Su segunda vez

Siempre hay una segunda vez para todo. Sé que la gente lo dice cambiando el dos por el uno, así: "Siempre hay una primera vez para todo"; pero, en realidad, la segunda es la que cuenta.

De primeras va una de novata. Se preocupa demasiado del cómo será y del qué tendré que hacer. Después, rotos ya los prejuicios iniciales, disfruta de verdad. Se interesa por una misma y sus propios gustos –entre otras cosas, porque sabe lo que le gusta y lo que no–. Es la ventaja de estar de vuelta.

Es lo que le sucede a Catherine Zeta-Jones en Mi segunda vez, su última película, una comedia romántica en la que una cuarentona –o "cuarentañera", que diría AR– conquista al canguro de sus hijos, veinte años más joven que ella.

La historia es bastante tópica: mujer entregada a su familia descubre que su marido le pone los cuernos con su mejor amiga; decide coger la vida por esos mismos cuernos y lanzarse a la aventura; como es perfecta, encuentra el trabajo perfecto, los amigos perfectos y hasta el canguro perfecto... y lo es tanto –tan perfecto– que cae rendida en sus brazos. ¿O era él quien caía en los de ella?

La película no es ninguna maravilla, pero sirve para pasar un rato entretenido en un sillón cómodo con aire acondicionado. Y ojo, porque está mucho mejor él –Justin Bartha– que ella –la Zeta–. Como actor, se entiende.





Tráiler de Mi segunda vez.
Director: Bart Freundlich.
Intérpretes: Catherine Zeta-Jones, Justin Bartha, Kelly Gould, Andrew Cherry, Kate Jennings Grant, Art Garfunkel, Sam Robards, Joanna Gleason, Lynn Whitfield.