No quiero presumir de nada, pero resulta que tengo lectores asiduos. Lectoras, también. Unos dejan comentarios. Otros, no. Pero, como las meigas, haberlos, haylos, y su simple existencia -amén de sus lecturas- son para mí motivo suficiente de felicidad. Al menos momentánea.
El otro día me subió la moral Emilio. Majísimo él, se me presentó en el patio de arrastre de Las Ventas. Creo que fue antes de que Carmen se quedase maravillada con la cadenita del Wonderbra -pedazo de invento, sí señor... el Wonderbra en sí, cadenitas aparte-. O sea, que el canalillo artificial no tuvo nada que ver. Que digo yo que me saludó por estas mis letras ciclotímicas. En fin, Emilio; si me lees, gracias. Eso sí, queda pendiente algún comentario. O un emilio, en minúsculas. Que no está bien que las letras broten siempre del mismo lado. Al menos no en la blogosfera.
Pero antes de Emilio me consta la existencia lectora y persistente de Regina. A Regina no la conozco, pero me sobran los motivos para creer que es una mujer de los pies a la cabeza. Un peaso mujé, vaya. Porque solo una mujer de todas todas sería capaz de parir dos fenómenos de la talla de Germán y Pablo.
Así pues, Regina, gracias. Por leerme, pero, sobre todo, por regalarnos el arte de estos dos gachós. Te echo el guante para un café, querida. Con sacarina, eso sí.
Y, a todo esto, resulta que hoy es el cumpleaños de Germán. Odia que le feliciten, así que no lo haré. Tengo argumentos más que de sobra para felicitarle todos y cada uno de los días del año, excepto hoy. Aunque se nos resista el Manzanares. Yo es que prefiero el Guadalquivir, Torerín...
La verdad que es una satisfacción tener personas que aprecian lo que haces. Mi madre es mi mejor fan, la pobre no sabe poner comentarios ni cosas de esas, pero me hace una publi que no veas... ayyy mi hijaaa jajajaja Un besazo.
ResponderEliminarMi madre igual... yo creo que, en general, las madres son poco objetivas, pero, oye, animan que no veas.
ResponderEliminarAunque, en cualquier caso, tu blog es como para presumir de él, querida...
Besotes.
Hola,
ResponderEliminarsí, confirmado,aquí un servidor se acercó por tus letras. :)
Revisa el correo del blog, si no tienes un "emilio" esperando, dime algo.
Un beso
Gracias, Emilio... por leerme, por acercarte, por presentarte y por tu "emilio"... jejejeje. Perdona la broma de las letras. Es que estoy como una cabra, ya lo sabes.
ResponderEliminarMira tu correo.
Nos leemos.
Fenómena, de parte del sector matriarcal de la familia, léase la mujer que reparte el bakalao en Karabanchel, muchas gracias por el comentario sobre la jefa.
ResponderEliminarEspero que estes estupendamente!!!!
un beso muy grande.
Nos vemos en las Ventas