Ayer ganó el Atleti. Albricias. Notición: de sobra es sabido que somos "los Pupas" y perdemos siempre.
Hace mucho que no veo un Atleti-Barça. De hecho, hace mucho que no veo al Atleti. O un partido, en general, sin colores, sin bufandas y sin fanáticos que gritan mientras bañan en cerveza el nudo que hace en el estómago el sentimiento futbolero. Pero recuerdo que los Atleti-Barça eran encuentros trepidantes, donde la ocasión de gol estaba a la vuelta del tobillo, los "uyyyyy" se subían de manera permanente a las gargantas nerviosas y el marcador amenazaba con sucumbir a la locura de las vueltas y revueltas provocadas por goles sacados de la manga de una jugada maestra.
Anoche se me presentó una ocasión de oro para volver a las andadas futboleras, con experimento sociológico incluido, pues pude haber sucumbido a la pasión del derbi con un culé al lado. Sin embargo, nuestro encuentro, que también tuvo dos tiempos y también duró casi dos horas, fue más dialéctico que otra cosa. No hablamos de fútbol. Ni falta que hizo. Llevábamos demasiado tiempo conociéndonos por nuestras teclas como para tirar de guiones rancios.
Hablamos de un presente incierto, de un futuro amenazante y de un pasado que no necesariamente fue mejor. Nuestra lengua sucumbió a la tentación del periodismo y no pudo resistirse al comentario crítico de la situación caótica que sufre la profesión. Tocamos el corazón con la palabra y tratamos de comprender algo mejor los vaivenes neuronales de nuestros contrarios. Y hablamos también de padres, de madres, de amigos que son más que familia, de amigas que ejercen como oráculos contemporáneos y de dietas que no siempre funcionan porque hace falta mucha voluntad para cincelarse un cuerpo de capricho.
Ayer conocí a Javier Lunaro. Vino a Madrid y no paró hasta que dio con mi voz al otro lado del teléfono. Quizá no se lo agradecí a tiempo. Pero me siento agradecida, en todo caso.
Fue un derbi de lo más apasionante. Y espero que se repita. Y, si se puede -lo lamento, Javier, pero los colores son los colores-, que vuelva a ganar mi Atleti.
P.D.: El otro gran descubrimiento del día fue Yoyogurt, una nueva ¿yogurería? que han abierto en el Planetocio de C. Villalba y que "amenaza" con convertirse en lugar de peregrinación frecuente. Digo yo que, a fin de cuentas, la adicción al yogurt no ha de ser demasiado insana ni demasiado calórica.
P.D.: Y también hubo "caza de erratas"...
Quizá la "holla" es más grande, por aquello de sobrarle una letra...
Me encantan esos derbis en los que uno puede hablar de todo, sí... No es que desprecie los futboleros, ni mucho menos, ya me conoces, pero esos otros derbis no están nada mal...
ResponderEliminarY la errata... Pues eso, que están de la "holla"...
Jajajaja... sí, sí, están de la "holla".
ResponderEliminarPues nada, si te gustan estos derbis, te emplazo a uno cuando quieras.
Besotes.
¿Cómo negarme yo a una invitación así...?
ResponderEliminarEn cuanto te vea por el Messenger, concretamos, ¿vale?
¡Hecho!
ResponderEliminar¡Eiiiiiii! Que te están saliendo un monton de ofertas... Wow.
ResponderEliminarEn serio, me alegro de que hayamos iniciado una bella amistad.
Yo también me alegro, fenómeno.
ResponderEliminarUn besote.