que, simplemente, Felicidades. Felicidades y muchas gracias. Y muchos "Te quiero". Los que te he dicho, los que me he callado y los que nunca más me callaré.
Quiero darte las gracias por todo "hija", pero sobre todo por estar ahí. Ningún regalo por hermoso que sea es equiparable con teneros a vosotros, tener vuestro amor incondicional, vuestros cuidados y vuestros mimos. Me dais tanto aunque ni tan siquiera os deis cuenta que necesitaría muchas vidas para poder agradeceroslo, porque con ésta solo no tengo bastante. Os quiero mucho.
ResponderEliminarUn besazo.
Madre... ¡¡que me haces llorar!! Si es que eres la mejor... ¡¡TE QUIERO!!
ResponderEliminarFelicidades señora.
ResponderEliminarA mí también me han emocionado.
¡Gracias, Bate!
ResponderEliminarHola Noelia, que bonito, que bien escrito... que orgullo para tu madre, ella tiene mucha suerte de tenerte como hija, y tu como se ve de tenerla como madre !!
ResponderEliminarPóngame a los pies de su santa Madre y dígale de mi parte que tiene una hija con un enorme talento. Eso ya es un buen regalo.
ResponderEliminarDivan Divine, gracias por pasarte por mi blog y comentar... Bienvenida (porque intuyo que eres chica) y espero seguir viéndote a menudo.
ResponderEliminarInsustancial, tú sí que tienes talento...
Besos y gracias.