Ay, qué desastre. Empiezo el post con el título y no recuerdo si aquella segunda suegra mía se llamaba Amalia o Amelia. Mi señora madre me ha corregido el desliz unas cuantas veces, pero mi memoria es frágil y tiende a olvidar qué vocal corresponde a la sílaba central del nombre de aquella mujer siempre sonriente, siempre solícita, siempre cariñosa... una pedazo de suegra, en fin.
Amalia -me decanto por la "a", y que los hados me sean propicios- era -supongo que lo sigue siendo- la madre de David, el niño guapísimo que conocí en parvulitos y por el que dejé a Kiko.
David -quién le encontrase de nuevo... si estás por ahí, hijo, manifiéstate- era moreno, con cara de bueno y con unos ojos verdes que quitaban el sentío. Le recuerdo vestido de pirata, en una fiesta de carnaval del cole, situado -qué bien enseñan a los niños desde pequeños, oyes- entre las dos chiquillas que peleaban por sus huesos: Natalia y una servidora.
Natalia era una cursi. Y que diga eso una megacursi como yo, tiene delito. Pero es que ella era un verdadero repollo con lazo. A las fotos me remito: la menda, disfrazada del Atleti -sí, qué pasa... nadie es perfecto, hay defectos que se incuban desde la cuna- y mi rival, vestidita de bailarina del cancán, con sus plumas en la cabeza y todo, como si anduviéramos por el Lejano Oeste y tuviéramos que pelear, liguero en ristre, por el amor de mi David.
Porque David, quiéralo ella o no, era mío. Mío y solo mío. Era yo quien lloraba con él cuando nos obligaban a ir a natación. Era yo la que le invitaba a chucherías en el bar de mi señor padre. Era yo la que jugaba con él a Uve en los recreos -bueno, ella también, pero yo jugaba más, porque hacía de Diana y era la prota- y, sobre todo, era yo la que me hacía cariñitos con esa monada de niño al ladito de los columpios -y mamá, no hagas comentarios, que te conozco y me haces pasar vergüenza.
Pero Natalia, además de requetecursi, era muy envidiosa, y me decía, la muy pedorra, que David me iba a dejar por gorda. ¡¡Habló la flaca!! ¡¡Si teníamos las dos unos mofletes que no cabían en las fotos de carné!!
Y además, querida, Amalia me quería a mí. Seguro. Casi más que David. Porque ese es mi sino, llevarme mejor con mis suegras que con mis novios. Aunque confabulen con mi madre para obligarnos a los tortolitos a soportar horrendas sesiones de natación cada martes, sin pesarles en absoluto nuestro recurrente dolor de barriga -inventado una semana tras otra, a propósito, para tan acuática ocasión.
De todos modos, ahora que lo pienso, en aquellos años la vida ya me estaba ofreciendo una temprana lección, a la que yo no quise atender: que, ya desde el principio, las tías somos tan tontas que preferimos pelearnos por la atención de un menda que aliarnos en nuestro propio beneficio... que, al final, los tíos pasan y somos nosotras las que quedamos.
Para ilustrar aquella época, nada mejor que Parchís -por cierto, mi David se parecía al buenorro de rojo, de cuyo nombre no logro acordarme-.
Comando G.
El twist de mi colegio.
Don Diablo.
Dime por qué.
Noe: el relato iba muy bien, pero cuando has dicho que el chaval en cuestión se parecía a Tino el de Parchís la has cagado. Es que ya no puedo quitarme esa imagen del mono rojo con la que tenía pesadillas. Odiaba a Parchís, te lo juro.
ResponderEliminarLo mejor, lo de Amalia/Amelia, que es algo que le ocurre al noventa por cien de los mortales. Y ese vestido del Atleti, lo más. Ole con ole por los colchoneros!!
Mil besos. Me voy al curre con la sonrisa puesta, jodía. :)
Tía, pues a mí el Tino me ponía... Aunque mi David era más guapo, eso te lo digo.
ResponderEliminarBesotes.
No sé qué ha despertado más mi curiosidad, la foto vestida del Atleti o que fueras nada menos que Diana en los juegos de V, je, je, je...
ResponderEliminarQué crueles son los niños cuando quieren, ¿no...?
Jajajaja... ¿Crueles? ¿Lo dices porque era Diana o porque me llamaban gorda?
ResponderEliminarDios mío, soy taaaan mayor...
ResponderEliminarHa estado divertido.
Tía, ¡¡si estás hecha una chiquilla!! No digas tonterías, hermosa.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Besotes.
Me he reido un montón, que tiempos los de parchis chis chis, yo todavía tengo un cd en el coche, a mis hijas les encanta, recuerdo como jugabamos en el recreo a comando g, yo hacía de mark (siempre fui un poco chicote)
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Pilar. Parchís mola mucho... ¡¡Yo igual me compro un cd!!
ResponderEliminarBesos.
Noelia, como en los toros division de opiniones:
ResponderEliminarLo de retomar el asunto de las suegras me encanta. Espero a las suegras de cuando eras mas crecidita. Esas son la "buenas". Aunque esta Amelia Amelia, bien podria pasar por suegra de hijo casadero.
Lo de Parchis, yo como Berrendita.
Lo del Atleti, ¿que quieras que te diga? Ya sabes mi "conexion actual con los vikingos" y de blanco desde que a mi pesar me cristianaron.
Besos
Salud
El Coronel
Buenooooooooo... procuraré escribir algo que te guste más, Coronel...
ResponderEliminarBesos.
Sí, era Amalia -con "a"-, y no voy a hacer ningún otro comentario porque todo está muy bien como está, sólo que David tiraba más por tí que por Natalia, quizás es que le iban más las rubias que las morenas, aunque Diana la de "V" era morena si mal no recuerdo.
ResponderEliminarUn besazo.
Conchy.
Coronel, por Dios!! Es mucho más grave ser merengón a que a uno lo acristianen, no joa. ;)
ResponderEliminarBeso.
Bueno, que yo soy colchonera y cristianada... ¡Y a mucha honra!
ResponderEliminarBueno, bueno, Berrendita, calmense los animos.
ResponderEliminarYo por mi condición de agnostico, lo de los bautizos, bodas, etc. No me interesa nada. Darme de baja de la Iglesia, son un monton de impedimentos, pero lo conseguiré, espero
Lo de "mi" Real Madrid, eso son ya palabras mayores. Ademas me puedo dar de baja cuando quiera y sin problemas, no como en la iglesia.
Noelia, me ha gustado mucho tu relato de Amalia, pero yo creo que esas suegras menores. Las que suelen tener mas "tomate", son las posteriores.
Besos a las dos.
Salud
El Coronel
Oído cocina... A ver si me pongo con ello.
ResponderEliminarAh, y enhorabuena por la victoria en el derby... Los que valen, valen. Aunque sean vikingos.
Noelia, tu felicitación dice mucho de ti. Gracias. El año que viene será.
ResponderEliminarOtros amigos mios atletistas, hoy estaban desaparecidos.
Estaré esta semana de vacaciones en Alicante, por eso notaras que no doy la "brasa" en el blog, pero volveré y espero leer muchas cosas nuevas.
Besos y hasta la vuelta.
Salud
El Coronel
Jejeje... Lo que es, es. Felices vacaciones.
ResponderEliminar¡Qué tiempos, por dios! Parchís, el Atleti de Ben Barek... ¡Eso era fútbol!
ResponderEliminarJo, yo de ese Atleti ni me acuerdo. Mi memoria sólo llega hasta Hugo Sánchez.
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