martes, agosto 10, 2010

Al amor por el éxtasis


Foto: Fotoblog.

"Siempre busco nuevas formas de contar que vayan más allá de la foto, el marco y la pared". Y a fe que lo logra. Vaya si lo logra. Porque decir que el objetivo de Isabel Muñoz escupe nada más que fotografías es mentir, y mentirse. O no tener ojos. O carecer de sensibilidad.

Isabel Muñoz (Barcelona, 1951) es una de las grandes firmas de la fotografía contemporánea. Y lo es porque pocas cámaras captan como la suya cada sentimiento, cada doblez del alma, cada caricia del espíritu. Y pocas son capaces de inmiscuirse, sin que se note, en círculos sociales endogámicos y excluyentes, que rechazan todo tipo de retrato. Pero ella lo logra, se mimetiza con el ambiente, y el resultado es una obra tan auténtica... que no encuentro otro adjetivo mejor para calificarla.

Precisamente la autenticidad y el desgarro son las características claves de El amor y el éxtasis, su nueva exposición en Madrid (Sala de Exposiciones Canal de Isabel II). Se trata de un trabajo multidisciplinar en el que la fotografía se combina con la imagen en movimiento para trasladar al visitante a ceremonias espirituales en Siria, Irán, Irak y Turquía, que irradian tanto amor como éxtasis.


Los derviches, bailarines turcos que giran, giran y vuelven a girar hasta entrar en trance, y hasta parece que van a echar a volar, impulsados por el aliento de sus faldas blancas, cobran gran protagonismo en esta muestra. Sin embargo, no todo es danza y belleza. En ocasiones, el trabajo de Isabel Muñoz sacrifica la estética para centrarse en lo trágico –que, en el fondo, es otro modo de estética– y llevar el fotoperiodismo hasta las últimas consecuencias, para inmortalizar prácticas ascéticas que llevan a los hombres a comer cristales o a atravesarse el rostro con cuchillos.



"El amor y el éxtasis", de Isabel Muñoz from Noelia Jimenez on Vimeo.
Vídeo: AVNC.



Personalmente, prefiero las danzas. La sangre nunca ha sido mi fuerte. Además, me recuerdan un libro al que tengo mucho cariño: Viaje por un camino de hermosura. Tambores para la sanación (Mandala Ediciones). Se trata de la opera prima de Ángel Lafuente Laarbi-Rommani, una novela autobiográfica en la que, a través de una dura experiencia vital, muestra al lector cómo la meditación y la reflexión pueden ayudar a cambiar una vida que no es grata por una existencia mucho más placentera y plena de sentido.

4 comentarios:

  1. No entiendo mucho de fotografía, por no decir nada..., pero me ha parecido impresionante cómo ha podido captar todos esos momentos. Como tú dices, va más allá de lo que simplemente se ve en la foto.

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  2. Me alegro de que te guste, Celia. Te recomiendo que veas cualquiera de sus exposiciones. Te impactará.

    Por cierto, en el próximo número de AR sale una entrevista con ella. ¡No te la pierdas!

    Un beso.

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  3. interesante, como siempre. Habrá que ver la expo. Las foto captan momentos irrepetibles...

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  4. ¡Gracias! Tenemos que apuntarla en la agenda. Ya sabes... ;)

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