Me encanta estrenar cosas. Lo que sea. Unos zapatos -últimamente me he comprado demasiados y la libreta de ahorro tirita, aun con veranillo de San Miguel de por medio-, una camiseta, una libreta de papel a cuadros o un boli Bic, sin capucha ni nada.
Estrenar día a veces es un acto de férrea voluntad. Semana, ni te cuento. En el plano temporal, es mucho más emocionante estrenar año -será por las galas, por la cena o por el primer anuncio tras las campanadas, yo qué sé- o incluso mes -esto se debe, sin duda alguna, a la celebración de Santa Nómina Bendita-.
Pero estrenar mes de octubre me ha hecho sentirme muy melancólica. Incluso un poco histérica. Y ansiosa compulsiva. Después de desayunarme todo lo habido y por haber en una despensa repleta de productos integrales y 0% -que yo no sé de qué sirven si peso lo mismo o más siempre-, he vuelto a la cama con la convicción de levantarme enseguida para arreglar un desastre de habitación -que parece el mercadillo en hora punta- y marcharme corriendo al gimnasio a quemar tanta mermelada light y tanta galleta con bífidus y L-carnitina.
Y me he levantado, sí, pero sin ganas de nada. Por eso vomito estas líneas. Porque no puedo vomitar otra cosa. Porque las lágrimas no se me caen, sino que explotan de tanto haber estado contenidas.
Porque el recuerdo es una putada. Y son demasiados recuerdos negros en poco tiempo. Fechas que se repiten, días que se suceden y ausencias que parecieron olvidadas pero que se clavan como hierros afilados, recalentados al rojo vivo, en una mente calenturienta y cansada a partes iguales.
En momentos como estos me gustaría ser como Carril. Ser auténtica. Mucho me temo que ésta será siempre mi tarea pendiente.
Una persona que siente como sientes tú y es capaz de transmitirlo de una manera palpable y casi doliente no puede ser nada menos que auténtica. Nada menos porque de ahí para abajo no cabes y nada menos también porque eres mucho más para l@s que te conocemos...
ResponderEliminarDeberías sentirte como lo que eres, insisto, quizás auténtica se quede pequeño. ¿Qué tal especial? Una persona auténtica puede no ser especial pero una persona especial siempre, siempre, siempre es auténtica.
Quierete.
Una persona que siente como sientes tú y es capaz de transmitirlo de una manera palpable y casi doliente no puede ser nada menos que auténtica. Nada menos porque de ahí para abajo no cabes y nada menos también porque eres mucho más para l@s que te conocemos...
ResponderEliminarDeberías sentirte como lo que eres, insisto, quizás auténtica se quede pequeño. ¿Qué tal especial? Una persona auténtica puede no ser especial pero una persona especial siempre, siempre, siempre es auténtica.
Quierete
Yo, estoy totalmente de acuerdo con Victoria.
ResponderEliminarGracias a los dos.
ResponderEliminarMe gustaría encontrar una fórmula.
ResponderEliminarUna fórmula mágica que ayudara a los míos, a los que a mí me importan, a no sufrir, o a sufrir menos, como poco....
Me parece que no existe, que es una quimera, pero aún así yo la busco. La busco siempre que puedo, pero tenéis que poner mucho de vuestra parte, que sé que lo hacéis.
Es un mal mes, una mala fecha para recordar para todos, y especialmente para vosotros. Hay que buscar alternativas de pensamiento y ayudar a los demás a encontrarlas.
Sabes que tienes en mí un apoyo firme. Aquí estoy, no dudes.
Un beso
Lo sé, sobre todo porque no sólo lo demuestran tus palabras, sino, sobre todo, tus hechos.
ResponderEliminarNo te preocupes. Esto no deja de ser una manera de exteriorizar, de purgarme... una especie de terapia que terminará por expulsar de mi blog a los pocos lectores que tenía...
Muchos besos.
Eso te pasa por no terner a tu Pijoaparte al retortero.
ResponderEliminarqise firmar Pijoaparte. No la jodamos, piénsatelo Noe.
ResponderEliminarNoelia, echa, echa para afuera todo los malo que por eso no te vas a quedar sin lectores. Pero no te refociles en la pena, mírame a mí, que coincidimos en desgracias aquel tiempo negro. Amigos, amigos y amigos, esa es la clave. A mí me han sacado ellos del pozo y se lo deberé mientras viva. aAdelante y un beso de tu Margo
ResponderEliminarEres la leche, Margo... tú también, Pijoaparte. Y me lo estoy pensando, que conste!!!
ResponderEliminarBesotes... ¡ah! Y si veis a Carmen, le dais un beso enorme, pero enorme enorme, de mi parte.
Recibido el beso vía ella.
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