sábado, enero 02, 2010

Felicidad

Fue el momento más feliz de mi vida y no lo sabía. De haberlo sabido, ¿habría podido proteger dicha felicidad? ¿Habría sucedido todo de otra manera? Sí, de haber comprendido que aquel era el momento más feliz de mi vida, nunca lo habría dejado escapar. Ese momento dorado en que una profunda paz espiritual envolvió todo mi ser quizá durara solo unos segundos, pero me pareció que la felicidad lo convertía en horas, años.

Orhan Pamuk, El Museo de la Inocencia, Mondadori, Barcelona, 2009.

La felicidad tiene esas cosas. Pasas toda una vida ansiándola y, cuando llega, se va sin que te enteres de haberla disfrutado. Eres feliz y no lo sabes. Y, si primero te lamentaste de buscar la felicidad y no encontrarla, luego te fustigas por haberla alcanzado sin paladearla siquiera un instante. C'est la vie.


Leer una buena frase, por ejemplo, puede convertirse en uno de esos instantes de felicidad. Breve, pero intenso. No, desde luego, lo bastante profundo como para llenarte por completo, pero sí para estremecerte un segundo. Y eso es mucho. Al menos para mí.

Hoy he leído unas cuantas buenas frases. Entre otras, las que componen el relato "Hijo de nadie", de Lorenzo Silva. Pertenece a una serie de minirrelatos etiquetados bajo el rótulo común de Vidas.zip. Merece la pena leerlos.

5 comentarios:

  1. Uno de los momentos de más felicidad en mi vida lo escribí el otro día en mi blog:

    " ..y mientras estos dos se perdían en la inmensidad, yo bebía anís en una lata de cinc y escuchaba polifonía española del XVI. No recuerdo haber escuchado nada más bello que aquel lamento que tronaba en la sierra bajo un manto de humedad cuando fuimos abrazados, por un pausado viento cargado de amor.
    Nunca he vuelto a sentirme más unido a la naturaleza que aquella noche perfumada por la insondable majestuosidad que nace de Dios.

    Perdón por el tostón.

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  2. De tostón nada. Es muy bonito. Y está muy bien escrito. Tus blogs han sido todo un descubrimiento.

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  3. Gracias.
    Eres la primera persona que conozco que tiene "Mortal y Rosa" de Umbral entre sus libros favoritos. A mi me parece el libro más bello escrito en español de todo el siglo XX. Quizás me pase, pero lo prefiero ha no llegar.
    Aún con toda la crudeza empapada de dolor con la que está escrito, me hizo feliz su lectura.
    Si la sintaxis es el espejo del alma, Umbral, tuvo que cargar con una inmensamente clara.

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  4. Una frase feliz de G. K. Chesterton:

    "Y por una paradoja que ya ha dejado de asustarme, sé que posiblemente nunca más vuelva a sentirme tan absolutamente seguro de que aquello era verdadero como cuando hice el último esfuerzo por negar que lo fuera."

    G. K. Chesterton. Por qué soy católico. Ed. El buey mudo, p. 119.

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  5. Bate, Mortal y Rosa es una obra de lectura obligada. Claro que, habida cuenta de lo poco que se valora la cultura en estos tiempos, casi mejor que no obliguen a nadie a leerlo. No lo entenderían.

    Petrarca, gran frase. No sé si feliz, pero sí, desde luego, afortunada.

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Gracias por contribuir a este blog con tus comentarios... pero te agradezco aún más que te identifiques.

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