domingo, enero 27, 2008

Segundas partes

Dicen que "segundas partes nunca fueron buenas". Pero también que "de sabios es rectificar". Yo no sé con cuál de las dos opciones quedarme. Igual que me sucede con casi todo en la vida.

Puedo contar con los dedos de una mano -y quizá me sobren dedos- los momentos en los que sí estoy segura de lo que debo hacer. En los que tengo claro hacia dónde dirigirme, por qué camino hacerlo, a qué velocidad, con qué compañeros de viaje...

Para el resto de las situaciones, prefiero hacerme un traje a la medida de mi indecisión. De mis cambios de humor. De mis altibajos. Me quedo con lo que me parece y ya está. Bastante complicada es la vida, así, sin más, como para retorcerla aún más con teorías que no convencen.

Así pues, hoy, de momento, me quedo con la segunda de las opciones que encabezan el post. Aunque ni me considero sabia ni rectifico. Simplemente me vuelve a salir de las puntas disparadas del pelo despeinado volver a empuñar la tecla, y ahí voy. Y cuando me vuelva a cansar, lo volveré a dejar. Al menos aquí soy dueña y señora de todo. O casi.

Debió de ser cosa de hormonas. Sería que la vida me cambió demasiado. Que ese otro yo que me chupa las entrañas es la certeza más grande de la ausencia más amarga. Y hubo un momento que no pude más.

Pero he optado por seguir. Quizá porque soy demasiado cobarde. O porque estoy empezando a asumir que los sueños están para que no se cumplan. Cuanto menos, no del todo.



Dinah Washington, "Mad about the boy".

P.D.: Gracias a todos los que estos días habéis estado ahí más que nunca. Gracias a los que me acariciásteis un pedazo de este corazón hecho añicos el día que los candados me pesaban y tenía que colgarlos de todos sitios con tal de no amarrármelos al cuello. Gracias a los que me habéis espoleado para que vuelva. Y os pido disculpas si os decepciono porque creísteis que mi voluntad era más recia y mis decisiones, más firmes. Para vosotros, este regalo. Este mensaje.




Vicente Amigo, "Mensaje".

11 comentarios:

  1. No creo que sigas por cobardía. Sigues porque te gusta escribir. Porque es lo que te apetece hacer. Porque te reconforta. Porque sabes que quienes te leemos apreciamos tu forma de escribir y tu forma de ser. Y seguro que por otras cuantas razones más que no conocemos pero que son igualmente válidas.

    A mí, desde luego, me has alegrado la mañana del domingo viendo que había una nueva entrada en tu blog.

    Cuando los sueños se hacen realidad, dejan de ser sueños. Yo también tengo más de un sueño que, obviamente, nunca se cumplirá. Es lo que tienen los sueños...

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  2. Juan: muchas gracias. Por seguir visitándome, por animarme, por decirle piropitos a mis letras y por intuir que tengo buen fondo. Y por esas otras cuantas razones. Yo también estoy hoy un poquito más alegre. Voy a emprender la agradable tarea de buscarme algún otro sueño y preocuparme de que no se cumpla.

    Besos.

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  3. Al margen de alegrarme por tenerte otra vez aquí, algo que huelga decir, me ratifico en mi comentario a tu post anterior. Hay gente de las que te despides con un adiós, un hasta luego, hasta la vista, o hasta la próxima. Tú, Noe, eres de esas personas a las que, por muchas razones, hay que, te sale de dentro, decirles hasta siempre. Y que esos "siempre" sean, como esta vez, cortitos y podamos seguir leyéndote y sintiéndote entre nosotros será cada vez que se produzca un auténtico regalo que nos haces.

    Un beso muy fuerte.

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  4. Eah, posyastá,como bien dices, la ciclotimia tiene estas cosas, y los que ciclotimi(leches que nunca se acabar esta palabra!) pues lo entendemos.

    si esto nos pasa a muchos-as, no hay porque preocuparse, si no alegrarse.

    Yo creo que las segundas partes, cuando son nuestras, las hacemos buenas o menos buenas, segun se nos tercie y hay segundas partes, incluso terceras y cuartas que son buenas o incluso mejores que las primeras.

    Venga, Besos y al toro!.

    buena eleccion de Dinah y gracias por la cancion que nos dedicas de Vicente.

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  5. Noelia, me alegra mucho volver a encontrarte, ver que vuelves a escribir.

    Aunque supongo que no te servirá de consuelo, el que te escribe es especialista en inseguridades, mi nick te puede dar una idea. Tenemos que aprender a vivir con ellas y arriesgar de vez en cuando. Al final las cosas salen mejor de lo que esperamos y así deseo que te suceda ;)

    Un beso muy grande, Noelia.

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  6. Beti: gracias por tus palabras. Y por el cariño que se desprende de ellas. Es un auténtico chute de autoestima saber que calas hondo en los demás.

    William: presumo que tú me entiendes. Que no soy la única ¿rara? con esto de los altibajos. Gracias a ti por estar ahí siempre, y por los regalitos que nos haces en tu blog.

    Apesardemi: claro que me consuela, aunque sea de tontos eso de consolarse con los males de muchos. Gracias por todo.

    Un beso enorme a los tres.

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  7. Noe, me alegro de que hayas vuelto! la verda es que cuando lo leí me quedé un poco boquiabierta porque no decías el motivo ni nada... Bueno, fuera lo que fuera, incluidas esas malditas hormonas, me alegro de que hayas vuelto :) De verda, y oye, que no todas las segundas partes fueron malas, mira Indiana Jones! :D Coge el látigo como él y atízale al blog y a la vida :) Muchos Besos

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  8. Gracias, Mara, eres un cielo... pero un auténtico cielo. Efectivamente, cogeré el látigo. Bueno, ya lo tengo cogido, pero cambiaré la dirección a la hora de usarlo y dejaré de fustigarme a mí misma para darle caña a la vida. Besote.

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  9. Lo oí, ayer en una película:
    "No nos define lo que hacemos, sino, cómo nos levantamos de los problemas cotidianos"

    Enhorabuena, me alegra saber, que puedes con todo, y es que "todo" por mucho que parezca, una vez masticado, tragado y digerido... no es mas que mier...
    Lo dicho, me alegra verte.

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  10. ¡Ah! estás aquí de nuevo...

    Nos habías dejados huérfanos "mamá"

    ¡Qué sorpresa tan agradable!

    Gracias por seguir...

    Un beso grande.

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  11. Blanca: efectivamente, hay que levantarse. No queda más remedio. Al menos cuando no tienes coraje para hacer otra cosa. Y, como diría Germán, hay que seguir, seguir siempre, aunque sólo sea por curiosidad. Y yo añado que también por la gente que te quiere, como tú y como todos los que me lo estáis demostrando cada día.

    Isa: sí, aquí estoy... no sé por cuánto tiempo, ni cómo, ni cuándo... pero estoy. Terapia de teclas... y a seguir. En peores plazas hemos toreado, ¿no? Un millón de gracias por estar ahí... por seguir siempre. Un besazo.

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Gracias por contribuir a este blog con tus comentarios... pero te agradezco aún más que te identifiques.

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