miércoles, marzo 23, 2011
Adiós a los ojos violeta
Los ojos violeta. "Los", porque sólo hay unos. Y lo curioso es que con ellos, más que mirar, atraía pupilas ajenas. Todas.
Melancólicos. Seductores. Misteriosos. Profundos. Serenos. Sensuales. Magnéticos.
Ella estuvo a la altura de su iris. Visceral. Hoy gata que araña, mañana Mujercita que embelesa. Nadie logró responder a la pregunta de ¿Quién teme a Virginia Woolf?, pero a ella la temieron igual que la adoraron. Porque temer, en el fondo, es una forma de adorar. Y no hay adoración sin cierto temor.
Elizabeth Taylor ha cerrado los ojos violeta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por contribuir a este blog con tus comentarios... pero te agradezco aún más que te identifiques.