Setenta años. Los alienígenas, dispuestos a tomar la Tierra, iban arrasando con todo lo que encontraban a su paso, mientras los militares, los científicos e incluso el secretario de Estado se encogían de hombros ante la catástrofe, pues no tenían manera de frenar aquel desastre.
Orson Welles lo avisó: que nadie se echase las manos a la cabeza, que aquello era sólo una dramatización. Que sólo pretendía adaptar La guerra de los mundos, de H. C. Wells. Nada más.
Pero el poder de convicción de la radio, su capacidad para dar carácter de certeza a toda palabra que convierte en ondas, pesó más que la advertencia. Y sucedió entonces lo que ya todos saben: que los ciudadanos cayeron presa del miedo; y que las calles se llenaron de gente que corría despavorida, sin dirección; y que buena parte de los estadounidenses pensaron que allí se acababa el sueño americano, que los extraterrestres ponían punto y final al imperio.
Ahora, setenta años después, la radio española rinde homenaje a una retransmisión que se convirtió en un fenómeno sociológico y que, aún hoy, pasadas siete décadas, sigue estudiándose en todas las facultades como ejemplo indiscutible del poder de los medios de comunicación de masas.
A Orson Welles le despidieron por aquello, pero, como no hay mal que por bien no venga, se marchó a Hollywood y arrancó una carrera cinematográfica plagada de parabienes.
Esta noche, la voz de Welles será recreada por Primitivo Rojas -la voz de El precio justo-. Junto a él, voces señeras de la radio española, como Luis del Olmo, Juanma Ortega o Juan Ramón Lucas, irán poniendo voz a los personajes del mítico relato, para recrear aquella noche neoyorquina histórica del 30 de octubre de 1938.
La retransmisión íntegra de la obra podrá seguirse a partir de las 21 horas a través de Radio 3; habrá también conexiones en directo en Radio Nacional, Cadena Ser, Cope, Punto Radio, Onda Cero, Intereconomía y Onda Madrid.
Siempre le he tenido un cariño inmenso a este programa de Orson Welles (y a Welles una enorme admiración), siempre he disfrutado leyendo sobre esta anécdota del poder que tenía la radio allá por los años 30.
ResponderEliminarAún no he podido escuchar el programa original, y en realidad no sé si podré escuchar esta noche la recreación. Pero la iniciativa me encanta, me parece hermosa, me parece un reconocimiento obligado al medio y al autor de aquel programa.
Estoy contigo. Si no puedes escuchar la recreación, creo que en www.rtve.es puedes encontrar el programa en RNE a la carta... Besotes.
ResponderEliminarYo lo escuche hace muchos años y me impresio tanto.
ResponderEliminarAunque ahora las cosas han cambiado tanto, yo creo que el poder de los medios de comunicacion sigue siendo muy grande y la radio, que algun dia pense que acabaria desapareciendo con la llegada de la televisón, ha sabido mantenerse e incluso estar por encima de la televisió, sobre todo por su inmediatez.
Salud
El Coronel
Desde luego, la radio tiene una magia y una capacidad de narrarlo todo en directo que no tiene ningún otro medio de comunicación. Y probablemente tampoco le alcanza ningún otro medio en cuanto a capacidad de influencia.
ResponderEliminarUn día de estos van a retrasmitir de verdad el fin del mundo por anorexia existencial. Yo quiero que el locutor de tal acontecimiento sea Pau Llanes, con su voz de durazno. Habrá que revivir a este hombre, cómo me faltan sus palabras.
ResponderEliminarMe gusta lo de la anorexia existencial. Es la metáfora del vacío permanente.
ResponderEliminarQué bueno recordar aquella gesta increíble de Wells! Siempre me río pensando en los pobres oyentes...
ResponderEliminarAdmirable Orson, el poder que tenia de convicción y su indiscutible pasión por el cine, hace que 70 años depues se le siga rindiendo homenaje a lo que lejos de ser una derrota, fue su consagración.
ResponderEliminarBesos, me ha encantado el post, y me ha recordado muchas cosas.
Marcelo, debió de ser divertido, sí... pero me da la sensación de que, si sucediera algo parecido hoy, muchos también tragarían.
ResponderEliminarWilliam, me alegro de que te guste el post. Efectivamente, Orson Welles era un genio, pero de eso sabes mucho más tú que yo.
Sabes, Noe? Aquel 11-S, mientras el mundo veía en directo caer las Torres Gemelas de Nueva York, pensé en Orson Welles. Yo decía: esto es un experimento, es un montaje,es una ficción acordada en plan experimento.
ResponderEliminarDespués, cuando supe que todo aquello era verdad, sí que eché de menos la ficción y la genialidad del gran Orson Welles.
Mil besos,
A mí me pilló en mi tercer o cuarto día consecutivo con 40º de fiebre... y pensé que estaba delirando, en serio.
ResponderEliminarBesotes.