Escribir en un blog de finanzas hace que una se fije en todos los tickets. Se encuentran cosas muy curiosas, siempre susceptibles de escribir un post al respecto, porque, claro está, la economía está al cabo de la calle y al precipicio del bolsillo.
Ayer, una caña inocente –con limón, eso sí– me dejó una estampa que permite comprobar que algunos pequeños comercios no están preparados para la subida del IVA. Bastante tienen con atender a la clientela y estar pendientes de los proveedores como para sacar el libro de instrucciones de la máquina registradora y cambiar el tipo impositivo de sus productos.
Aunque, claro está, la vagancia les llevará a perder ese 1% y pagarlo de su bolsillo (en el caso de bares y restaurantes, el IVA pasa del 7 al 8%). O eso o el redondeo, que cobrar por una caña 2,08 euros (es un decir) resulta pelín incómodo... y luego siempre se termina barriendo para casa y cobrando 2,10... o hasta 2,20... o más.
En cadenas como H&M los precios no varían, pero el IVA sí. Atentos:
Para más información, pasaros por el blog de Quierocrédito.
Lo peor de la subida del IVA ha sido el asunto de los cobros retroactivos y esos cientos de euros que muchos se han encontrado por sorpresa. Cuando las cosas se hacen tarde, improvisando, rápido y mal pasa lo que pasa. Y cuando un país demoniza a los empresarios (¡que son los que crean riqueza!) acaba teniendo lo que merece.
ResponderEliminarya sabes, bastante tienen con que les funcione la máquina registradora. Y el iva el impuesto más in-solidario de todossssssssss
ResponderEliminarPetrarca: totalmente de acuerdo. Lo que pasa es que en lo de los cobros retroactivos no estoy totalmente de acuerdo: la fecha de facturación es independiente de la fecha de consumo. Pero tienes más razón que un santo en la injusta demonización del empresario.
ResponderEliminarLa vida en azul: también estoy de acuerdo contigo. A lo mejor tendrían que seguir cobrando como en aquella bodeguita de Cádiz, ¿te acuerdas?