Se echa la mano al estómago, pero dice que lo que le pasa es que no siente el alma.
Yo le pregunto qué es eso. Eso de no sentir el alma. O de sentirla. Cómo sabes que la tienes, dónde está, qué señales te envía, dónde te duele, cómo se acaricia.
Y entonces, sin quitarse la mano del estómago, me mira, como con hastío, como si todas las palabras del diccionario no fueran suficientes para explicarme qué es eso de no sentir el alma. Para que yo fuera capaz de comprender cómo se siente. O peor aún, que no se siente. Que no siente nada. Y que la ausencia de sentimiento es peor que el dolor. Peor que el peor de los dolores. Que el más tortuoso de los martirios.
Y me dice, como displicente, que el alma es lo que te ayuda a respirar. Lo que hace que el aire aproveche. Lo que convierte la alternancia entre inspiración y espiración en algo más que una simple función fisiológica mecánica e involuntaria.
Y termina señalándome que no siente el alma porque, aunque respira, parece que se ahoga.
Yo, torpe, sólo puedo decirle que lo siento. Que lo siento en el alma. Y él me dice "qué suerte tienes", me da un beso en la mejilla, se sube el cuello de la chaqueta, da media vuelta y enfila la escalera del Metro abajo para volver a casa. A buscarse el alma. A buscarla.
Tú si que me pones la piel de gallina!! No había leido algo tan bonito sobre el alma en toda mi vida...y mira que es difícil escribir sobre lo intangible...eres una maestra!!
ResponderEliminarBesote gooordo
Una vez más me dejas sin palabras. Un texto precioso.
ResponderEliminarUn besazo
Que maravilla de escrito.
ResponderEliminarYo, algunas veces me he sentido asi, como que no sentia el alma, que me quedaba frio ante situaciones en las que el alma se supone que cumple su función y sale al ruedo rutinario, pero tiempo despues, me daba cuenta de que si, de que si lo sentia, era solo que pasaba por epocas en las que estaba un poco oxidado y solo necesitaba el antioxidante adecuado,solo que yo me sentia, vacio de sentimientos, y a veces, sin motivo aparente, cuando descubres que de ti no se han ido del todo, te sientes rejuvenecer.
He visto de tal manera tu escrito, que me ha dado un pellizquito, ver como se iba alejando la imagen,adentrandose en la boca del metro y la angustia del que se queda sin poder ayudarle.
"menuda" imagen.
Besos!.
Me abrumáis... cuando terminé de escribirlo me parecía una ruina... Gracias a todos por vuestros ánimos y, sobre todo, por estar ahí. Si nadie me leyera, no sé si escribiría. Supongo que soy bastante exhibicionista.
ResponderEliminarBesos.
Es precioso, pequeña. La muchacha de los pelos despeinados, para ser tan humilde, escribes de lujo. Haría carrera por que apreciaras más tu arte, pero eso es algo que acabarás por hacer tú, estoy segura. Me encantó volverme blanca ayer contigo... Un besazo.
ResponderEliminarWalls
El alma existe sin duda, nadie sabe lo que es pero estar está.
ResponderEliminarSolamente hay que ver un cadaver para darse cuenta que le falta eso que algunos dicen pesa 28 gramos.
Por otra parte, precioso su texto.
Es precioso Noelia, para mi,has descrito, bueno y tu acompañante también, la Depresión.Es así, no sientes nada, ni amor ni odio, ni siquiera por aquellos, que tu cerebro sabe, que en condiciones normales sí sentirías.
ResponderEliminarWalls: también fue un placer para mí compartir contigo esas horas en blanco bajo la lluvia y al borde del café. Gracias por tu visita y por tus regalos en forma de piropo. Prometo ejercitar mi autoestima. Lo tuyo sí que tiene mérito: la poesía son palabras mayores y lo bordas.
ResponderEliminarr.: no sabía lo de los 28 gramos. Qué curioso. Gracias por tus palabras. Tus relatos sí que merecen la pena. Me pasaré por tus dominios con frecuencia.
Musa: gracias a ti también. Lo cierto es que puede ser depresión, o simplemente abulia... es un estado en el que he caído alguna que otra vez, pero no pensé que sería capaz de transmitirlo como parece que lo he transmitido.
Besos a todos.
guauuuuuuuuuuuuu...........
ResponderEliminarNo sé que decir, ¡alucinante!
Se lo he leído a mi compi y me ha dicho que te felicitara, que tienes alma de escritora.
Un beso fuerte
yoli
No me gusta corregir... pero el peso que pierde el cuerpo nada más morir es 21 gramos (González Iñárritu hizo una película increíble con el mismo título)
ResponderEliminarNoe, cada vez que releo que el texto se me encoge el alma.
Un beso
"no siente el alma porque, aunque respira, parece que se ahoga". Me ha encantado. Yo, nunca nunca nunca, podría haber hecho una descripción más exacta.
ResponderEliminarTenía un amigo que decía que ya no sentía. Y el texto me ha recordado infinitamente a él... Me ha encantado noelia... Un beso
Yoli: muchas gracias. Sé que andas por estos confines con frecuencia, pero me hace mucha ilusión que dejes alguna que otra pisada en el camino. Besos.
ResponderEliminarJavi: me lo voy a terminar creyendo. Gracias por tus ánimos y por tu información. Te estás ganando a pulso una autoinvitación a Valencia... jejejeje.
Mara: gracias a ti también. Espero que te encuentres mejor. Y tú eres capaz de escribir cosas mucho mejores, seguro.
Y yo por aquí pasando tarde. Yo creo que, aunque es difícil de explicar, todos hemos tenido esa sensación alguna vez. Espero que no lo escribas por experiencia...
ResponderEliminar¡Un saludo!
La autoinvitación a Valencia va a estar complicada... pronto sabrás el próximo destino...
ResponderEliminarY Creételo!! como le decían a la Maura "nena, tú vales mucho"
Covi: en esta ocasión no es por experiencia propia, pero sí lo he sentido muchas veces. Diría que demasiadas.
ResponderEliminarJavi Boix: si es para bien, me alegro de no poder autoinvitarme. Veo que estás hecho todo un "culo de mal asiento", con perdón... Suerte en tu próximo destino y gracias por tus piropos.