martes, febrero 08, 2011

El cáncer del toreo


Acudir a Valdemorillo es como sumergirse en el día de la marmota. Da igual el año en el que vayas, quién toree o qué ganadería se lidie. Allí siempre están los mismos. Y siempre te dicen las mismas cosas. Cuánto tiempo. Qué tal va todo. A ver si este año nos vemos más.

El reto no es verse más. Es que haya más gente que se vea. Y que vea. Toros, se entiende. Y eso no se va a conseguir sin cambiar algunas cosas. Muchas, más bien.

Taurodelta –a la sazón, para los lectores no taurinos, empresa gestora de Las Ventas y de Vistalegre– lo ha intentado con un autobús en el que ha sacado a pasear a las figuras que harán el paseíllo en el palacio de Carabanchel a finales de este mes.


El publibús también estaba en Valdemorillo el otro día. Y digo yo que para qué hace falta contarle a los taurinos quién torea en Vistalegre, si ya lo tienen apuntado en la agenda desde que salieron los carteles.

El problema está en atraer a gente a la que los toros no les han llamado nunca la atención. Los hay. Y no quiere decir que sean antis. Quiere decir que nadie les ha llevado a un buen festejo, que nadie les ha dejado ver el lado más bello de la Fiesta, que nadie les ha intentado contagiar de la magia que se esconde tras el brillo de los alamares.

Mientras tanto, las plazas se vacían, los festejos se reducen y miles de toros se mueren de asco en el campo. Una alternativa para rentabilizar las fincas ganaderas es el taurismo, una nueva forma de turismo rural que ya practican desde hace tiempo casas como la del Conde de la Maza. Almudena de la Maza lo dice muy clarito en el reportaje que emitimos el domingo en laSexta Noticias: abrir las puertas de las dehesas es una forma de hacer relaciones públicas.


Ésa es la clave. Relaciones públicas. Comunicación. Conceptos que a los taurinos más recalcitrantes les dan grimilla. Ellos siguen con su puro en la boca sin darse cuenta de que el peor de los cánceres que les acecha no es precisamente el de pulmón.

8 comentarios:

  1. Me parece totalmente lógico lo que dices, y es que si no se hace más popular La Fiesta, dificilmente llega a todos.

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  2. Gracias por tu visita y por tu comentario.

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  3. Noelia, has dado en el clavo.

    100% de acuerdo con tu reflexión. Es una de mis luchas, que la patronal taurina, y el sector en general, se entere de una vez por todas que es necesario "vender" los parabienes que tiene la Fiesta de los toros, y hacerlo de forma profesional y aprovechando todas las facilidades y herramientas que tenemos en la actualidad.

    No se puede estar gestionando e interactuando con el entorno igual que se hacía hace 30 años, porque para bien o para mal, el entorno a cambiado, y mucho.

    A modo de ejemplo, ¿a que esperan a incluir perfiles tales como Directores de Marketing, Gestores de la Innovación...?

    Saludos

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  4. Muchas gracias por tu comentario. Es una lucha que por el momento parece perdida, pero hay que seguir intentándolo. No sé de qué nos extrañamos cuando vemos las plazas vacías.

    Claro que conviene no olvidar que la comunicación exige tener algo que comunicar: si llevas a gente a las plazas y les das bazofia, malo.

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  5. Todas las acciones de publicidad que se hagan serán positivas siempre y cuando se ejecuten en un marco de acción diferente al habitual. Es condición necesaria pero no suficiente.

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  6. Efectivamente, no es suficiente. Como he escrito más arriba, de poco serviría llevar a la gente a la plaza si una vez dentro les das bazofia.

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  7. Es muy interesante tu reflexión (o artículo ya que eres periodista). Creo que el problema radica en "inculcar" al tradicionalismo taurino una nueva forma de gestionar esto (que para ellos es un negocio) sin perder la esencia.
    Me gusta que las ganaderías sean cotos cerrados y me gusta que en el campo se tiente sin montones de turistas asomados a la tapia de la plaza, pero comprendo que para poder "regenerar" la fiesta, sería conveniente darla a conocer en toda su amplitud (relaciones públicas como bien dices). Hacer saber al gran público y al aficionado "potencial" que la fiesta de los toros, no sólo se resume a lo que ocurre dentro de un círculo en una tarde de verano.
    Saludos cordiales.

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  8. Hola, I.J. En primer lugar, gracias por visitarme y comentar. Efectivamente, muchas labores de campo deben seguir siendo privadas y mantener cierta liturgia, pero eso no es incompatible con cierto aperturismo en otros momentos.

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