Me levanto. Me despierta el timbre. Si no, aún seguiría en la cama. Creo, ilusa de mí, que es mi madre, que me trae el desayuno. Pero no. Es la cartera. Con un certificado. Uff. El catastro. Puag. No lo entiendo. Mucha cifra y poca letra. Ya me lo dirá el banco cuando vengan los recibos. El banco. Tengo que ir. Pero hoy no. No.
Vale, va, no me acuesto. No son horas y he dormido mucho. Venga, va, a levantarse. Hay que ser productivo.
Pongo la tele mientras me preparo el desayuno. Demasiado desayuno para tan poca actividad física. Debería ir al gimnasio. Pero no, hoy no. Llueve. No en el gimnasio, pero llueve. Y tengo que poner lavadoras.
La tele. Hablan de no sé qué, hasta que empiezan a hablar de las parejas. De las mujeres que ganan lo suficiente como para vivir solas, y de la conquista que supone la propia soledad.
Eso, la conquista. Ya no soy solterona. No. Soy una conquistadora.
Y como quiero dejar de serlo, me tomo el desayuno deprisa y corriendo, cambia que te cambia de canal, hago la cama, me lavo como los gatos, me visto, y me subo con mi madre. No es un novio, pero es la única que me da cariño. A veces. Y sólo un ratito. Sólo antes de irse a trabajar.
A ella no le hablo de mi conquista. A ella voy a terminar por reconocerle que ya paso de la independencia. Que quiero que me quieran. Un poco, un poquito nada más. Y que esto de la soledad es una mierda.
Menuda conquista.
Noelia, mira que se le he dicho veces a mi madre, que he nacido antes de tiempo.
ResponderEliminarSi hubiera nacido 20 o 25 años despues ahora al menos podria intentar optar a ser el ladron de tu soledad.
Piensatelo bien, que a veces la soledad, es mejor que la compañia. De todos modos suerte en tu busqueda que te la mereces.
Besos
Salud
El Coronel
No, si en realidad no busco nada. Es sólo que estoy un poco harta de todo. Y lo peor es que estoy segura de que, en caso de que se acabara la soledad, entonces querría no tener a nadie al lado. Creo que lo que me pasa es que soy inconformista permanente.
ResponderEliminarPero gracias. Y besos.
kien te pillara....
ResponderEliminarIdentifícate, anónimo... no seas cobarde.
ResponderEliminarHace unos días comentando con un querido amigo y depresivo crónico, como casi todos los cercanos a mi generación, le dije algo así como que la depresión y la soledad hay que amigárselas, porque, una vez están encariñadas con uno, se le puede llamar de tú y convivir con ellas sin grandes problemas.
ResponderEliminarCon tal sentido de humor, ese talante tan especial que te permite reírte frente a tu propio espejo, yo no le daría demasiadas vueltas a la misma noria; sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de ferias que hay en el mundo con alguna montaña rusa a tu disposición, y estarás de acuerdo conmigo que subidos a esos artilugios todo es mucho más emocionante.
Un beso, señorita Noelia, la extraño.
pienso lo mismo q anonimo...tienes tantas cosas interesantes...
ResponderEliminaroscar.valencia
No hija nooo.. ya me rechazaste una vez...
ResponderEliminarO por lo menos lo sentí así.
Robin: sí, las norias molan... Pero es que tanto vuelco al estómago puede terminar degenerando en úlcera. No sé si ya va a ser momento de renunciar a las aventuras.
ResponderEliminarAnónimo 1: efectivamente, no me quejo de cosas interesantes. Hay muchas. Muchas más que los tíos. Desde luego.
Anónimo 2: tú mismo. Es que una cosa es que a una le mole que le den cariño y otra que no sea capaz de seleccionar quién, cuándo, cómo y dónde. Sin ánimo de ofender.
Yo te siento cada día más fuerte y más segura, es solo una apreciación.
ResponderEliminarTe mereces encontrar lo que quieras hallar, de la soledad formal conozco poco y, por tanto, poco te puedo ayudar. De la otra conozco algo más y a mí no me disgusta.
Un abrazo grande, Noelia.
Gracias, apesardemí. Lo intento. Lo de ser más fuerte y estar más segura. Es mi propósito constante.
ResponderEliminar¿Y qué es la soledad formal? Ay, que estoy espesita, hijo...
Aún con momentos de desesperación, se te nota mejor, y aunque no se sepa si es mejor "con" que "sin", se te nota tambien que al menos sabes como eres, que ya es un triunfo.
ResponderEliminarLa lista de inconformistas de ciertas cosas o personas cada vez está más llena de nosotros, no es un consuelo, pero nos hace más reales.
No me hagas mucho caso, porque es el mes del inconformismo y me contamino.
Besos.
En ello ando... y creo que en ello andaré toda mi vida, intentando descubrir cómo soy, quién soy y quién quiero ser. Y aprendiendo a no frustrarme si no consigo, en realidad, más que parecerme de lejos a esa imagen que quiero lograr...
ResponderEliminarYo también me contagio. Me había prometido que me iba a gustar la Navidad, casi por decreto, pero cuesta, cuesta...
Conquistadora... inconformista... seguro que rebelde también. Pero el camino se hace andando. Y luego la rebeldía cede, el inconformismo se conforma y la conquista se disfruta.
ResponderEliminarUn abrazo,
Miguel
Me lo apunto, Guarismo, me lo apunto.
ResponderEliminarLa soledad acaba siendo la opción cómoda, por muy incómoda que sea. Porque voluntarios, nunca faltan...
ResponderEliminarPero estamos tan mal acostumbrados que hemos empezado a buscar cosas que tal vez no existan... O simplemente hemos hecho de la búsqueda el fin, y no el camino...