sábado, marzo 12, 2011
Infierno de agua
Cuando el mar se come la tierra y arrasa 8 kilómetros de ciudad en apenas unos segundos, el infierno deja de ser una metáfora. Japón se quema entre llamas y se ahoga en las aguas de un océano que ha convertido las calles en un averno de escombros.
Los puentes, destrozados, son el camino hacia ninguna parte. Igual que las vías del tren, ahora hilos rotos sobre la tierra abierta. Los vagones, tirados entre los restos de las casas. Los coches, naufragando entre un caudal fiero que arrasa los edificios y deja los barcos anclados a un infierno de lodo.
Los japoneses con más suerte se asoman a la tragedia desde las azoteas. Sólo allí están seguros y, sin otra vía de comunicación posible, los tejados son su único medio para pedir socorro.
Huir es para muchos la única esperanza. Pero los aeropuertos que han quedado en pie, como el de Haneda, en Tokio, están colapsados. 23.000 pasajeros han quedado atrapados en los dos aeropuertos de la capital nipona. Con carreteras y vías férreas destrozadas, el aire es la única opción para escapar del caos.
Pincha aquí para ver el vídeo relacionado en laSexta Noticias.
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