"A partir de este momento voy a hacerlo todo bien".
A partir de este momento. A partir de ahora, de este mismo instante, voy a ser mejor. Voy a estudiar más. Voy a dejar recogida la habitación antes de irme a dormir. Voy a lavarme los dientes durante cinco minutos, uno detrás de otro. Y luego, con el paso del tiempo, voy a leer libros más constructivos. Y el periódico completo. Y voy a echarme potingues en la cara y en las cartucheras. Y voy a dejar la cocina en perfecto estado de revista. Y a prepararme la ropa del día siguiente.
A partir de este momento. A partir de ahora, de este mismo instante, voy a hacer las cosas bien.
Me recuerdo a mí misma repitiendo esta cantinela desde que era una enana -de edad, se entiende, que de estatura sigo siendo más bien canija; de hueso ancho, eso sí (o al menos ese es mi consuelo cuando me subo a la báscula y no cede más que hacia arriba, la muy cerda), pero canija-. "Voy a hacer las cosas bien", "tengo que hacer las cosas bien", "voy a esforzarme más", "tengo que entretenerme menos". Voy a. Tengo que.
¿ Voy a qué? ¿Qué? ¿Cumplir con el papel que se me asignó desde fuera? ¿No defraudar? ¿A quién? ¿A quién, si a mí misma siempre me defraudé, y no he dejado de hacerlo casi nunca?
¿Tengo que qué? ¿Qué? ¿Ser perfecta? ¿Medir 1,80, pesar sesenta kilos y no tener un solo milímetro de celulitis? ¿Aunque los nódulos grasos se me instalen en el cerebro?
¿Quién nos enseñó esto? ¿De dónde sacamos el ansia por la perfección? ¿Nos lo inculcaron los payasos de la tele? ¿Las marquesinas del autobús? ¿Las revistas de adolescentes?
¿Y cuál es la mujer perfecta? ¿La de Ragazza? ¿La de Cosmopolitan? ¿O la de Elle? ¿O quizá la de Woman? ¿Y por qué no la de Telva?
Porque no. Porque mujeres perfectas no existen. Ni siquiera las superwoman que nos venden por doquier.
Y alguien debería decírnoslo antes de que lo asumamos por simple asociación de ideas.
Vídeo correspondiente a la última campaña de la Fundación Dove para la Autoestima.
Oye, es bueno el spot ¿eh? Yo también me exijo mucho a veces... Sólo que cumplo la mitad de mis propósitos. Es imposible no intentar ser perfecta...
ResponderEliminarMujer, lo de los Rayos UVA da igual. Lo importante es lo que tengas en el coco ;)
Me da que este año no voy a pisar mucho Las Ventas. Me ha salido un trabajillo extra para San Isidro... Eso sí, el día 15 de junio espero estar allí.
Bueno, que sea para bien. En cualquier caso, la plaza no deja de ser una excusa. Nos podemos ver cuando quieras. Por ejemplo, podemos hacer una quedada de exCossíos en la expo de Pelegrín. ¿Lo proponemos?
ResponderEliminarNo es la primera vez que me pasa que, comenzando a leerte, saco una conclusión que tú misma acabas exponiendo un poco más abajo...
ResponderEliminar¿La mujer perfecta? ¿Qué demonios es eso? Y yo aún diría más... ¿quién diablos quiere a una mujer perfecta...? O a un hombre perfecto, ya que estamos...
Me ha gustado mucho tu post. "Mujeres perfectas no existen". Creo que el amor las hace perfectas. El cariño. Depende de los ojos con los que se vean.
ResponderEliminarPara mí todas las mujeres son bellas, por el simple hecho de ser mujeres. Sin embargo, sólo una alcanza el privilegio de ocupar todo el cariño. Me refiero a un esposo, un novio, un padre, una madre, un hermano. La verdad los cariños en todas sus estaciones son diferentes.
Me ha gustado, reitero tu blog y tu post.
