Foto: Diario de Sevilla.
Eso y la Gloria es lo mismo. Eso y ver la Cena en la Catedral, majestuosa en una revirá eterna, elegante; eso y ver a San Roque por la calle Sierpes; eso y ver salir del Salvador, entre el bullicio tornado en silencio, al Cristo del Amor.
El paso de misterio de la Hermandad de la Cena, tras salir de la Catedral.
Foto: Diario de Sevilla.
La Gloria es una oración al compás de una corneta, es el quejío de un tambor, es la pupila inocente de una niña que ansía ver la Borriquita. Es el murmullo del río gritando "Guapa" a la Madre de Dios en su procesionar, triunfal y majestuoso, hacia las calles engalanadas de una Sevilla mágica, más eterna que nunca.
Ha sido el mejor Domingo de Ramos de mi vida. Un domingo loco, pero el mejor. He descubierto muchas miradas y he vuelto a sentir que merece la pena, siempre, mirar en azul.
me alegro mucho que lo disfrutaras, a mí también me apasionó, y descubrirlo contigo más. Espero que siempre recuerdes esa "mirada en azul", te dará tranquilidad, paz y libertad. Te recordará el incienso liviano en el aire, y el sutil azahar...
ResponderEliminarSi alguna vez se me olvida... no dudes en recordármelo.
ResponderEliminar¡Gracias!
Sólo te puedo decir; que envidia me dais, jajaj.
ResponderEliminarBueno, otro año vienes y haces de cicerone, ¿vale?
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