Carla Royo-Villanova (dcha.) junto a Mariluz, una de las componentes de su equipo. |
Hay gente que debería ser recetada cuando uno entra en barrena depresiva. Gente que sonríe y transmite buen rollo con solo mirarte. Y claro, con tanta energía positiva como llevan dentro, esas personas se convierten en una especie de enchufe donde se enciende la luz de todo lo que les rodea. Vamos, que son de esos que tienen un sueño y en lugar de roncarlo lo cumplen.
Carla Royo-Villanova es una de esas personas. Y no es de extrañar que su sueño, su firma de cosmética Carla Bulgaria Roses Beauty, haya dejado de ser un proyecto para convertirse en una realidad de presente y con futuro.
CBRB ha cumplido cuatro años y Carla ha querido celebrarlo con periodistas, blogueras, amigas, compañeras. No sé muy bien por qué ha contado conmigo, si soy la antítesis de la periodista de moda y belleza (tengo michelines, no sé hacerme rizos con la plancha, me da pereza darme cremas por la noche y no sé colocar las palabras "ideal" y "monada" en una misma frase), pero me ha parecido todo un gesto de generosidad por su parte.
Hoy Carla ha puesto rosa sobre blanco lo que significa creer en algo y llevarlo a cabo: exige tantas dosis de ilusión como sacrificio, trabajo y resistencia al cansancio. Y si a eso le añades una cucharada de sencillez, la receta sabe mucho mejor. Es la diferencia entre ser princesa e ir de reinona.
P.D.: Para celebrar su cuarto cumpleaños, Carla Bulgaria Roses Beauty ha lanzado una edición limitada de velas de aceite Roses for Two (a la venta exclusivamente en By Carla), todo un objeto de deseo para hacer de un fin de día cualquiera una noche única: las enciendes y, cuando se han derretido, utilizas el aceite para dar un masaje relajante. Sensualidad garantizada.
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