No soportaba mi nombre porque, cuando alguien preguntaba: "¿Cómo se llama esta niña?", inmediatamente el "preguntante" entonaba la cancioncita... Noelia, Noelia, Noelia, Noelia, Noeliaaaaaaaaaaaaaa... y claro, ya se sabe aquello de "Lo poco agrada y lo mucho enfada".
El caso es que, después de odiar el soniquete durante años, un día, sin querer, descubrí aquel torrente de voz. Y me detuve a escuchar la canción original. Cada nota. Y se me erizó la piel. Y asomaron algunas lágrimas –dejemos aparte la circunstancia de que soy bastante llorona–.
Ahora, un musical me devuelve esas emociones. Hace "revivir" sobre el escenario a Nino Bravo. Salvando las distancias y mejorando lo presente sobre el escenario, claro... Nino Bravo, el musical está abarrotando el Teatro Häagen Dazs Calderón de Madrid cada noche. Espero que aún queden entradas para poder verlo. Es una de mis citas imprescindibles de este invierno.
Fuente: AVNC
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