Saludos.-
Juan: ¿será que no soy tan rara como me pinto y hasta en ocasiones pienso igual que gente inteligente, como tú? Yo tampoco creo que exista la mujer perfecta. Ni el hombre perfecto. Ni la perfección en sí. Es muy platónico, ¿no? Pero me parece bien intentar buscarla. Siempre y cuando uno no muera en el intento.
ResponderEliminarRicardo: me gustan tus palabras, pero creo que no hay que, en caso de que a una mujer la haga perfecta algo, ese algo no es el amor. Al menos no un amor diferente del que ha de sentir por sí misma. Si no, ¿qué sería de las solteras? Y no me digas que existe el amor de padre o el amor de hermano o el amor de amigo... porque te digo que sí, pero que, por encima de eso, está el amor propio -y mira que de eso gasto poco-. En cualquier caso, gracias por tus piropos.
Besos a ambos.
La perfección no existe y además no es necesario ser perfecto y mucho menos por fuera. Cada uno tenemos unas virtudes que es lo que realmente cuenta...
ResponderEliminarUn beso.
Pues sí, anónimo. La perfección exterior es la más inútil de todas las perfecciones. Sólo se consigue con el Photoshop.
ResponderEliminarMe alegro que te hayas dado cuenta por fin; creo que somos muy afortunadas las que caemos en esta conclusión con menos años. El problema viene cuando no algo que necesites sino, que te impongas. La mayoria de mis compañeras y conocidas, mayores que yo, todavía buscan la perfección, de hecho mi madre con 80 años, la sigue buscando... y fíjate cómo será la cosa, que la sale un novio y nos dice: "no es para mí".
ResponderEliminarMusa
Jajajaja... ¡¡me parto!! De todos modos, reconozco mi debilidad en este aspecto: aunque sé que la perfección no existe, me la exijo. Y así me va. Aunque, ahora que lo pienso, no me va del todo mal.
ResponderEliminarHay que ver cómo se lo han montado estos de Dove!!!!
ResponderEliminarSiempre he pensado que cuando te "gustan" las imperfecciones de tu pareja es cuando de verdad estás enamorado.
Besico
Vaya post. a menudo entro en tu casa y te leo. Es la primera vez q escribo pero no por que tus post no te lancen a ello. Con el de hoy no pude menos. Tods deberiamos intenar sentirnos mejor y dejarnos de estas cosas que nos ocupan meda vida. Buen día, Noe.
ResponderEliminarMi torero no corre
Javi: creo que tienes toda la razón. Cuando estás enamorado te gusta todo de la otra persona... pero cuando digo "todo", es "todo". Ufff...
ResponderEliminarAnónimo: gracias por animarte a escribir. Estoy de acuerdo contigo. Hay que vivir y no torturarse. Pero, ¿cómo hacerlo cuando eres masoquista sin remedio?
La verdad es que la belleza no tiene un significado concreto y unanime,lo que para unos es bello para otros no lo es, lo malo es cuando nos lo imponen como el buen ejemplo que has puesto en el siguiente post de esa sabia frase, nos dicen: lo bello es esto, y si no lo alcanzas, no lo eres...
ResponderEliminarY un jamón!!.
Campañas como las de Dove tendrian que haber llegado antes, para hacernos una idea mas concreta a los que crecimos con las marquesinas engañosas, portadas de revista, etc.
Querer ser bellos para los demás, otro error, se bello-a para ti mismo, vistete como se te antoje, que al final quien te quiera te querrá por tus imperfecciones no por lo que intentas ser.
Pero la trampa está en muchos lugares, asi como en la ropa por ejemplo te imponen la talla en otros te imponen la gracia.
Otro ejemplo reciente, la famosa serie de sobremesa de una mujer que es ella misma y lucha en un mundo de "perfecciones", pero la ironia mayor es que mucha gente esta esperando el final para que se ponga bella!
Porque?.
Pues sí. Si uno tiene éxito como es, ¿para qué intentar cambiarlo?
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