Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.
Yo te estoy esperando.
Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.
Y seguiré esperando.
Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
cuando el amor se abrace con la muerte
y se pongan mas serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.
Luis García Montero
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.
Yo te estoy esperando.
Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.
Y seguiré esperando.
Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
cuando el amor se abrace con la muerte
y se pongan mas serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.
Luis García Montero
puff, madre mía, qué pedazo de poeta..
ResponderEliminarTienes toda la razón. Yo no soy muy aficionada a la poesía, quizá porque soy muy bruta, pero estoy picoteando de García Montero por influencia de Covi y, la verdad, me estoy empezando a enganchar.
ResponderEliminarNiña:
ResponderEliminarMe encanto el post, no he tenido tiempo para revisar todo el blog pero prometo otra vuelta, agradece si quieres a mara, pues por ella he llegado hasta aqui.
Besos y que estes bien
Yo tampoco soy aficionado a la poesia, y es curioso, porque la musica es poesia, y la musica es vital para mi,pero a veces me tropiezo con algunas que me hacen pensar o recordar, esta me ha gustado.
ResponderEliminarPd: chiquilla que buen ojo, el color de las letras parecen salir del purpura del mar de la foto.
Besos!.
Quiero ser como él... Bueno, mejor dicho, quiero ser como yo soy, pero escribir tan bien como él. Gracias, Noelia, por descubrírmelo.
ResponderEliminarKafrune: muchas gracias por tu visita y tus halagos. Prometo corresponder. Espero verte de nuevo por estas "tierras".
ResponderEliminarWilliam: lo del color ha sido casualidad... jejejeje. ¡¡Qué observador!!
Javierlunaro: yo también quiero escribir tan bien como él. Y como tantos otros... tendremos que seguir esforzándonos. No hay de qué por el descubrimiento. Gracias a ti por la visita, como siempre.