Sería bueno para ti que a veces olvidaras antes y, en cambio otras, tardaras más en olvidar. Pero para eso, hay que calibrar mejor el valor real de la gente y de las cosas.
Si, hay soplos de aire que te dejan cierta calidez, y otros que dejan frio, y lo peor, cuando nos pilla sin bufanda, pero a veces, son tantos los catarros que tu cuerpo termina por inmunizarse solo.
Y, yo, soy tan bobo, que hasta creo que existe otra vacuna, pero, que dificil es encontrarla, o quizas el dificil sea yo, de no saber que aun asi, puedo volver a resfriarme.
Con lo que me gusta el otoño, y las raras cosas que se me pasan por la cabeza.
William: me siento muy identificada con tu manera de pensar. Yo creo que estas vacunas no existen. Es como la gripe: hay gente que no la pasa nunca y hay otras personas que son conscientes de que, pase lo que pase, se vacunen o no, se abriguen o vayan en pleno invierno en bikini por la calle, terminarán cayendo. Lo importante, creo, no es caer, sino saber cómo curarse.
Javier: supongo que hablamos de resfriado de corazón, aunque es bastante parecido al otro, sólo que los mocos son menos verdes porque están hechos de lágrimas.
Cuando escribes así, a mí más que un relato, me parecen experiencias. Tal vez me engañe esa primera persona tan directa. En particular, me encantaría que me dijeran aquello que entrecomillas, pero sin sentirme rechazado o como segundo plato. Sigue dándole a la pluma...
Anónimo: piensa lo que quieras. En este país todavía hay libertad de pensamiento. Gracias por tus ánimos. Le daré a la tecla.
Ladysteffi: lo de la aspirina y el Vicks está genial. Los remedios de siempre suelen funcionar y el mejor es la distancia, lo que se viene dando en llamar cuarentena. Si pudiéramos ponernos en cuarentena emocional, sería todo un logro, ¿no crees?
Mara: sí, siempre está bien ser un soplo de aire fresco. Lo malo es que duran poco y significan aún menos, y hay que ser consciente de ello.
Conocí a un hombre, capaz de hacerte creer el centro del mundo, que "el aire fresco" le venía, no siempre de la misma ventana, aunque nunca lo confesó. Reza para que sirva de experiencia. A mi no, duró muchos años. Demasiados, pero Inolvidables.
(perdón) Conocí a un hombre, capaz de hacerte creer el centro del mundo, aunque "el aire fresco" le venía, no siempre de la misma ventana. Reza para que sirva de experiencia. A mi no, duró muchos años. Demasiados, pero Inolvidables.
Breve, muy certero e ingenioso.
ResponderEliminar¡Un saludillo!
Gracias, guapa. Te debo varias visitas a tu blog, pero últimamente ando fatal de tiempo... Besos.
ResponderEliminarSería bueno para ti que a veces olvidaras antes y, en cambio otras, tardaras más en olvidar. Pero para eso, hay que calibrar mejor el valor real de la gente y de las cosas.
ResponderEliminarHay que curarse bien de los resfriados de verano, luego los llevas arrastrando todo el año.
ResponderEliminarUn besico
Anónimo: esto es un relato. Nada más. Aunque esté escrito en primera persona, no tengo nada que olvidar. Pero gracias por tu consejo.
ResponderEliminarJavi: tienes toda la razón. No hay nada peor que arrastrar un resfriado o una enfermedad mal curada. Otro beso.
Si, hay soplos de aire que te dejan cierta calidez, y otros que dejan frio, y lo peor, cuando nos pilla sin bufanda, pero a veces, son tantos los catarros que tu cuerpo termina por inmunizarse solo.
ResponderEliminarY, yo, soy tan bobo, que hasta creo que existe otra vacuna, pero, que dificil es encontrarla, o quizas el dificil sea yo, de no saber que aun asi, puedo volver a resfriarme.
Con lo que me gusta el otoño, y las raras cosas que se me pasan por la cabeza.
¿Hablamos de resfriado físico o en el corazón?
ResponderEliminar:) , es verdad javier, mezclamos y las dos cosas parecen tener el mismo significado.
ResponderEliminarYo, por mi parte me referia al del corazon.
William: me siento muy identificada con tu manera de pensar. Yo creo que estas vacunas no existen. Es como la gripe: hay gente que no la pasa nunca y hay otras personas que son conscientes de que, pase lo que pase, se vacunen o no, se abriguen o vayan en pleno invierno en bikini por la calle, terminarán cayendo. Lo importante, creo, no es caer, sino saber cómo curarse.
ResponderEliminarJavier: supongo que hablamos de resfriado de corazón, aunque es bastante parecido al otro, sólo que los mocos son menos verdes porque están hechos de lágrimas.
Besos a los dos.
Cuando escribes así, a mí más que un relato, me parecen experiencias. Tal vez me engañe esa primera persona tan directa.
ResponderEliminarEn particular, me encantaría que me dijeran aquello que entrecomillas, pero sin sentirme rechazado o como segundo plato.
Sigue dándole a la pluma...
Dile a M.Sencillo que se tome una aspirina y se deje de airecillos frescos.
ResponderEliminarSi tose le das vips vaporus y echa a correr...¡¡¡que te contagia!!!
mmm vaya! ese resfriado hay que cogerlo a tiempo eh??? Y es bonito eso de ser un soplo de aire fresco para alguien... no creeS?
ResponderEliminarAnónimo: piensa lo que quieras. En este país todavía hay libertad de pensamiento. Gracias por tus ánimos. Le daré a la tecla.
ResponderEliminarLadysteffi: lo de la aspirina y el Vicks está genial. Los remedios de siempre suelen funcionar y el mejor es la distancia, lo que se viene dando en llamar cuarentena. Si pudiéramos ponernos en cuarentena emocional, sería todo un logro, ¿no crees?
Mara: sí, siempre está bien ser un soplo de aire fresco. Lo malo es que duran poco y significan aún menos, y hay que ser consciente de ello.
Conocí a un hombre, capaz de hacerte creer el centro del mundo, que "el aire fresco" le venía, no siempre de la misma ventana, aunque nunca lo confesó.
ResponderEliminarReza para que sirva de experiencia.
A mi no, duró muchos años. Demasiados, pero Inolvidables.
(perdón)
ResponderEliminarConocí a un hombre, capaz de hacerte creer el centro del mundo, aunque "el aire fresco" le venía, no siempre de la misma ventana.
Reza para que sirva de experiencia.
A mi no, duró muchos años. Demasiados, pero Inolvidables.